Se dirán el día después ‘ya lo hemos hecho’.La noche de bodas será como todas, de las corrientes, existe demasiada mitificación y leyenda urbana sobre la gran Noche de bodas, la Noche de bodas es mejor todo lo que dure el matrimonio, y no sólo un día donde el mito tilda de un absurdo evidente. Lo importante es la felicidad dentro del matrimonio, estar siempre unidos, no faltarse nunca el respeto y sobre todo ser sensatos, sensatos con el dinero, sensatos con los hijos, y sensatos con los familiares que están alrededor. Cuando un matrimonio fracasa, fracasan los dos, y no es del todo un fracaso, es hartazgo y el colmen de un amor que se imprimió en las páginas de un obituario. Hay archivados óbitos de matrimonios en los anaqueles infinitos de la vida humana. Lo triste es fingir, quererse porque sí, aguantar y aguantar, ese, ese sí que es el verdadero fracaso.
Archivo por meses: agosto 2014
niña
Hago tuyas todas las canciones de tiempos párvulos, las identifico contigo y me revuelvo de lamentos en la flojera de los recuerdos. Y todo esto lo hago porque te indago ya niña en las comisuras de la melancolía, pues siento nostalgia de tu alegría de niña ácida como el azufre de un volcán adormecido. Ya no quiero volver andar lo pasado y quisiera deshacerme de esa niña a la que le tengo tanta pena que tontería sería ser tu dios o tu padre, el caso es que me hace daño tu recuerdo, y sí sufres en la vida es por tu actitud, niña, muñeca, o ángel caído en mis brazos.
prefiero
Prefiero escuchar el grito de júbilo del hijo de mi vecino de arriba en esta noche callada que el estruendoso aullido de mujeres desesperadas, aullidos desgarrados, como si quemasen en la hoguera a las mujeres inocentes ante una masa enfurecida. Prefiero escuchar la flauta desafinada con tres notas del hijo de mi vecina de abajo que la prosodia maliciosa de los que señalan un aullido interior, así, así, tabla de juego de mesa desplegada para estar tranquilo, mientras que las risas en la reunión de los corazones limpios se expande como un colibrí mágico dibujando un mundo feliz. Lástima que la dicha salga por las cloacas haciendo muecas, lástima que los corazones estén hechos para lo que llora la memoria.
lo siempre dicho
Hoy quisiera contar algo que los seres humanos conocen demasiado. Algo que muchos escritores ya contaron y se les cansó la tinta repitiéndose como cuando llueve sobre mojado. Quisiera repetirme como ellos, pero ¿qué remedio pudiera el ser humano dar como una balsámica cura contando lo que otros ya contaron, díez, cien, mil, miles, millones de veces? Como en un coro por individuo, soledad por soledad, persona que suda y golpea un muro, hoy ya no es hoy, hoy ya está todo dicho, y todo lo que yo, un ser humano, pudiera contar sobre este tema está demasiadas veces pasado por las aguas de un molino, y todo aquél que no tenga una solución para dejar ya zanjado este tema es un hombre corriente, aquellos que redundan en lo mismo están condenados a contar lo que todo el mundo sabe y por ellos, sólo por ellos, se custodia en las entrañas de este mundo.
una foto de un mojito
Ver mojitos por las redes sociales sobre un telón de pixel con carne de inquina, salvaguardar las distancias, yo no envidio a nadie, ni siquiera a los felices, porque en la sombra todos los Pinochos son de madera. Yo envidio a mi padre, a mi madre, tantas decepciones y todavía no se han cansado. Hubo una vez que las cadenas eran de goma y por eso no pesaban, a más años más lentitud, qué bueno por mis padres que no se han cansado, y llevan desde hace 27 años que no salen de vacaciones, ellos dicen, las verdaderas vacaciones son las de rico, qué bueno por mis padres que no se han cansado, cansarse, como un ramillete pobre de margaritas en un erial siempre meadas por los perros de los alrededores. Hubo una vez que los tiempos eran pan de miel y venían los amigos como moscas, porque entonces había Maná que desangrar en el silencio. La envidia, yo no envidio al que al darle de mi mano marchó con otros vuelos, todas las palomas del parque son palomas, y perecen unas y son nuevas otras, y yo voy envejeciendo y los tiempos mejores son los que dejemos en el armario empotrado del miedo. Por eso yo aprendí a ser viejo, ahora que quiero ser niño las arrugas son una mentira que inventó cualquier espejo.
contar historias
Es un lúcido deleite el contar historias no contadas nunca. Se concibe la naturaleza de ficcionar entre la naturaleza de decir la verdad para ser justo y evocar ensoñaciones que nos saquen de un tedio de pesadumbre. Hoy podía contar tantas cosas que mi corazón vivió entre la fibra de otras verdades u otros corazones que al compás de la alegría y la euforia se fueron apagando hacia tiempos de lentitud y hacia tiempos de dicha disfrazada. Hoy puedo, lo sé, contar la historia más dulcemente engañosa en la que sueñe el peregrino de almas que donan, contar la historia aquella del Chano, hombre de coñac y caspa en los hombros, la historia del músico saxofonista de jazz que se perdió entre otras historias ya contadas, inventar por invertar, crear para destruir, destruir para crear de nuevo desde la nada absoluta, la hoja en blanco, pared de medicina mezclada con tinta china en la que una hormiga deja sus huellas al lector ocasional, virtud de bálsamo redentor en la que el consuelo es una mitad que pisotea encabezonado a la tristeza.
cosas de niño
Cuando era un niño y me daban un beso me frotaba justo después de haberme dado el beso. Las mujeres no pinchaban, te dejaban la señal del pintalabios en la cara, al frotarme parecía luego que tuviese las mejillas sonrosadas; cuando te besaban los hombres entonces si notabas los pinchazos del pelo duro de sus caras. También me frotaba, con más fuerza, cosas de niño. La familia de mi padre es más besucona que la de mi madre, por eso cuando visitaba a la familia de mi padre a quienes más me gustaba besar era a mis primas, también besaba a las primas de parte de mi madre, y eso que éstas ninguna solía besar, pero yo las besaba, entonces ellas cuando las besaba se frotaban tras besarlas sus mejillas, qué desilusión.