Capplannetta y lo que verdaderamente importa

Que no se debe ser ni racista ni xenófobo ni homófobo ni fanático no es sólo un aliciente para demostrar que eres buena persona, es además una obligación que lleva implícito que no se debe ser hipócrita y sí honesto, que no se debe ser cínico y sí sincero, que no se debe ser despreciable y sí amable. Porque es un hecho que no debe reivindicarse, sino que debe darse de forma natural, aprendamos más de los niños y los ancianos, y no tanto de ismos y vertientes beligerantes y pretenciosas. Que nadie es más que nadie, ya sea de la religión, nacionalidad o condición social que sea. Pero todo esto es tópico pueril, y cuando se le atribuye a todo esto el término de tópico, unido a este, al de pueril, las cosas no van bien, y no es nuevo. Somos la escaleta de una aventura que vivimos desde los ojos del yo interior, de nuestra presencia íntima y ególatra. Dejemos atrás las retóricas, los academismos, dejemos atrás el patetismo humanista, hagámonos amigos, busquemos otra verdad, compartamos, mezclémonos, que el mundo no sea un dime y direte, o un toma y dale, o un saca y mete, el mundo, esa piedra azul en la que vivimos es el único lugar donde podemos estar, hagámoslo confortable. Basta de egolatría, basta del suma y sigue, ya sé que todo esto suena muy hippie, pero no es hipocresía, es lo que verdaderamente importa ahora, ya, hoy, en este mismo instante. Ahora. 

Capplannetta y otra crisis de la cultura

Tengo un hermano técnico de electricidad en conciertos y lugares donde hay mucha concentración de personas, por lo que la empresa donde trabaja está parada por el puto COVID-19. Al parecer le han dicho en la empresa que va para largo, y por lo que parece, va a peor la cosa. La gente (y el gobierno) se queja de que hay que dejar distancia de seguridad e ir con mascarilla, pero no dice nada al respecto sobre el efecto llamada al turismo. No remedia que los temporeros de Lérida y Huesca estén en condiciones paupérrimas y por eso sea zona de contagio. Tienen a Barcelona en Fase 2 y esto tiene pinta de ir a peor. El mundo de la cultura de gran público, las librerías y los museos se ven afectados por este desarrollo de la progresiva pandemia. Como dice un amigo, esto tiene carácter de distopía, y de hacer ver que las cosas están bajo control y es por el hecho de salvar al turismo. Nada más por eso, el turismo es la base de la economía, ya que nuestra principal fuente de crecimiento es el sector servicios. El fútbol ha acabado su liga, pero no se hace teatro, no hay cines, no hay conciertos, las librerías están cerrando a montones, y los museos aguantan porque están subvencionados y protegidos por el estado. Pero toda la industria de cultura y ocio está de brazos cruzados, repito, no se hacen conciertos ni fiestas populares, por lo que los feriantes también es un sector en crisis. Las discotecas cerradas, sólo bares y más bares, la España de la borrachera, Lubricante Social como bien dice Frank-T. Echan la culpa a los jóvenes de que hacen botellón y hay mucho contagio de juventud, esperamos acabe bien.

Capplannetta y la prisa cronometrada

Prisa en la desesperanza, es un artefacto que se descompone. Un atril en un teatro antes de comenzar la función, una rodilla que cruje de tuétanos y sangre coagulada. Todo esto son retazos de recuerdos que se esfumaron en el olvido. Simular paciencia cuando estás desesperado es una autocrítica de preámbulos por las que derramarte, por el esperar mientras ayuno. Busco un lugar hacia donde ir. Un sitio en el que presentar mis credenciales, ya que no tengo lugar donde presentarme, y mucho menos, donde presentar credenciales. Quisiera encontrar a alguien que me dé una carta de recomendación, pero no dispongo de grandes proezas, nunca fui un buen empleado, ni soy ciudadano ejemplar. No digas que este poema en prosa se abre de pétalos como una flor, basta, para mí ya se acabaron los poemas escritos en la arena del mar, para mí ya se suicidan los largos poemas con una promesa mundana. No quiero engañar al lector con costuras, ni con bisagras ni cerrojos, quiero ser yo, aunque tenga la prisa de aquel que tanto me hizo esperar por una dosis de veneno. Ni las plegarias se han hecho para mí, cada vez me acerco más a escribir la última elegía, todos escriben sus memorias, yo me olvidé de mi pasado, ahora que me he hecho un hombre bueno, ¿me queréis devolver la libertad que era tan mía? Y la respuesta es no, prendieron fuego a mi paraíso, mientras yo vegetaba con la carne de mi primer orgasmo de primavera. 

la glándula pineal

Mientras los niños jugaban yo me decantaba por los vídeos de YouTube: odio la televisión, cualquiera que sea el canal. La niña estaba jugando con la tablet y el niño con los videojuegos comprados por su abuelo. En uno de los vídeos aparecían Los Rolling Stones y cantaban Angie, siempre me ha gustado esa balada, estaba tarareando la canción sin mirar a la pantalla del televisor. De repente, la niña, Úrsula, me dijo: los guitarristas del grupo se ríen del cantante, y yo le dije: -¿de quién? ¿De Mick Jagger? Y la niña asintió. A mí me cae bien Mick Jagger, pero no pude hacer otra cosa que reír, la niña era una auténtica crack. Había visto un detalle y yo que ni cuenta me había dado. Comprendí entonces que la niña Úrsula era muy observadora, y además con nueve años entendía muy bien el lenguaje no verbal. Pero esto que cuento es una pequeña anécdota. A los niños de ahora les llaman Milenials pero tienen una inteligencia muy de niños mayores, comprenden mejor el mundo nuestro más que nosotros mismos, que somos los que lo controlan. También tengo otra anécdota con mi hija Úrsula. Fuimos hace unos días a un cumpleaños infantil y vimos en el festín un señor que comía empanada de carne con ansia y bebía cerveza. Mi hija Úrsula me dijo: -Mamá, ese señor come y bebe mucho, por eso va desabrochado ¿verdad? Yo creo que le va a dar un ataque, añadió. Éste hombre que les digo era un señor obeso amigo de la familia del niño que cumplía años. Estuvimos un rato. El niño, llamado David, era un compañero de clase de Úrsula,  ella ya le había dado su regalo, y lo había abierto. Al rato de romper la piñata nos fuimos. Pasaron algunas horas y nos fuimos a cenar los cuatro al McDonalds que hay en el Parc Vallés de Terrassa. Mientras cenábamos llamaron al móvil, era la madre de David que estaba muy sofocada, yo lo atribuí al cumpleaños y al mismo bullicio de la fiesta. Y me contó que al poco rato de irnos a un señor gordo le dio un paro cardíaco y tuvieron que llamar a una ambulancia. Desde ese instante empecé a mirar a Úrsula con otros ojos, sin duda, es una niña especial. Tiene cosas así, como lo demuestra el caso los Stones, es previsora y muy observadora. Su abuela dice que tiene el ojo de Horus desarrollado.  Se cree que los egipcios simbolizaron el ojo de Horus como la glándula pineal, es un don que tienen algunas personas mágicas. Y yo creo que Úrsula lo tiene. Es como reír, a veces te ríes tú, otras veces son otros los que se ríen, en el mundo no hay gente igual, hay gente para todo. Por ejemplo, mi hijo pequeño, Unai, dice que es un otaku y yo le dejo, él se define así. Si hubiera gente igual qué aburrido sería el mundo, y qué insulsa sería la vida. C’est la vie, mesdames et messieurs. La vie est un mystère. 

Capplannetta cuestiona la familia

En el poema elegía El Jardín amputado (The Severed Garden) de Jim Morrison, dice lo siguiente en los dos últimos versos (…) prefiero un festín con amigos/ que una familia gigantesca. Bien, he empezado este post con este fragmento porque me parece muy significativo. Me parece un ideal de vida muy inteligente, si después lo contrastamos con la biografía del cantante y poeta podemos ver que era algo más que una declaración de intenciones. Las familias están rotas siempre, lo que ocurre que lo que mantiene unidos a sus integrantes son los progenitores, a veces los progenitores van cada uno por su lado y juegan al nefasto juego de a ver quién puede más, y se convierte en un tira y afloja por parte de los progenitores. A esto lo llaman familias desestructuradas. Y me parece aberrante, pero también me parece aberrante, además de un espejismo el que familias con los dos progenitores juntos fallezcan ambos y la familia se disgregue, sobre todo por herencias y rencillas de antaño. A esto lo llaman familias buenas. Considero que es todo una hipocresía, pues yo no creo en el matrimonio ni como institución, ni como cónyuges de una unión que es un mero artificio, ya que no he visto ningún matrimonio feliz del todo. Y si lo hay siempre habrá un resquicio que fastidie el idilio y se convierta la historia, si no en un drama, en una tragedia seguro. Sí, soy pesimista. Considero que es todo una transacción para dejar las cosas arregladas para cuando llegue la parca. Y esto no es nuevo. Muchos hombres creen que preñando a la madre van a tener familia de por vida, y ahí está el error, la mujer de hoy es independiente y no necesita ni marido para quedarse preñada. Hoy las mujeres han avanzado mucho, y todavía existen hombres de cromañon que son de la idea de si no eres para mí no serás para nadie y ahí radica la idea de tragedia, pero esto ocurre hasta en las mejores familias.

Capplannetta y el Hollywood en decadencia

Ya se acabó el Hollywood de los clásicos (salvo excepciones), a mi parecer se hace mucho mejor cine en el extranjero que en el propio Hollywood. Ya se terminaron las grandes producciones clásicas como Apocalypse Now, Ben-Hur, Espartaco y un largo etcétera. Para alejarse del papanatismo de la era Trump es, sin duda, mucho mejor el cine independiente y que crean Clint Eastwood o Woody Allen. Luego están la historias del mexicano Alfonso Cuarón, y los hermanos Cohen. Después tenemos a Alejandro González Iñárritu y también Sam Mendes, salvo excepciones, repito, todo es cine de palomitas con una demanda asombrosa. Por eso cierran salas de cine tanto como bibliotecas. Todo aquel glamour plagado de leyendas outside del estudio de rodaje se fue al garete. Antiguamente el cine en Hollywood era algo más que una industria, era una manera de vendernos el país y todas sus marcas. Era una tribuna propagandística excelente. Ahora que el cine In Streaming ha entrado de lleno en nuestras salas de estar vemos un modelo de hacer cine que dista del que se hacía anteriormente, aunque es algo mejor que el cine de palomitas, me refiero a las Series, a mí la única que me ha atrapado un poco ha sido El Ministerio del Tiempo pero esta serie, que es buenísima, además de realizarse en España cuentan historias desde la historia, valga la redundancia, y esto la hace mucho más interesante. Ahora, se han implantado el grupo Disney ofreciendo. cine y dibujos animados para los pequeños. Yo tengo a mi sobrino enganchado. Esto viene al hilo de que es importante acostumbrar a los niños a introducirse en las historias, a ciertas edades ya sea sabe. A mí por ejemplo, me gustan los dibujos animados de los Simpsons, los considero muy originales, es obvio, de Estados Unidos salen, han salido y saldrán cosas buenas pero lo más importante es que tengamos el deber o la intuición para hacerlas nosotros también. 

Capplannetta habla de sus mixturas

Antes que nada quiero dejar claro una cosa: si me he apropiado alguna vez de una imagen es por gusto (buen gusto) estético. Ha habido momentos que la figura representativa, es decir, la imagen, era tan buena que sólo he tenido que cambiar el fondo, pero el resultado, ustedes pueden juzgarlo, ha sido óptimo. Yo me considero un Mixer. Por eso lo de mixtura. Hace poco me dijeron que la palabra mixtura aquí en España está en desuso. Puede que sí, ya que yo la he adoptado de una bebida que probé en Perú, y tengo la confirmación que en Brasil es mistura, en lugar de mixtura. Si en algo he podido perjudicar a algún artista insertando mi logotipo en la mixtura ha sido porque la mezcla de imágenes sí es mía. Sin embargo, yo creo que la palabra mixtura va más allá que la diferente manera de denominar un collage. La mixtura es el futuro. ¿Porqué digo esto? Porque lo creo concienzudamente, me atrevo a adelantar que no sólo es el futuro, que será la forma más digna de vivir. El Siglo XX nos ha traído grandes cambios, como varias revoluciones industriales, la conquista del hombre en el espacio, y muchos avances han sido una realidad. Después está el siglo XXI, siglo de la cuarta revolución industrial y las sucesivas; siglo, aunque con ciertas distopías, habrá grandes hallazgos en ciencia, medicina, ecología, biotecnología, esto engloba tecnología cuántica y otros  avances espaciales. Yo sólo soy un Mixer, mezclo Píxel, palabras, mixturas. 

Capplannetta hace examen de conciencia

Escuchando la canción Ojos de Perro Azul de Rubén Blades (canción que compuso junto con el fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez) se canta que la gente que le tiene miedo a la vida es algo cobarde y una lástima para aquellos que disfrutan de la vida, y añade, que tenerle miedo a la vida es triste. Yo no es que le tenga miedo a la vida, pero de mis dieciséis años hasta los veintiocho he vivido intensamente, con historias de todos los colores, yo también he sobrevivido al día y a la noche. Después de casarme y después divorciarme he vivido a mi manera, y ahora que rozo los cincuenta no es que le tenga miedo a la vida, aunque sí respeto. Le he visto las orejas al lobo y me he metido en muchos problemas, problemas que debido a mi situación económica pagaban el pato siempre mis padres. Y ya, al fin, he decidido rezagarme de problemas y malas compañías. Yo siempre digo que la juventud es empezar a comer por el postre. Ahora quiero estar tranquilo. Hacer sufrir a mis padres lo menos posible o nada y vivir en paz, sin problemas. Es curioso, en el atardecer de mi vida me he vuelto un ser timorato, no quiero líos. Yo creo que mis padres se merecen tener paz los años que les queden por vivir, pero he vivido, y sin ningún miedo,  aún hoy no padezco miedo, pero sí es verdad que guardo cierto respeto a la vida. Así estoy bien, no me falta ni la leche de las hormigas, y ya, por fin, dije basta, no se debe ser egoísta, pero a veces tememos más desde la ceguera ignorante y lo que mal interpretamos.