Llevas corrido el rímel de las pestañas,
Te acercas patidifusa, sin mirada,
Ya conociste todas las patrañas,
Y llegas a casa semidesnuda, sin nada,
Te alejan del fondo las marañas,
Se divirtieron contigo, doliente bofetada,
Es como entrar al bosque con telarañas
Y encontrar allí tu alma inusitada,
Vuelves aquí desde el lodo
Y sabes que lo comiste todo,
Aquí no queda ya nada.
Vuelves aquí expectante,
Tus pies ya no van para delante,
Sin mirada y con alma inusitada.
Salió cara la jornada.
La mañana es canción repetida,
El mediodía casi blanco es,
La tarde es una verdad dividida,
La noche no tiene pared,
La mañana es inocencia sometida
Al quiero y no puedo ser,
El mediodía es hora de la comida
Y lo acompaña un yo no lo sé,
La tarde es la eterna salida
De hombres con un yo sí lo sé,
La noche silvestre apellida
El hambre con las ganas de comer.
La mañana es canción repetida,
El mediodía sin trasiego ha de ser,
La tarde es caída asumida,
La noche no conoce pared,
La mañana es comienzo de vida,
El mediodía pacato ha de ser,
La tarde es una bienvenida
La noche preñada de cien porqués,
La mañana es mirada tupida,
El mediodía cauto ha de ser,
La tarde crepuscular y movida,
La noche oscura tiene que ser,
La mañana cae partida
Entre el mediodía y el amanecer,
El mediodía con sol tan arriba
Que sombrea en verano el atardecer,
La tarde es la madurez viva
Y un puente para el anochecer,
La noche es morena y altiva
Casa enlunada de ser quien es,
Veinticuatro horas y trago saliva
Y camino erecto como ha de ser.
Tarde, vieja tarde, que acompañas a la noche en tu camino desnudo, tarde, vendrás tarde, pero con esperanza seguro, tarde, no eres tarde, eres mañana de sol antiguo, tarde, eres nueva madre Tarde, tarde de todas las tardes con sueño contiguo.
En el viejo templo donde huyeron las luces
Hay una canción que palidece a los hombres,
La canción se repite a todas horas, verdad eterna,
La canción es verdad eterna, verdad imposible,
Ya no pasarán los voceros por sus acordes de plomo,
La vieja canción ha caminado siglos de esperanza,
Y nadie quiere saber sobre su puerta entreabierta.
Como pervierte la vieja canción un tanto tarde
Cuando ya los pájaros ciegos se llevaron su semilla,
Cuántos sollozos guarda en sus letras de invierno,
Y cuántas verdades sabe su armonía y rima idiota.
No se sabe el día ni la hora en la que fue despreciada
Pero nadie quiere saber de su verdad frecuente.
En el viejo templo donde se fugaron las luces
Hay un cajón infinito con las miles de promesas,
Hay una palabrita tuya y otra palabrita mía,
Hay una guitarra rota de noches de sucia borrachera,
Hay un escenario de madera seco de tiempo pasado,
Hay una gaviota gris que ríe por los tristes fantasmas
Y todo espera de un silencio para que se lo lleve,
Se lo lleve todo, no se sabe si el mar o el viento,
Se sabe que ese silencio nacerá cuando la luz
Cierre sus dedos que todo tocan menos la sombra,
Todo tocan menos la sombra, mientras tanto resiste.
Ya no lamento apenas mil lunas sin ti,
Ya no acudo a tu desprecio vacío,
No pienses que esta vez voy a mentir
Diré verdades que broten en terreno baldío.
Ya no vas a saciar tu rabia por mi,
Ya no serás un globo hinchado de llanto tan mío,
Te dejaré ir como globo sin nudo anudado por mí,
Te vaciarás sin ningún nudo atado a tu peligro,
No pretendo vengarme de lo que soy por ti,
No pretendo obligarte a que seas mi amigo,
Quizá haya un lugar donde no se hable de ti,
Quizá haya un lugar allá donde resida el olvido,
Ya no tengo sueños de cuando fui feliz,
Ya no sueño con aquel instante preciso
Aquel momento en donde fuimos noche sin fin,
Aquel momento en el que hubo gozo contigo.
Ya no quiero nada, no quiero saber nada de ti,
Ya no pretendo calmar de mi cabeza el pellizco,
Ese pellizco que tiene su noche y su raíz
Allá donde comienza el otoño con el pedrisco.
Que se conmueva cien veces la aurora,
Que mil noches recuerdes este amor,
Y pienses ahora cuanto desamor a deshora
Y que no haya olvido de aquellos brindis al sol.
Ella se peina con un cepillo de nácar y se tiñe de blanca estrella, dicen los que la conocieron que chispada de champán era divertida, y por la puerta trasera de hoteles buscaba la sin salida, dicen los que la amaron que leía muy poco y otros que la hubiesen deseado hasta con mocos, en una cloaca te desvistes inocente y obligada por que los hilos del dólar maniobran a la coartada, coeficiente de Einstein, rosa afligida y solitaria frente a los psicoanalistas, rosa negra con tu lágrima pulcra en la tumba de Rodolfo Valentino, en los bulevares de Hollywood han encontrado tu listín manoseado y tu agenda ya herida y un deportista humillado, han destripado la aurora de tu piano blanco, eterno piano de jazz y fotocall de cartelera y estreno en las alturas del rayo, las manos manchadas de hormigón sellando tu huella gris en el paseo donde los provincianos señalan al suelo gimoteando, sexy presencia de escarcha ante los presidentes de América, potro de tortura con barbitúricos en la negra sombra que deja tras de sí la mafia, Venus de Manhattan qué frío está el asfalto sin una madre que te cubra entre algodones, fría culpa de tu infancia, descabezadas muñecas, y un té helado en pleno invierno los fotógrafos te lo tiran a la cara, cura de desintoxicación, funerales de rojo, una cumbre de escándalo natural, resultabas insultante por que ofende el material cosido por la libertad, y enemigas en el sótano te esperaban para recibir la recompensa ahora que ya no existes por que eras más bella que el alba.
Hoy ser padres es cosa de valientes, porque como se quiere a un hijo no se quiere a nada más, y se le quiere, y se le cuida, y se le enseña, y se le aconseja, porque si algo le ocurriera a ese hijo sabe el padre que es su destrucción para y por siempre. Por eso se tiene miedo cuando se va ya sea al mar o a la montaña, al mar por si se ahoga, a la montaña por si se pierde, siempre existe algún motivo por el que preocuparse por un hijo. Nosotros loshijos vemos las preocupaciones de los padres como un incordio, aunque ellos lo comprenden eso, ellos no lo ven así. La vida está llena de peligros que los padres conocen y cuando te cuidan, te enseñan, te aconsejan, se nos protege, o eso es el fin de la cuestión en sí. Por eso ten paciencia cuando tus padres son cuidadosos contigo, si algo nos ocurriera jamás se lo perdonarían y sería el fin de sus vidas, porque aunque se recompusieran después de haber sufrido una terrible pérdida, siempre quedaría la llaga dolorosa adormecida por los años que pasaron desde la pérdida. Por eso enterrar a un padre o una madre es doloroso, pero es ley de vida, se dice, pero cuando es a la inversa, que un padre tenga que enterrar a un hijo es un dolor inmenso, ya que para el padre o la madre ya acabó la vida con la terrible pérdida. Por eso, hoy en día como está la vida de mal, es de valientes ser padres, cosa que admiro.
Sé que saldré indemne de mi derrota burocrática, de mi fracaso económico, saldré como los neonatos, ciego de auroras azules y prisas vegetales, saldré de mis problemas como aquel boxeador que en el cuadrilátero encuentra su yo más profundo, y sonreiré a las muchachas del mercado que pregonan al alba su más preciado sueño, su sueño entre didáctico y reconfortante. Ya no discutiré más de política con mi consecuente padre, él, que es la cordura fresca, la razón precisa y oportuna, no papá, no, no insistas, no vamos a cambiar el mundo enfrentándonos como venados. Será por eso, será por eso de que gracias a mis padres no me falte ni la leche de las hormigas, ni el pan de azúcar masticado de luna, ni los tuppers con que me alimento entre este fracaso mío. A lo peor me cortan la luz pero no me cortarán las claritas en las cuales relucen para mi los astros que pululan de alegría. Y sólo tengo mirada para ellos, ¿y los problemas? Ay, los malignos problemas que ofrecen ahogo y desgana para este cuerpo desnudo y ventricular no tendrán mi atención ni lugar en este cerebrito mío, que piensa que es hermoso vivir.
Si algún día estás triste o enojado
Con el mundo y sus desdenes
Vente a ver a Capplannetta,
hombre de imágenes y poeta,
Si algún día tienes china en el zapato
Por el mundo y sus desaires,
Allí en Torre-Romeu se alza una bandera
Es la bandera del señor Capplannetta,
Que se pone a escribir canciones
Entre varias variaciones,
Si algún día tienes depresión
Ponte a mirar la indefensión
Del señor, para ver a Capplannetta,
Hombre de imágenes y poeta.
Llego a casa de noche y no hay nadie,
Unos, se fueron hace años, cuando la guerra,
Otros, viven en las afueras de todo,
Los incondicionales, están tras el teléfono.
La soledad buscada no es mala,
La mala es la obligada, la que da miedo sea tuya,
La soledad tiene varios aspectos
En los que se personifica o se solidifica.
Puedes estar rodeado de gente y ser,
A la vez, el humano más solo de la Tierra.
Seguramente yo he infringido alguna ley
Escrita en las entrañas de la conexión colectiva.
Siendo un infractor debo pagar
Con la señal de Caín las derrotas de los timoratos,
Aquellos que soñaron con la fertilidad
Del alba cristalina y yo pago esas culpas.
Ya que vieron derretirse el sueño como un humo que esfuma del aire, del aire que lo lleva a la zaga huidiza,
A todos los hombres de la Tierra los quiero ver aquí.
Aquí, donde yo limo mis impurezas con una lija
Que crea llagas de inercias paralelas y todas iguales.
Yo le abro la puerta de mi casa
Al carnicero, al derrotado, a los timoratos que soñaban, a los ajedrecistas que lamen sus propias heridas en la derrota, a los boxeadores, pues también existe otra soledad sobre el cuadrilátero, a los que se enfrentan en el deporte y caen de boca en el barro
De esta vida, a todos yo les doy mi piedad.