En nombre del amor que profesamos por Eva, y por la fijación de saber cuán feliz fue la serpiente del manzano, esto, antes de la maldición lanzada por el que con su voz retumbaba todo el jardín, les presentamos, sin ningún dolor de parto, este hijo de colores, polvos santos, desnudos bares y pecados bienvenidos. Enhorabuena Cecilio Olivero Muñoz que procreó a “Cuaderno de píxel”. Desearás haberlo visto todo.
Archivo por meses: enero 2018
estar solo
…Se morirá tu tercer perro y seguirás en habitaciones huecas, donde solamente se amontona el eco partido de tu vacío. Los hombres normales plantarán murallas viendo extenderse la plaga horizontal de tu sequía. Tú sequía de lágrimas contrapuestas porque arde de plegaria la miseria de esta época. Cada cual sigue el rumbo de sus Epifanías más tempranas, y les impregnan de total huella por lustros, hasta que se acostumbra el hombre a ser más hombre, hasta que se acostumbra un zapato a la moldura de un pie deforme, ya está prevista la soledad del boxeador, la soledad del poeta, la soledad del artista, es un desahucio en pijama. El vigilante con su radio se amolda a su soledad pequeña y mientras tanto las mujeres se pueblan de olvido para representar a la flor marchita en su única función de escaparate. Quiero la alegría de los besos primeros, aquellos besos que pronostican la firme tarea de animal libre en un ciento por ciento. En nuestra soledad se ha hecho un murmullo oculto, y todo, para no despertar a los niños, y a las gaviotas que mascan toda la rosada apariencia de las auroras al amanecer. Morimos solos en nuestros rincones, solos, ante el espíritu esférico de los relojes en el ocaso, se prestan las agonías a ser nuestras lánguidas tragedias mientras escarbamos en la soledad, soledad de cementerios silenciosos e Iglesias que el mar no conoce…
autoficción
…¿A qué podemos llamar autoficción? ¿Tiene sentido trocear partes de nuestra realidad para mezclarla con jirones de ficción? ¿Dónde empieza lo real y dónde la ficción? En este blog/web podéis encontrar de todo un poco, es mi tabla de ensayo, mi experimento poético, la parte digital de una novela con dos personajes esenciales que son yo y Capplannetta, Capplannetta y yo, Casimiro Oquedo Medrado o Cecilio Olivero Muñoz. La vida, creo, es mejor tomársela como partículas de autoficción en lugar de tomar aire embotellado a presión y al vacío como lo es la ficción. Uno llega a una cierta edad que ya no se cree la ficción y comienza a leer biografías, ensayo, libros de arte, y la autoficción es el ingrediente perfecto para sazonar a lectores ávidos de narrativa que no se parezca a un prospecto de farmacología, por ejemplo, o a un libro de cuentos infantiles, porque también se puede gozar de la literatura de viajes, o de la novela histórica, aunque para eso mejor de lo mejor es la Biblia, la novela histórica por antonomasia, dicen quienes saben de ello que las mejores escritoras de poesía son por ahora las mujeres, y puede que sea verdad, y escritores de autoficción está Enrique Vila Matas, y americanos ya ni te cuento, Paul Auster es buen escritor, aunque no sé si de autoficción, porque ficción es Roberto Bolaño y es una narrativa estupenda. Los detectives salvajes y 2666 son libros que valen la pena, distraen, son buena literatura. Lo que sí detesto es la literatura isotérica, este tipo de lecturas me llevan a preguntarme: ¿Estamos inculcando a nuestros hijos ser buenos lectores con el fenómeno Harry Potter? La respuesta la tienen los que prefieren la magia de luces fluorescentes y ancianos magos barbudos a los clásicos de toda la vida. La respuesta también la tienen las féminas que se bajan unos puntos con Las cincuenta sombras de Grey…
LiooLi Transit
fuegos artificiales
…Y cuando las caricias pervierten la aurora prematuro será el gemido en el bosque, y cuando las burbujas revolucionen el claustro a presión romperán fuegos artificiales que luminosos saldrán con su esputo caliente, fecundos y emergentes desde la columna griega parten el magma y la canción de la leche que dura siete segundos su singular maravilla, vámonos contentos que el orgasmo nos llama, a ver tan decidida la fuente de esperma, acomplejada la lágrima y la gota de sudor, es el suero pegajoso que preña y nutre el teatro del mundo, la vida es un despertar con los ojos vívidos de las cosas que tejen la rutina de la plaza, fuegos artificiales partirán desde lo oscuro hasta que se iluminen los cráneos de tiempo y de estrella, las luces encendidas por toda la casa acompañan al gemido y al sollozo de la mano, como cuando la recién parida vacía su vientre y la vida es el recíproco fruto del mañana, tres cosas iguales tiene ese fruto, vida, muerte, y milagros que se caen al suelo, fuegos artificiales son la vértebra de la verbena en el lecho de la pareja, los sueños suben los escalones para manchar el silencio, una madre lava y sonríe de alegre sí con rosas en la garganta de la semilla fecunda has logrado que tu hijo sea estampa de su padre, fecundidad para la vida que puebla, de nube y baba serán tu idioma callado, ser salvaje no es un problema, ser animal es la base de este poema…
buscando un mañana
…Los niños hacen cometas que suben al vuelo y en las líneas de extrarradio hacen cabañas donde esconden el aliento de perro y el humo del primer cigarrillo. No se sabe qué les preservará un mañana, un mañana tendido en la muela del juicio, se sabe que un hijo problemático fecundará la llaga que guarda en un pañuelo recogido en un puño prendida de sufrimiento. Madre, yo no sé de amores primeros, tan sólo sé que desmenucé las plumas del pájaro, ese terco pájaro que llaman corazón loco, las cosas que vieron un final de siglo crían moho de herrumbre en el alma, yo me entregué a los nuevos procesadores que trabajan el mañana, yo me di aires de tener un sol cogido por la solapa. Preguntamos a un Dios nuevo cual será la sintonía de los rincones del sueño, y no supo contestar, cuando de repente le dije, que el jazz de las bandas de melaza prieta se enerva en samplers que repiten un desmayo, un desmayo de estrellada aguja sobre el filamento de la noche redonda, él no supo qué contestarme, tan sólo se rascó la barriga y se marchó sonriente. Buscando un mañana sin voz, avalista de los patios sin memoria, donde los niños listos de la clase perfuman de pachuli sus esquinas con musgo, se ha entretenido bien tu pasado jugando a la pelota los sábados y todo para eso, y todo para abrir barriles y toneles la tarde de domingo, donde se exaltará el flash por minuto donde pasa vacío el carrusel deportivo, los astros del deporte siguen siendo un ejemplo, mientras los maestros y los pedagogos se ahogan en el trago de vinagre que el hombre egoísta puso en una pizca de tiña y todo por las guerritas de paz, respetando en los semáforos en rojo el gran gol que revienta en la atmósfera del orgullo, sintonizando el campo de césped un viejo arcoíris por la radio del coche, un viejo arcoíris que se cansa ebrio del blanco y el negro, un lejano arcoíris que ignora la verdad rotunda de las glorias que perdieron sus rótulas, mientras los papeles siguen impresos, y se desnuda el litigio de los clubs por un trocito de mañana luminosa…
el patio de la vecindad
…Cuídate, cuídate del hartazgo, no sea que se seque tu gran esperanza, que cada mes a mes es largo, es largo. Bájate, bájate al rellano, donde haremos énfasis sobre el buen verano, y criticaremos a todo hijo de vecino, así está establecido en las reglas del patio, reiremos de la cojera singular de fulano, con ojos de un ángel desnudo y divino, en la tertulia voraz de un tal mengano, con la modista que dista su eco de hilo de trabajo fino, haciendo de vocero zutano perdiéndose en griterío, con la égloga de ciudad de un perengano que desconocía fuera vecino. No es que se nos acabe el mundo, es que lo que termina es el patio de vecinos, se escuchaban las fritangas hervir y bríndase la pitanza para seguir por el ronroneo de ella, que si patatas bravas, bocata calentito y paella, se escucha a los niños gritar, ponle el chupete y que se calle ese niño, si es que te abría el apetito al entrar a la escalera, mira vecina éramos tres hasta que murió su abuela, ahora somos otra vez tres, ya que en lugar de la abuela puso la nuera, déjate de gaitas que se te queman los molletes, viene este a almorzar, diez y diez son veinte, tienes croquetas en el paladar, dame un poquito de agua ardiente, se recogen las sillas que había en el portal puesto que arriba septiembre, mira vecina vengo a por sal, llévate estas pocas de judías verdes, tengo las puertas abiertas de par en par, anda vecina y ciérrala, no vaya a ser que alguien entre…
naturaleza de una barriga
…Por el año 1998 me diagnosticaron una enfermedad mental, enfermedad que me impidió la vida laboral y someterme a una fuerte medicación psicológica. Por aquél tiempo yo era un chaval delgado, no hacía ningún tipo de deporte y leía mucho (hecho que veo ahora como una bendición), sobre todo narrativa y poesía. Un psiquiatra no te lo dirá, pero la medicación psicológica engorda, hincha y engancha, aunque es necesaria, en su proceso lento ayuda un 55%. Lo demás viene impuesto desde lo que tú pongas de tu parte, que debe ser el equivalente a querer curarte. Nadie dijo nunca que las drogas legales aburren, las que distraen son las ilegales, me abandoné a ellas, hecho que me llevó de vacaciones a un camping barato en Tossa de Mar, y todo para acabar tomando heroína dentro de una triste tienda de campaña. Ahí en Tossa de Mar acabé cogiendo un mal que a nadie se lo deseo, “verrugas plantarias”, son dolorosas, incómodas y contagiosas, y todo por olvidarme de mis chanclas de goma y no haber tomado la precaución de meterme en una ducha más limpia que en la que me duché, pero ¿qué le vas a hacer? Estaba idiotizado, ese fue el principio de mi encierro voluntario, que tras haberme curado de las adicciones, y tras haber puesto Internet en casa de mis padres (esto fue por el 2002) mi vida fue un calvario debido a las curas semanales a las que me sometía religiosamente dejándome imposibilitado y con las plantas de los píes doloridas, ya que me echaba el podólogo unos líquidos abrasivos para después cortarme verruga convertida en pieles muertas, en fin, un infierno que no olvidaré. Fue por esa época, a mis 28 años de edad, cuando comencé a tener tripita, la tripita fue creciendo y creciendo (no toda la culpa es por la medicación psicológica) hasta que acabó siendo una barriga grande y barriga que me acompleja (la gente se sorprende y otra gente intenta hacerte daño porque sabe de tu complejo), barriga que siendo tan joven llama mucho la atención, hay gente de todo tipo, pero existe gente dañina que utilizará tus defectos como arma arrojadiza, hay que tomarse las cosas con filosofía y no culpar a los demás de lo que te ocurra, por eso prefiero antes ser cien mil veces barrigón que una vez déspota y chabacano…
la nada
…El otro día vi a un tipo lleno de tatuajes con una camiseta donde se podía leer la frase “paz, amor y toda esa mierda”. Me gustó. La veo desinhibida, sincera, rotunda, con personalidad propia, es cojonuda. A lo mejor el tipo en cuestión estaba hasta los huevos de hipocresías, falsedades y toda esa mierda. Vete tú a saber, dice mucho de la persona en cuestión, lejos de la ideología política que tuviera esa frase daba confianza, denostaba una persona directa, sin cortapisas y sin una pizca de ambigüedad. El otro día vi a mi padre carente de equilibrio mental, distraído, y empezó mi preocupación por él, tuve miedo por un largo momento de tiempo que se lo llevara la nada. Llámenlo Nada, Alzheimer y toda esa mierda, llámenlo el fin de una persona lentamente y que, cuyo sufrimiento será tan largo y cada vez más inmenso a medida que ésta persona se vaya deteriorando, y que ese sufrimiento, no sólo se haga realidad por el deterioro físico, sino también psicológico, porque a medida que va en decadencia termina por no conocer ni a sus propios hijos, y eso es lo más duro a mi parecer. Yo creo que debe ser como un vacío, como un retorno al estado neonato, es como ser un bebé sin serlo. Es la Nada vacía. Yo antes de que me suceda (tanto a mí como a un ser querido mío) semejante enfermedad prefiero la muerte, si le ocurre a alguien a quien quieres te dolerá su ausencia, el vacío que ha dejado en ti su pérdida, -llámenlo la Nada, la Nada vacía y toda esa mierda- pero sin duda la cruz de olvido acabará por hacer sombra sobre tu frente. Después está la situación de que te haces todas tus necesidades encima: defecas, orinas, vomitas, babeas, hasta puede que eyacules, ¿quién sabe el tipo de Nada que te dominaría en el hipotético caso de que algo así te ocurra? Lo que sí es cierto es que puede que sea la Nada, la Nada vacía y toda esa mierda…