Capplannetta y el nuevo panorama musical

Estamos en tiempos intempestivos para la música originaria y auténtica. A veces lo he dicho ya, la mixtura es el futuro. En todas las artes la mixtura es el plato fuerte de todas las comilonas artísticas y también en las relaciones personales. ¿Por qué la música iba a ser menos? Si escuchas en una playlist como la mía música, puedes pasar desde escuchar a Beethoven o a escuchar a The Rolling Stones, pero yo soy de los que piensan que la variedad, o la mixtura viene dada por según cómo tengas el gusto. Por ejemplo, el reggaeton. Esta música es infumable, no sólo por la calidad de sus letras, sino por la mezcla ruidosa y horrible que supone aguantarla en un viaje en coche. Con tus hijos, los que los tengan. Me gusta la juventud pero musicalmente están muy perdidos. Aunque mezclar músicas está bien. He escuchado temas de Tango argentino remezclados con estilos como el rap o la música electrónica y están muy bien. No diré nombres, aunque me sería fácil decir varios, ya que los tengo en mi playlist. Seguramente, hecho que no he confirmado, los dj’s argentinos pinchan este tipo de música en lo que ellos llaman “boliche”. También me gusta el buen estado de salud de la música cubana. Temas remezclados con otros temas que han gustado y gustarán a los admiradores de la música cubana, me refiero a Compay Segundo y salseros de toda índole. También están surgiendo en el nuevo panorama musical grupos como Calle 13, Anita Tijoux y Molotov, y mezclan música dentro de un orden, y éstos llevan muchos años en la brecha y son estrellas internacionales. Otros músicos de mucho éxito como Manu Chao, desde sus inicios con el grupo Mano Negra, ya vieron que el futuro está en la mezcla, pero dentro de una composición con fundamento. Así como los raperos de Estados Unidos, como los de Europa, África y toda Latinoamérica han entendido bien el propósito y el estilo que encaja. También los amantes de la música electrónica, aunque a mí no me guste demasiado. Pero es de cajón que la nueva música sea una mezcla de músicas. Mezcla ha sido el Rock, mezcla ha sido el rap, el Soul, y casi todas las músicas de ahora y de antes. Los Beatles mezclaron, también The Rolling Stones, también The Doors son una mezcla del Blues y del Country. También en el panorama africano se ha dado mezcla y es, por ejemplo, una mezcla bien estilizada entre rap y afrobeat. Y no sólo en aspectos musicales, también en el baile, ya que toda la cultura africana se está reinventando en campos artísticos como, por ejemplo, el Afrofuturismo. El Afrofuturismo es ya un género artístico en sí mismo, tanto en la forma de vestir como en la pintura, la fotografía, el cine, y un largo etcétera. Es oportuno destacar que Africa hoy día aspira a ser la protagonista en una nueva revolución industrial que depende del pueblo africano y de los líderes de cada país del gran continente negro. Pero el hecho de decir que la mixtura es el futuro no es algo novedoso. Desde mucho tiempo atrás la mixtura ha ejercido su protagonismo, lo que es ahora, justo en la era moderna, cuando los pueblos, las artes, y la música se han puesto a mezclarse entre estilos. Es algo tan obvio que, el hecho de no decir una serie de grupos latinoamericanos, estadounidenses, africanos y todo el conglomerado mundial, crea en este post cierta nebulosa informativa, que yo, aunque no quiera incurrir en intrusismo periodístico, me limite a hablar de mezclas en sí, pero no de grupos que mezclan. Es, por tanto, obligación casi perentoria decir que vamos bien en este camino, y mucho mejor si esta mixtura fuese pangeista.

Capplannetta y los inicios de la locura

En una idea aproximada de la locura podemos entender que ésta está originada por el desequilibrio. Aunque los inicios de la locura vayan implícitos por vestigios entre los sueños (y de lo que ellos se pueda interpretar) y los pensamientos automáticos. Los pensamientos automáticos, a mi parecer, guardan su origen en pensamientos en contrapunto de lo conocido como cordura, o lucidez. Y digo contrapunto porque van a contracorriente de lo llamado “normal” y de la sugestión externa que el enfermo pueda tener, dentro de esa “normalidad o sugestión externa” el enfermo antepone los pensamientos automáticos tratando así de intercambiarse por los pensamientos invasores, o pensamientos asociacionistas. Y a mí parecer, estos pensamientos automáticos van segregando en el enfermo ciertas endorfinas (placenteras), y paulatinamente van en aumento, hasta que el enfermo pierde el equilibrio y lo contrarresta con pensamientos automáticos, debido a la endorfina que de éstos substraen acaban gozando de su propio desequilibrio paranoico. Esto ocurre en según qué esquizofrenias y en perfiles psicóticos maniacos depresivos. También pueden ir a más en trastornos obsesivos convulsivos, y en las depresiones nerviosas. Éstos son en parte los trazos que van componiendo el esquema sintomático de la percepción del enfermo. Es mi opinión, no sé sí certera.