Echarle huevos al asunto

Yo creo que para escribir algo que valga la pena tienes que prescindir de pudor (sin ser ordinario), tener originalidad y echarle huevos. Ser valiente es fundamental. Escribas lo que escribas tiene que ser como el que le escribe una carta a su novia repleta de obscenidades, pero ocultas tras el buen gusto y el vocabulario sin ser demasiado soez. Por ejemplo, una novela que no diga tres verdades y una mentira, y al menos y una medio verdad, no reúne los requisitos para que ésta sea medianamente interesante, es más, es hipocresía. Lo que hay que añadir que no es o no tiene que ser una novela donde se ponga en entredicho tu educación, evitar la pornografía, pero con mucha valentía. No están los tiempos para andarse con rodeos.  Es cuestión de echarle pelotas. Decir verdades como puños y al mismo tiempo abrir la mano para que el pájaro escape del corsé de la mentira ficcionando cuando sea preciso. La ficción sirve para relatar la locura, la medio verdad para hacer hincapié en la delirante historia, y poco a poco ser original con una verdad no demasiado personal. Puede ser una anécdota vivida por amigos con el poco glamour aunque no la falta de elegancia de un gamberro, un verdadero psycokiller o un personaje entre drogadicto con una doble vida, ya sea en tugurios de la Barcelona de alrededor de las calles de la Plaza Real o el Paris justiciero de la película Los Miserables, y no me refiero a la novela de Víctor Hugo, me refiero al film de Ladj Ly. Vale que este sea todo aquello que imagines, y es mejor que te sorprenda. Lo metes en un cubo de nitrato y sale una criatura entre malvada pero adorada por el lector. El lector quiere diversión y aburrirle con retórica vacua y aburrida no te hace llegar a ser un canon. Pero, ¿quién quiere hoy día semejante tontería? Muchos han llevado a sus personajes a la realidad o ficción como escritor. Ya que escribir sobre escritores y poetas gusta al público lector, ya que la mayoría escribe, es poeta, o gusta de la cáustica que corroe la gran verdad del mundo verídico. Se puede creer en lo bucólico del mundo, pero las zonas verdes solamente embelesan si son plantaciones de dormideras dobles o marihuana. Pero siempre, y digo bien, siempre ser honesto con educación. Escribir es fotografiar, grabar un vídeo otras veces, y otras veces es un monólogo en el que se desarrolla una escarpa y un martillo, o mejor si es un taladro.

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