empezar su vocabulario

Y la vida para los demás todavía continúa
entre ricos, pelagatos, parias y pobres,
es una media verdad que sola se insinúa
en una guitarra lamentándose de cobres,
es como llevarte los Euros a Andorra,
unos cobran su minuta en sobres
otros se dan la gran vidorra
unos andan la vida dando trotes,
a otros el desfile les da modorra,
venid, venid todos al gran carnaval
para mandar a la realísima porra
la pena seca y el modesto funeral,
venid, venid todos corra quien corra
qué patraña es la amistad
cuando gorrea tan solo quien pase gorra,
qué sanísima es la soledad
cuando la amistad de algunos no nos importa
y mucho menos la podrida sociedad,
es todo un escaparate que acorta
distancia entre carencia contra voluntad,
es una fachada que nos queda corta,
un abrigo en verano repleto de vanidad,
a su tempo lento camina la vida rota
nos hace corderos en manada la Navidad,
aguardad al Dios de Seven Eleven
dedicado por entero a los haikus y los bonsáis,
y si quieren más humildad que entrenen
acaso esperabais vidorra acá, qué pensáis,
aquí los que de veras se entretienen
son los que no ven la tele, ni oyen radio,
son aquellos que comienzan su vocabulario.

 

un ser extraño

UNADJUSTEDNONRAW_thumb_9838

Nadie se podría imaginar lo exótica y extraña que puede llegar a ser mi naturaleza secreta. Tengo lo exótico de los colibríes azul turquesa, de los cisnes tintados de un rosa lacrimoso, tengo el cólera de un caballo que parte para una batalla contra los alacranes negros de un desierto seco y sin fina arena, me excitan las mulatas, que como yo, tienen lo exótico de los peces verde esmeralda, invoco al capricho eterno de tenerte entre mis días apacibles, entiendo todas las enfermedades mentales como si de un ramillete de margaritas se tratase, margaritas que se desnudan de amarillos ante los monosílabos climáticos del sí y el no, me duele el suspiro de no tenerte, como si invierno y verano fueran un continuo lamento acompañado de un piano acostumbrado al bolero negro de tus zonas morenas, de tus codos, tus labios, tus ingles, tus párpados, tus rodillas, las curvas de tus tobillos, el fruto maduro morado y ennegrecido de tu vagina fecunda y poderosa, me gustas como el libre albedrío, como la fiebre contagiosa que derraman los poetas fecundando la vocación a otros amantes de la poesía; cuando me refiero a ti me refiero a todas las frutas que en la aurora boreal no se conocen, cuando me refiero a ti me refiero a las costumbres bellas que tienen las gentes sencillas, las gentes que cocinan para mucha gente, pobre de aquellos que cocinen para los cerdos idiotas, cuando me refiero a ti me refiero a esas cosas que todavía buscan su nombre y para otras que no lo encontraron todavía, también para esas cosas que no tendrán jamás nombre, porque deben ser un misterio, para los hombres, los poetas, y las mujeres.

desprecio 

Yo tengo de ti tu frío desprecio
ese que hurga en mi ombligo,
yo en ti busco ramas de aprecio,
envidias si yo hago, cuanto digo,
esto empieza a ser algo serio,
no has querido ser nunca mi amigo,
que sepas que tendrás que serlo 
pero creo que te va corto el abrigo,
algún día tendrás tú que verlo,
paz enorme dará estar conmigo,
te costará quizá el entenderlo,
no sabes tú la pauta que sigo
en la larga travesía por mi desierto,
yo quiero hacer migas contigo,
comernos el tocino en invierno,
compartir la vendimia y el trigo,
algún día sabrás de mi infierno 
porque vine y me fui del castigo,
entenderás que aquél desprecio
es la causa mala que jamás persigo,
esto es un asunto muy serio,
he callado para ser sólo tu amigo,
no hagas tu maldad mi desespero,
he visto, oído, y he sido testigo
de altos vuelos que diste en enero
yo desde el suelo miro y los bendigo.

Capplannetta y el mar

Tengo los lagrimales a veces abiertos 
y entregados por entero al vicio del mar,
a su vicio de mecer olas monótonas,
son como el cuento de nunca acabar,
a veces tengo la cara sucia, tan sucia,
cuando justo ahora me la volví a lavar, 
no tengo consuelo en las calles
asfalto, ruido, trasiego y un despertar
en este bregar de la vida sin nadie
en este puntapié en la espina dorsal,
tengo la facha de fugitivo culpable
y ninguno me ve la renuncia llorar, 
tráfico y hermandad como agravante 
tienen las huellas por la puta ciudad,
cuidad que de vosotros yo me aparte 
pues no existe tragedia con tu libertad,
estratagema de las cosas distantes,
deporte de riesgo en el confort del sofá,
¿recuerdas la noche que fuimos gigantes?
Vaya si me acuerdo, éramos «lo más»,
he sido peregrino sin ser practicante,
he rezado a Dios por dos horas de paz,
dime hermana si rezas por mi sangre,
tan iguales, yo salí por la puerta de atrás,
hoy y mañana, días de los disfraces,
hoy y mañana, Capplannetta y el mar, 
hoy y mañana y pasado martes 
con el asombro del lunes, llegas tarde chaval.
Llegas tarde y te noto un tanto cobarde,
puntual nací, tarde llegaré a mi funeral.