paseando te vi bonita

Paseando te hacía bonita
solamente con mis buenas palabras,
paseando cerca de mí lucías bonita
y canciones de amores me cantabas,
paseabas conmigo inscrita
como un tatuaje en el corazón del agua,
paseando te vi más bonita
que los soplos de mi nostalgia,
paseábamos en coche por la nochecita
y te traías unos bocatas de tu casa,
bajábamos a nuestra cita
a ver las puestas de sol anaranjadas,
te bañabas como una florecita
en las aguas en la noche ya templadas,
cruzabas un campo de verde trigo
y por la hierba te revolcabas,
te reías y por verte sonreír te digo
hay tanto ruido cuando tú te callas…,
que el silencio en tu presencia sigo
ya que en el desierto no debe haber nada,
me enveneno la paz si no es contigo
cruzar la última frontera sin alambradas,
ven a mí descalza de rimas, conmigo,
entre las imágenes de redondas metáforas,
no quiero contratos de Iglesia ni notarías,
no quiero una palabra mejor que otra palabra,
no quiero ni sermón ni habladuría,
no pretendo una boda o un abracadabra,
mejor la desnudez de noche y de día,
no pretendo un juez automático que habla
y que te diga aquello que en el amor sabías,
el amor es cosa de mucho ruido que calla
y cada palabra dicha respire de luz todavía.

un loco más

Hoy miro la vida como los demás
pero con el punto de sal que da sabor a lo pequeño,
hoy hago y deshago en la pleamar
y busco rincones palpando en el laberinto ciego,
no creo quimeras que te hagan ilusionar
pero sí creo deseos que saciaré de momento, 
hoy presumo de tener razones por las que soñar,
sin cortapisas, sin desconcierto, sin desconsuelo,
creo haber tenido tantas veces que volar al lugar
pero hubo un buen trayecto en cada vuelo,
hoy no hago diferencias en juzgar para mal
aunque deshoje margaritas y me crea algún cuento,
no pretendo ciertos enigmas descifrar,
ni entrar en la casa aquella de caramelo,
no tengo ganas de sembrar y sembrar 
para desafiarme la cosecha en una tormenta luego,
algún enemigo quedará en el desván,
hoy prefiero dejarlos en el cuarto de los juegos,
en esta mansión que es el mundo no se puede hablar
ni presumir ya que carecen los otros y por respeto,
este mundo es una mansión sin fregar
llena de muebles y habitaciones con mucho trasiego,
hoy ya no me acuerdo quién quedó atrás,
bastante tengo yo con lidiar las batallas con fuego,
no me apetece criticar al mundo que es mi hogar,
prefiero mirarlo de cerca y comprenderlo,
hoy no quiero borrones en los que tropezar,
me esperaré en el rellano a esperar que seque el suelo,
no quiero dar explicaciones de quién me hizo llorar
que sospeche la gente, vivo feliz con mi manojo de sueños.

Ey, piénsalo bien, en esta vida eres un loco más,
no importa quien cumpla condena, quien te hizo relevo,
no importa por dónde vengas mecenas,

si al fin traes paz,
mejor antes de preocuparme por lo que quito 
lo hago por lo que me llevo,

mejor que quedarme quieto,
al final me muevo.

Mejor que dejar a medias crucigramas, 
los resuelvo.

lo siento por Madrid y su pianola

Qué llorón el lunar salvaje prescrito
en tu santísimo bandoneón,
como grita un poco roja mi aurora 
es como meterse en los libros de Baroja,
de igual manera de que tu corazón
lamenta en círculo al acordeón,
siempre he dudado de mujer ecléctica,
de exuberante, de retorcida, de sofisticada,
y en la manera de tu guitarra eléctrica
brota un punteo que pone lívido tu minifalda,
me encuentro en un bar con rudo timbal
y con rumbosa que halló todito el percal,
para aquél que sin ton ni son
les saque las mimbres a mi cajón,
a mí me gusta el carnaval en el bulevar 
donde para hacer percusión una batería
y todo lo que con bataca sonará
gritaré un aullido por esta garganta mía,
cómo pude caer yo tan bajo
con ayuda de Dios y aquél contrabajo,
ese que llevamos cuesta abajo
por rambla esquina Plaza Cataluña,
ponle a tu guitarra la cuña que cantaré alto
que a mí me gusta zimbrearte Lola
y como nadie lo hace la guitarra española
y la noche del hawaiano,
con su pertinaz saxofón de jazz,
con su tío Perete y su clarinete,
con su hermana Mónica y su armónica,
a mí lo que me gusta es un mariachi
marcando su do de pecho y diciendo
porque sigo siendo el rey, qué chachi, 
y poco a poco irte descubriendo,
entre tango, vals, guaracha o milonga
tal vez me ponga a bailar la conga,
y el piano que me quiere ponga las de San Diego,
lo que ponga, a mí me quiere la guitarra
y no el charanguito, la guitarra española,
lo siento por Madrid y su pianola.
Lo siento por mi mes de Abril y su secreto.
Lo siento por mi tristeza y mi primer poema escrito.

pobres solitarios

Todos somos unos pobres solitarios, cuando nos damos cuenta de ello una sombra de miedo y terror se posa en nuestro hombro de seres humanos. En la autopista hacia (las lindes de las cosquillas de deseo e instinto) los placeres de vida en común caminan millones de nadies con un nadie que lo espera para la cena, al fin y al cabo, no es tan malo luchar por el apelativo «single» , no es tan malo tener tu independencia y disfrutar de tu parcela de solitaria ‘desdicha’ aunque en todas partes esté escrito que las personas debemos casarnos, puedes estar rodeado de gente y estar más solo que la una, también puedes estar solo y darte cuenta de que tu independencia es lo más valioso que te queda. Esta noche brindo por los Nadies, por ese montón de singles que viven su parcela de soledad lo más independiente posible.

el último autobús

ultimo-autobus-00

Puede que este maldito autobús
me lleve hacia la derrota,
voy de boca en boca
créeme tú, es la noche mi luz,
yo agarro este último autobús
borracho de todas las cosas
que vuelan alrededor venenosas
y hacen de mi cruz virtud,
puede que brinde a tu salud
porque la pena borracha flota,
no creas que esta pena mía se ahoga,
aprendió a nadar en el último autobús,
yo no te digo ni mú
que yo, este hombre, te quiso rota
y por estar rota lo dañaste
dándole veneno en la compota
y tú besándole disimulaste,
brindo, brindo a tu salud
y mi borrachera caminará sola
como perro de nadie mueve la cola
y se me va en el último autobús.