Capplannetta hace balance de agosto

Como todos saben ha sido un agosto muy caluroso y eso me hace pensar que los veranos siguientes serán calientes, muy calientes. Pronto saldrá a la venta mi Poemario verdinegro y espero que sea en septiembre. La editorial Vitruvio me lo publica en la colección Baños del Carmen. Me parece bien, aunque será un libro sin imágenes, como acostumbra Pablo en esa colección. Quiero presentarlo en el centro cívico de Sant Oleguer (Sabadell) y espero que me acompañen gente de mi entorno y Pablo con el gran poeta Pedro Alcarria. Este agosto ha sido un mes lento y si no fuese por mis conversaciones telefónicas entre mis padres y mi amigo Juan A. Herdi hubiese sido aún más lento. Este mes de septiembre también saldrá publicada la revista. Que ya va por el número 18. Estoy muy contento. Es mejor que no se haya publicado el poemario en julio. Hubiera estado parado todo el mes de agosto. Pablo sabe cómo hacer las cosas. Lleva veinticinco años trabajando de editor. Experiencia no le falta. Ahora solo falta que tenga buena acogida pero lo que más me interesa es que se lea. Bueno, el poemario está bien. Y la verdad, estoy tan feliz como un niño ilusionado.

Capplannetta ya no es aquel que era

Recuerdo muy bien a gente con la que he pasado buenos momentos y ahora ni yo ni ellos nos atrevemos a decirnos palabra alguna. Recuerdo a un gitano blanco que me reservo el nombre. Este gitano tocaba la guitarra por flamenco como los ángeles, es decir, como los duendes, porque tenía duende. Era un gitano noble, sencillo y muy cercano. Lo recuerdo con su amigo, que también se hizo amigo mío, un gitano moreno con carnes como el bronce. Eran grandes amigos. Me trataron con educación. Y ahora si los viera por miedo a lo que ahora soy no me atrevería a decirle ni palabra. Él y su amigo son los gitanos más nobles que jamás he conocido. Pasábamos buenos ratos, yo al cante y el guitarrista tenía una destreza en cualquier palo flamenco que te dejaba boquiabierto. Hablábamos de todo lo referente al flamenco, ya que era un gran entendido. Pero de lo que más sabía era de Camarón. Quisiera verlo y hablar con él. Pero mi temor a decepcionarle me haría cobarde. Y no es que sea un cobarde, sino que he cambiado tanto que ya no soy aquel que era, y me duele. Supongo que se habrá casado. Y seguramente tenga hasta hijos. Era tan buen tocaor que tenía una magia tanto como persona como tocando la guitarra. Allí donde se encuentre quiero que sepa que siempre lo recordaré. Su nobleza y la de su amigo me dieron un trato excelente. Le gustaba como cantaba, pero imposible sería compararme con su ídolo, Camarón de la Isla. Pasé momentos gratos de fiesta sin alcohol ni drogas. Por aquel entonces yo tenía un corazón repleto de sol y tenía encanto. No lo olvidaré. Allí donde se encuentre le deseo todas mis bendiciones.

Capplannetta y la paz

La libertad es tan necesaria que muchas veces busco la soledad para brindarme una paz que considero necesaria. Una vez que conoces la soledad no hay compañía que se iguale. Perdí mi paraíso de paz y armonía para llegar a la conclusión de que hacemos las cosas para nada. He visitado varías veces los infiernos y no ha sido plato de buen gusto. He perdido un tiempo precioso, pero si lo miro desde una óptica positiva, al sacrificarme he descubierto el amor verdadero de unos padres que me quieren. Cuando era un niño mi madre me compraba los fascículos del Libro Gordo de Petete. Con el tiempo me enteré que se vendían en todo el mundo hispanohablante. Mi madre siempre ha tratado de culturizarme con colegios de pago, clases de inglés, repaso y libros y enciclopedias que me compraba haciendo sacrificios. Mi familia, o sea, mis padres, han sido metalúrgicos. Todavía recuerdo los enfados de mi padre enseñándome a dividir. Pero a mí no me interesaba dividir, a mí lo que me interesaba era unir. Debe ser por eso que llamo a mis collages mixturas. En las mixturas está el futuro. Las mixturas son una manera más de crear miscelánea y unir para hacer mixta la fotografía en mi caso, y el asunto racial que muchos rechazan. Crear un mundo pangeista gracias a Internet y el software libre es un verdadero deleite y una quimera que no tiene porqué serlo, simplemente el hecho de mezclarse entre las personas es una virtud. No es problema. La homogeneidad de las razas es una idea fascista, racista y intolerante. Yo no creo en la superioridad de las razas. Todos somos de alguna manera una mezcla de otra raza en mayor o menor grado. Discrepo de los nacionalismos y de los pensamientos totalitarios. Creo firmemente en la posibilidad de que este mundo sea una Pangea que unida y sin prejuicios raciales puede llegar a ser un mundo mejor. La verdad, es que hay demasiada equivocación en el tema racial en según qué países. La joya de la corona es la libertad de elegir. Es lo único que podemos apreciar como Libertad, pero en lo demás estamos en torno a un cautiverio de conectividad que pagan los hijos de un Dios menor. Hijos de la derrota que se ven martirizados por la falta de libertad como pensamiento. El miedo es un lastre y la libertad se tiene que combatir sin el miedo al hecho de ser presos de nosotros mismos. Cuanto más libres somos más se recae en el ostracismo y el desprecio. También en la estigmatizada enfermedad psíquica y todo lo que eso conlleva. Ser la risa ante la realidad de los enfermos mentales no es una broma. Es aberrante comprobar que reírse de un loco es de ignorantes y personas sin escrúpulos. Se puede hacer mofa de algo que nos haga reír pero jamás reírnos de la locura, pues ante la locura está el infierno limando su puntillosa realidad.

Capplannetta condenado al ostracismo

Esas personas que presumen de amigos, de reuniones entre gente que son de la misma manera de pensar, que fanfarronean dándoselas de llevar una vida holgada socialmente amistosa, son las personas más resentidas, y a la vez prejuiciosas y necesitadas de ser aceptadas con un trasfondo hipócrita y falso. Yo no las envidio. Necesitan de un lubricante social como las drogas o el alcohol, ya que de no ser así, se vuelven incómodas y se une al hambre de la calma las ganas de beber. Necesitan estar tranquilos y eufóricos, con el aliciente del alcohol. Yo no voy a bares, no me drogo, pero psicológicamente soy un enfermo psíquico. Estas personas psíquicamente son del mismo pensamiento unánime gracias a que estigmatizan a gente como yo y eso les lleva a pagarme con ostracismo y venganza emocional. En realidad no son ni mediocres. Apostaría algo a que no tienen ni un libro en su casa, aunque sí botellas de vino, y cerveza en la nevera. Son gente tan común que son un populacho socialmente elitista en el sentido psíquico del asunto. En realidad son cobardes de la diferencia de la seudo amistad. Hay momentos en esta vida que después de haber sido generoso te pagan con resentimiento como venganza. En realidad se prodigan por las redes sociales como una élite de necios a los que no les importa que otras personas no jueguen su mismo juego de naipes marcados y guiones prescritos por estándares y castigan el libre pensamiento con presumibles maneras de reunirse y publicarlo en las redes. Sé un vulgar que no lee y serás como muchos, lee y serás como pocos. Leer un libro les supone tal esfuerzo que nunca tienen otra cosa encendida ya sea o el televisor o la música comercial que ven como un paso adelante en modernidad. Mi ostracismo es la libertad en soledad. Si me reuniera con ellos o acabaría borracho como una cuba o bostezaría tanto que me dejaría llevar siguiéndoles la razón ante mi sentido de la autoestima. Y no es un problema de ego, es una distinta manera de pensar. Pensando como ellos sería un perfecto imbecil sin personalidad y fuera del colectivo por un ostracismo que les incomoda y los lleva a reírse, incluso a burlar como cabezas cerriles que encuentran su mimetismo de pensamiento en decir chorradas y delirar con el vino que toman como ansiosos de paraísos artificiales. Una reunión de verdad es camaradería liberadora.

Capplannetta y los demonios

Sympathy for the Devil es un tema conocido de los Rolling Stones y en él se mencionan varios hechos históricos donde se le atribuyen al demonio los boicots y conspiraciones a lo largo de la historia. También se pone de antemano que traten al demonio con elegancia y respeto ya que es un hombre de buen gusto y le gustan las buenas maneras. Viniendo del demonio se puede esperar cierta parafernalia vanidosa y mordaz. Sus Satánicas Majestades hacen alarde, sobre todo Mick Jagger, de una ropa en la que hace un juego interpretativo de gran belleza y picardía con un guiño hacia el demonio llevando la actuación a ser simpática. Dostoyevski escribió un libro titulado Los demonios, aunque pudieran ser los demonios de la locura y las almas atormentadas. Los demonios verdaderos se encuentran próximos a nuestra cercana vida rutinaria. Todos tenemos reflejos y aires demoniacos y al mismo tiempo un buen ángel que nos dicta la conciencia. A veces el deseo y las debilidades son tentaciones tan lejanas que el hombre se ha acercado a estas con demasiada frecuencia. Hay un infierno en la tierra. Todo el Siglo XX ha sido una batalla ganada hacia las deidades y parece ser que el Siglo XXI también puede que lo sea. —Los demonios somos nosotros, le dice Malory a Mickie cuando están ante el fuego de la hospitalidad del hombre indígena que Micky asesina tras una pesadilla mientras el indio hace un conjuro chamánico. Es en la película Natural Born Killers para más señas. Oliver Stone hace una crítica a la sociedad estadounidense y su relación con los asesinatos en serie y a veces en masa. Sin duda el infierno existe. En el nazismo cabe la pregunta que ya dictaminó Primo Levi, superviviente del holocausto que nos dice Si esto es un hombre…como queriendo insinuar la falta de humanidad ante la barbarie nazi. Sin duda la Iglesia también tiene su impronta de demoníaca participación, ya desde los Borgia hasta el envenamiento del Papa Juan Pablo I. Desde la iglesia con la inquisición, y tiempos inmemoriales el hombre lleva la sombra de Caín en su idiosincrasia. Como decía el poeta Jaime Gil de Biedma ….sin duda no es un mundo para vivir en él….la humanidad tiende al colapso y su propia autodestrucción. Y esto no es nuevo. Lo podemos comprobar demasiadas veces en nuestras efímeras vidas.

Capplannetta apuesta por el amor

En esta vida de amor y ruleta a veces se pierde y otras se gana. A mí aunque me ha tocado perder, siempre creeré en el amor, la amabilidad y los sentimientos puros. Pienso que el amor es la verdadera razón por la que se merece vivir. Sin amor la vida es nula, vácua, yerma. En la vida se pasa por distintas etapas en el que se va vislumbrando el amor de poco a poco. Encontrar el amor en tu vida es un deleite. Es la razón por la que emanan todas las cosas bellas. Por ejemplo, el hecho de ser amable y agradecido. Cuando muestras amabilidad y simpatía, al igual que empatía y amor por tus semejantes, la vida te sonríe. Y como bien dice la canción de Serrat …a menudo la vida nos besa en la boca y nos invita a tomar café…. La vida tiene momentos realmente bellos. Como …y te sientes tan feliz con ella como un niño cuando sale de la escuela… y referente al amor puro hay cosas hermosas que despiertan los buenos sentimientos. Por ejemplo, la sonrisa de alguien inesperada y verdadera. El amor puro es el hecho de ser correspondido cuando se ama. A veces tienes la suerte de que te quieran y que tú también ames, pero no todo es de color de rosa, y los días no siempre son de un color azul. A veces el desaliento y el tedio se vuelven en nuestra contra, y entramos en una dinámica de agobio. Este post es un elogio al amor. Al amor con ganas de ser real. Duramos demasiado poco tiempo como para malgastarlo en rencores y malos sentimientos. Hay quien goza de la vida entre fiestas y ágapes festivos. Pero como mejor ser goza la vida es sonriéndole como si fuese lo último que hagamos.

A Capplannetta ya no lo conoce nadie

Solo se quedó en la calle con un puñal en el pecho y no lo conocía nadie…Estos versos de Federico García Lorca y cantados por Camarón de la Isla dictan una sentencia verdadera. Como la vida de las ánimas que se entregan a la ley de la calle. O a la ley de las masas que se presentan buscando un porqué a tan indudable pesimismo. No pretendo ser derrotista, pero desde un tiempo hasta aquí no conoce Capplannetta a nadie y a él tampoco lo conocen. No es que ignore, pero tanta realidad tengo asumida que ya no me asombra nada. Solo ando de traspié en traspié, cruzando fronteras sin nombre, y ya no confío en la difícil cuestión del vivir. La vida me ha enseñado que es seriamente dura. No es fácil para nadie. Entre la locura y la cordura que a veces me regala la tranquilidad, vivo mis días y mis noches solo pero con ciertos matices de rebeldía que nunca llega a buen puerto. A veces naufragio y otras me envuelvo de tempestades que me hacen un desconocido para quienes antes fueron amigos. Mi inocencia me llevó a pensar que la amistad era algo sincero, pero pronto cuenta me di de que era otra mentira más tras el envoltorio de lo absurdo como de la realidad más absoluta. No le pido a la vida nada más que paz. Paz serena, sin ambages ni titubeos. Ya tengo una edad que he visto el gran teatro del mundo y he estado muchas veces acompañado por la divina providencia y por las sombras y los demonios. No juzgo a nadie, pero ya no soy aquel que era. Mi inocencia se pudrió como los comestibles en el verano, pero todavía aún tengo esperanza.

Capplannetta manda flores a María

En el verano caluroso del 2022 le prometí a María deshojar la margarita. Me dijo; bueno, no me dijo nada. Y no lo digo porque me duele que le duela. Que le duela confesarlo, decírmelo. Un día de agosto, cuando en la quietud de la noche, te invité a que vinieras a mi encuentro. Pero ya es tarde. Es tarde para cruzar bahías a nado. Es tarde para todo lo que ha invadido el polvo. Te mando una flor María, o tal vez mejor un ramo. El caso es que las flores se vuelven marchitas cuando el silencio lo dice todo, cuando la primavera no encuentra al sol, y cuando los relojes se aproximan al temblor de los nerviosos péndulos, y cuando suenan sus timbres dan miedo por ser campanas del alba de Londres. Las flores son para los amores tardíos y para los enfermos en una cama. El florista se emplea bien haciendo tirabuzones de briznas vegetales. A las flores de María ponerle espigas, para la guerra del pan, ponerles lazos de colores, ponerle una nota que yo la dicto. Las flores para María se cansan de auroras que se desmayan, de febriles enamorados sin sangre. Una suerte sería tocar el cielo con mis manos y cantar la canción que no se oye, que no lastima, que se emancipa como la pobreza del pueblo. ¿He dicho emancipa? Al pueblo llano y andariego no lo deja el capital emanciparse. Porque creen que el pueblo sin dinero es como mejor se puede dominar. Los policías llevan pistola para matar a los jilgueros de madroño rojo. Una virtud del silencio es contemplar una realidad. Callándola, como acurrucada en un puño. Como surgida de la muerte social y volver al mundo ruidoso con una alegoría de las sombras.

Capplannetta con flores amaría

Fui feliz, realmente feliz, en la primavera de mis diecisiete años. Las flores caducan, los veranos asfixian la savia vegetal de los tallos y el olor de los jazmines es veraneante en la noche sureña. Las chicas amarían desde la altura de los cielos y en ellas evocan las flores sus resueltos aromas. Una flor de primavera es diurna y frágil. Como la hierbabuena en la sopa. La luna templa el mar, se elevan las mareas hacia el orgasmo del horizonte. Un presagio de dulce beso en la espesura de la hierba, andas con labios trémulos como la carne que tiembla. Yo no quiero morir de amor en primavera, tampoco en el verano, yo quiero morir cuando los secretos se abran como mándibulas bostezando. Seguiré siendo yo mientras desnudo tu cuerpo de seda en la inquebrantable noche de tus pezones oscuros. Tu piel oscura es belleza de la luna terca de sol. Que brilla, brilla y brilla como un intenso blanco de marfil redondo. A bordo de mi esperanza caben todos los secretos y si alguna vez cometí el error de romper la fuente de cristal, se extinguirán las palabras como mamuts de derrotada vida salvaje. Un pétalo es como una pestaña que cae en un libro. Un suspiro es una gota de esperanza en el trayecto. Un sueño es un simulacro fecundo de esperma onírico. La mujer que me quiera, que me quiera tierno como un brioche en la leche. Con flores se aman los jóvenes que se estropean al paso de la ira. La rabia hará su trabajo como un niño que cae en un cactus. Cien besos puros valen más que todas las plegarias al Dios adolescente que sonríe azul en la temporada señalada. Un libro hay en cada conciencia que se desnuda.

Capplannetta y la dimensión desconocida

Encontrar la gran verdad gradualmente es el hecho que me ha aportado miedos, decepciones y desencanto. Pero también, cuando estoy de buen ánimo, es un tesoro en el que el mundo ha conspirado de manera inteligente, de manera paulatina. Ya los filósofos estoicos han dejado una obra que permite entender las cosas de la vida en consonancia con la realidad. Para mí encontrar una dimensión hasta ahora desconocida me ha dado algo a lo que he estado preparado sin yo saberlo. Los existencialistas (franceses y alemanes) también hacen un aporte importante sobre esta dimensión desconocida, que es sino la verdadera razón que los hombres y mujeres lamentan a veces y otras la vanaglorian. En este mundo hay distintas dimensiones. Pero eso hace del mundo algo alucinante que lo que calla la boca sobre el amor, en las miradas deja de ser secreto. La dimensión desconocida es una espiral por el que cada cual anda su destino. Hay algo cierto en las enfermedades mentales, que es sujeto y no objeto. La verdad de los hombres nos lleva a la conclusión de que este mundo es importante, tanto que siendo viejo y en decadencia absoluta, nos emplaza en distintas naturalezas que existen en cada criatura de Dios.