Miedo

Nos atiborran con generosas dosis de miedo. Han inventado la locura del mundo a dos bandas, desde occidente hasta oriente. En la televisión trazan el fake News en el desayuno, por la sobremesa y en la cena. Ahora nos amamantan con el miedo del Estado Islámico, con la muerte cercana a los televisores encendidos, con la muerte en los talones. A la manipulación de los datos económicos, a la fiebre de las superpotencias. Yo ya no tengo miedo, pues lo tengo por costumbre noche y día. El miedo a las bandas latinas, el miedo en los simulacros, el miedo vende tras la pasarela publicitaria de la angustia, el miedo es una llamada de teléfono con números largos. El miedo es el crack del huevo cocido. Miedo verdadero el fin de nuestra especie, por nuestra idiotez veintitrés horas las veinticuatro horas del día. Un invierno con viento haciendo el edificio ruido medroso como un lobo aullando la larga noche del espanto. El miedo es un presente y un futuro que no vemos, aunque tengan la osadía de creerse visionarios del mañana. Si cada hombre y cada mujer plantara un árbol con sus manos, si cada manglar se quedará en los ríos como un bien sagrado y no cortado como una mala hierba. Si los perfumes del campo los cambiamos por el humo de las fábricas, si los coches dejarán de sonar y funcionar con gasóleo o gasolina. Si los mares no fueran vertederos de tóxico plomo, si cada batalla por la vida no la denominarán como una mentira, si cada guerra gratuita no la encadenarán al cielo opaco de la mentira. Si cada Quijote del mundo no diera de beber a su Rocinante, si cada Dulcinea no fuese una quimera y se mezclara la voz de las prostitutas para quienes estés libres de pecado que tienen las primeras piedras. Porque esto nos importa a todos. El miedo es barato. Como asustar a un niño. Como decir que viene el coco mientras es la mentira la que lo atacará a traición. El descaro de los hombres es la pérdida de la fraternidad. Las tribus se han hecho bandas, y los lobos esteparios ahora son manadas, las leonas van en busca de alimento, mientras el macho alfa reposa en la sabana bajo la sombra de una acacia. Así es este mundo. Que para nadie tiene misterio. Solamente los ciegos de la tierra tragan basura como sonámbulos de la paz sin esperanza. De la noche eterna del mundo nos traerá la miseria y la mugre del mundo en el horror de las guerras ante el vicio del querer más y más.

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