Capplannetta a propósito del 2022

Llevo ya unos meses en los que solamente hago una comida diaria aparte del desayuno. En total habré perdido unos 15 kg. Ahora no como ni mantecados ni el turrón de pistacho, que tanto me gusta. Tomo mucho menos café, que retiene líquidos. También quisiera dejar el tabaco. Pero paulatinamente iré haciendo bondad y me he propuesto dejarlo desde cuando empiece el año próximo. Muchas promesas se han hecho de cara al año nuevo. Pero yo lo quiero hacer por mí salud. El tabaco me gusta pero es un gasto caro que no me puedo permitir. Debo de hacerme ese favor contra vicios y malos hábitos antes de que me llegue la parca. La muerte a todos nos llega, y es inoportuna a la vez que trágica. No bebo alcohol, no pico entre horas, quiero dejar de fumar, y todos esos sacrificios no son fáciles de realizar. Envidio a la gente esa que logra quitarse del tabaco, ya que el tabaco me gusta. He dejado tóxicos peores pero el tabaco creo que me resultará más difícil de dejarlo. También me gusta comer pero poco a poco he ido absteniéndome de comidas saciables. Pienso que no es bueno llenar la andorga para luego dormir saciado, ya que el estómago se agranda y vienen los problemas de obesidad. Lo dicho, para este fin de año pienso moderarme y cuidarme más. Aunque (repito) es muy fácil pensarlo pero actuar es lo que realmente tiene verdadero mérito. No pretendo hablar por hablar, las promesas se las lleva el viento y es necesario poner un poco de voluntad. La salud es más importante que cualquier otra cosa. Luego vienen las sorpresas y no me gustan los hospitales. En ellos hay demasiada soledad y tristeza. Con la ayuda de enfermeras y demás personal sanitario que ofrecen un poco de esperanza leve, las negritudes de los hospitales se tornan más tenues. El tabaco es un veneno con la parsimonia vegetal de los fuegos lentos en los guisos. Empecé a fumar con dieciséis años y ya es hora de hacer un pensamiento. El tabaco ensucia la casa dejando un color amarillento por la nicotina. Pero vuelvo a repetir, he dejado cosas peores. Sin fuerza de voluntad y empeño no se deja el tabaco de la noche a la mañana. Dejarlo tiene mérito, cuando más lo echaré a faltar es a la hora de escribir. Pero tengo que hacerlo. Es importante para mi salud. 

Capplannetta y esto otro

Cierto es que nos intentan atomizar por medio de la tecnología, los virus de laboratorio, y la joya de la corona: la precariedad laboral contra el gran capital. Echo de menos los tiempos de gramola, cassettes y fumar en los lavabos del colegio. Ahora todo es más cómodo, más confortable, nos venden miedo para que contratemos seguridad privada. La era digital espero que no sea o sirva de expolio en África, ya que si los africanos se sacrifican desde sus países de origen y se unen para lograr una logística bien organizada y eficiente, puede que sea África la que protagonice la cuarta revolución industrial. Ahora la tecnología, y todo lo que eso significa, se puede traducir en resultados óptimos para la ciencia, la medicina, la biología y la ecología. 

Pero seamos coherentes. El pangeismo junto a la cooperación entre el mundo, partiendo desde la base al respecto de la unión mundial, esa quimera es fácil soñarla pero…

Yo estoy encantado con este tiempo que me ha tocado vivir en algunos aspectos. Pero el VHS, las cassettes, y el olor de los libros amarillentos es ya tiempo pasado. Ahora con las guerras biológicas y los satélites pretendemos olvidarnos de lo analógico y lo llamamos vintage. Es bonito coleccionar revistas, visitar a los anticuarios, pero ya estamos enfrascados en un proyecto de mundo que es realmente serio, pero al que no damos todavía con la pieza del puzzle que nosotros mismos hemos creado. Unos lo llaman utopía, éstos tienen esperanza; otros, lo llaman distopía, quizá tengan razón, pero a la vez nos están acondicionando hacia la misantropía, hacia los complejos debido a la mala televisión que se digiere. Veo el mañana con una visión de esperanza, de sosegado optimismo inocente que me mantiene. Para que no se lleven la música, tampoco la cinematografía y el teatro, la cultura, la cultura por amor al arte. Es bonito socializarse, pero entre virus de laboratorio, la alarma social que esto crea, la especulación inmobiliaria, la precariedad laboral, y otras martingalas nos están dando ganas de movernos al unísono de un azar megalómano, como música de cascabeles. El reggaeton es una aberración, en calidad y en contenido, estamos en un lugar donde todo el mundo se mueve por dinero, por la superficial imagen, y por la televisión basura que te invita a soñar entre la vigilia y la soledad.

Capplannetta and the future

En años venideros, a medida que vayan perdiendo vigencia las obras de arte con copyright y derechos de autor, se incrementará la información gratuita proveniente del Internet de las cosas y otros avances posteriores. Avances como la computación cuántica, y otros/as derivados de la misma. Como bien dijo Richard Stallman, software free no significa gratis. A programadores, desarrolladores y gente del mundo de la cibernética les sería provechoso apostar por sistemas operativos como Linux y sus distintos programas y aplicaciones de OPEN SOURCE. Si las nuevas generaciones administran bien la diversa información, y los distintos avances digitales, serán generaciones que estén sobre informadas. Por eso se debe ser responsable de un conocimiento que en ocasiones sea válido, pero en otros momentos sea tóxico, por ejemplo como el nivel de toxicidad de FAKE NEWS. ¿Estamos en la era de la postverdad? Pienso que parte de la información, aunque ya haya que lo sea, se construya desde el conocimiento libre, o también llamarlo copyleft.

También tenemos que hacer énfasis en la información veraz, es deplorable que Julian Assange tenga que estar encerrado por informar de manera verídica al mundo. Tenemos muchos frentes abiertos en esta lucha interminable en pos de la paz, la justicia y el hecho de acabar con el hambre. Debemos, no preocuparnos tanto por lo que hay en la galaxia, ya que de nada puede servir un Planeta B si no hemos logrado hacer lo necesario con nuestra madre Tierra, la pachamama. Este post podría tener esperanza, tal vez una pizca tenga, pero en las Navidades solemos desearnos montones de mierdas que la gente amable por ser educada se desea, pero más nos valdría terminar la labor que está aquí, en el mundo. Todos esperamos el milagro, esperamos también no perder ni un ápice la esperanza. 

Capplannetta la psicosis y los troyanos

Los troyanos son como una visita no deseada. Todos van en busca de incautos y de analfabetos cibernéticos. Capplannetta vino a casa de sus padres porque se sintió indispuesto debido a una reacción tóxica por un producto de limpieza. Quería recuperarse, sólo le pedía a sus mayores que lo dejaran en paz, él mientras tanto escribiría para sus webs. Molestaría lo menos posible, y siempre oculto, como si de un hikikomori se tratara. Anocheció y durante una larga noche de invierno se quedó despierto como tantas veces hizo en su propio hogar. Le llevó su madre comida a la habitación, le dijo su madre: -come, que tienes mala cara. Le cerró la puerta con sigilo, no quería la mujer hacer demasiado ruido. Comió y se quedó dormido con la música encendida, la música se cortó como por arte de magia. Cuando despertó pudo comprobar que su móvil estaba invadido, infectado por un troyano. Le querían hacer phishing, entonces comenzó a actuar apagando y encendiendo su móvil y su laptop. Esa experiencia ya la vivió en su casa en otras condiciones. Le asaltó un cuadro de diálogo, una alerta informándole de una operación fraudulenta de su banca digital que él no había realizado. Apagó el celular, apagó también la laptop, y se fue sospechando de alguna casa aledaña, figuraciones como fantasmas que creaban en él una ansiedad junto a cierta impotencia, ya que no podía luchar contra eso, entró en una dinámica de tensión que contagió a la paz de sus padres. Se decía seguro de sí mismo: -en este lugar debe haber alguien que estaba infesto de troyanos. Le dijo a su madre: -Han estando intentando ejecutar operaciones bancarias sin mi permiso en mi móvil. Su madre le insinuó: -No, hijo. Eso es parte de tu enfermedad. No pienses mal de nadie. Y él contestó: -No mamá, estoy prácticamente seguro de que han estado intentando robar en mi cuenta bancaria. La madre dio a su hijo por enfermo, y no quiso hablar más del tema. Los locos siempre serán locos, se dijo afligido, siempre tienen la razón aquellas personas que no muestran ni una pizca de resentimiento aunque sean unas víctimas. No quiso crear más alarma, al final todo era como crear castillos en el aire. Se dio por vencido y se marchó, desconectó el wifi de casa y durmió todo el día, él hacía años vivía como ave nocturna.

Capplannetta y Cibernética esperanza

Hoy, como sorpresa en el desayuno, he comprobado que mi novela poética ya está en la Casa del Libro, aparte de estar en la mejor librería de Sabadell La llar del Llibre. A quienes quieran saber algo sobre esta novela poética les diría que tiene un poco de cada género y a la vez ninguno. Unos la llaman literatura experimental, yo tiemblo cuando escucho la palabra experimental, pero al final la pueden catalogar de cualquier manera, mientras se haga desde el respeto y la buena intención cualquier crítica es válida. No sólo habla del amor a ciegas a través de Internet, también habla de fe ciega, de decepciones, aunque también hay humor, todo en un ensamblaje de géneros entre monólogos y distintas maneras de escritura. Hoy he comprobado que los distribuidores de Ediciones Vitruvio son competentes. Espero que guste al lector. Él es quien tiene la última palabra, y no el que no ha leído ni el prefacio, que puede ser acertado o no. Un escritor como yo puede merecer de denominarse escritor (amateur), ya que aficionado he sido ya desde el año 1995, y de ahí hasta llegar ahora he pasado por toda una andadura como si de sexo habláramos. Es un ejemplo en el que hay días victoriosos y días de profundas decepciones. Pero, aunque de sexo también merodee esta novela poética, es a ratos sería y en otros momentos es un manojo de risas musicales, sin llegar a la carcajada malévola. No quiero ni pretendo dejar cabos sueltos en esta Presentación a medio camino entre el autobombo y el ego masturbador. Quisiera que al menos guste. Quiero dar las gracias a Pablo Méndez, y a Juan A. Herdi. A mis padres les dedico el libro. Ellos se lo merecen más que nadie. Quiero dar las gracias a los libreros y a todas las personas que han hecho posible este trabajo. Les invito a que vean en YouTube el vídeo de presentación que hicimos entre la editorial y yo. Les invito a que se diviertan, y que cada uno saque sus propias conclusiones. Capplannetta que soy yo, Casimiro Oquedo Medrado, insiste en que este paso por las páginas de un libro sea divertido y también ingenioso, que no ingenuo. Espero que disfruten de su lectura y añadir que escribir sobre Internet sin haber saboreado la experiencia a lo Gonzo, en toda su crudeza es como comer sin ganas. https://www.casadellibro.com/libro-cibernetica-esperanza/9788412374070/12699195

Capplannetta cuando cambian las cosas

Yo no sé en qué momento ni en qué lugar cambiaron la percepción que yo tenía del mundo. Intuía que el mundo guardaba un secreto en las criaturas noctámbulas. Pero jamás pensé que fuera la quinta esencia de la metafísica que hacía y daba justicia a la esclavitud de los hombres. Los hombres pueden ser esclavos de sí mismos. Recuerdo ahora a mi tío, trabajador incansable, toda su vida en una furgoneta porteando andamios y materiales de la construcción. Y aún así siempre tenía su chispa de alegría que con ella encendía los corazones ajenos. Mi tío era un hombre hecho a sí mismo. Tenía nombre de rey mago, debe ser por eso que se pasó la vida regalando lo metafísico y lo material. Siempre me acordaré de mi tío. Tenía unos ojos azules como un zafiro, e hizo el servicio militar en el Sahara. Eso me hace recordar mi otro tío, que hizo el servicio en Guinea Ecuatorial. Los dos grandes hombres. Trabajadores hasta la extenuación, generosos, y los dos tartamudeaban. Uno de mis tíos ha muerto el día de su cumpleaños, qué caprichoso puede llegar a ser el destino. Cuando cambian las cosas en tu interior también cambian a tu alrededor. Es la piedra filosofal de la vida. Que la tierra les sea leve, todo lo leve posible. Y que allí donde se encuentren hallen una vida de paz. Mi abuelo y mis dos tíos han muerto por la misma causa los tres, infarto de miocardio. Debe ser que tenían los tres un gran corazón. Es difícil acatar la muerte. Aunque fueron pobres y sencillos tuvieron una vida a veces no agradable. Pero eso es la vida para todos en general. Algo de lo que fueron en vida quedará en mí. Y siempre los recordaré con cariño. 

Capplannetta y el reloj alado

Tengo y guardo gratos recuerdos de mis abuelos maternos. Mi madre trabajaba en una pequeña fábrica textil mientras que yo en su casa veía los dibujos animados en blanco y negro. Recuerdo a mi abuelo fumando Celtas con filtro y a mi abuela darnos bocadillos de pan, tomate, aceite y sal, aunque cuando podían compraban un tarro de Nocilla de dos colores. Mi abuelo veía poco, pero con lo poco que veía nadie podía engañarle, lo recuerdo al encontrármelo camino de su casa con sus zapatos relucientes y una risa fresca y cariñosa. Mi abuela estaba en esa época ágil y activa, ya que cuando hacíamos caracoladas era ella la que cocinaba. En aquella época, años duros y precarios, tenían teléfono. Mi abuelo venía de una familia con grandes tierras con árboles frutales y mi abuela también. Por eso, en la post Guerra no pasaron hambre. Eran tiempos duros para ellos pero lograron llegar a una edad longeva y con lo necesario para vivir, aunque, como mucha gente, tuvieran necesidad de algunas cosas materiales. Cuando vivía mi abuelo éramos una familia unida, pero al morirse, nos fuimos alejando tíos y primos. Mi abuela no pasó una mala vejez tampoco, pero algún disgusto sí le daban nietos e hijos. Ahora que recuerdo, pobres de mis abuelos, eran buenos y generosos. Te daban lo que no tenían y recuerdo aquella época escuchando a Manolo Escobar y a Antonio Molina. Yo conservo las cassettes que mi abuelo usaba. Mi abuelo era muy ordenado y le gustaba ir arreglado y limpio cuando había que salir a la calle. Mi abuela también. Mis abuelos votaban a los socialistas, ya que en aquellos años Felipe González prometió pensiones para todos los mayores. Mi abuelo y mi abuela vendieron las tierras y se establecieron en Cataluña. Se hicieron unas viviendas y allí vivieron hasta que murieron ambos. Escribo ahora esto porque los echo de menos, a los dos. Eran un matrimonio de los de antes. Mi abuelo, un caballero, y mi abuela, una dama con principios. La muerte de mi abuelo fue el inicio de que mi familia materna se fragmentara. Una vez muerto mi abuelo se fue todo al garete. Recuerdo las migas de mi abuela. Recuerdos los cinco duros de mi abuelo. Los quiero y los querré. Ellos son mi infancia y mi tiempo de más felicidad. A ellos homenajeo. 

Capplannetta y los prolegómenos de la locura

De niño no comprendía bien el designio que determinaba la locura o la cordura. Pero a medida que ha pasado el tiempo he ido comprendiendo el porqué la gente se vuelve loca. Locura llamamos a todo aquello que se escapa de la razón impuesta por una sociedad clasista, con febles parámetros de belleza y una cordura que a veces no está del todo preconcebida, sino ocupa un lugar en la normalidad y contra aquello que se escapa de nuestro entendimiento y surge de afuera hacia dentro de las criaturas que llamamos locas. La cordura es un cliché que difiere de lo normalizado para alejarse como en una balanza de la locura y la rareza humana. En la prehistoria se los abandonaba la tribu de la manada y de la manera de pensar dentro de lo normal entre sus miembros. En la Edad Media los llevaban a la hoguera sin lugar a dudas. Ahora con la nueva psicología, el psicoanálisis y los perfiles que diagnostican los psiquiatras y los profesionales en la materia, los enfermos de la mente están cuasi aceptados en la sociedad. Todavía existen estigmas, y se sobreentiende que la locura es como coger agua con las manos. La razón escapa a cualquier entendimiento. Todavía huimos del loco, y el loco huye de las mayorías, todavía nos reímos de la locura sin pretender un respeto en el cual hagamos hincapié desde lo normal. Y digo normal, ya que ¿qué es lo normal en nuestras sociedades modernas? Ser un loco tiene varias connotaciones pero la más extendida redunda en las aberraciones, en las rarezas y en lo anormal, si es que ser normal tiene algún factor de razonamiento como referente. A las enfermedades mentales se han unido resquicios de superficial normalidad, y dentro de eso vemos a la cordura como una verdad normalmente lúcida.