Paseando te hacía bonita
solamente con mis buenas palabras,
paseando cerca de mí lucías bonita
y canciones de amores me cantabas,
paseabas conmigo inscrita
como un tatuaje en el corazón del agua,
paseando te vi más bonita
que los soplos de mi nostalgia,
paseábamos en coche por la nochecita
y te traías unos bocatas de tu casa,
bajábamos a nuestra cita
a ver las puestas de sol anaranjadas,
te bañabas como una florecita
en las aguas en la noche ya templadas,
cruzabas un campo de verde trigo
y por la hierba te revolcabas,
te reías y por verte sonreír te digo
hay tanto ruido cuando tú te callas…,
que el silencio en tu presencia sigo
ya que en el desierto no debe haber nada,
me enveneno la paz si no es contigo
cruzar la última frontera sin alambradas,
ven a mí descalza de rimas, conmigo,
entre las imágenes de redondas metáforas,
no quiero contratos de Iglesia ni notarías,
no quiero una palabra mejor que otra palabra,
no quiero ni sermón ni habladuría,
no pretendo una boda o un abracadabra,
mejor la desnudez de noche y de día,
no pretendo un juez automático que habla
y que te diga aquello que en el amor sabías,
el amor es cosa de mucho ruido que calla
y cada palabra dicha respire de luz todavía.