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Escribir hoy

Si yo me quisiera dedicar seriamente a escribir hace unos treinta años atrás, seguramente no podría. Debo admitir que solamente iba tan lento como decir en realidad en una pulsación cada dos segundos. No conocía y no tuve acceso a una máquina de escribir y desconocía por completo el teclado Qwerty. Yo no estaba interesado por entero a la mecanografía. Tampoco en la escritura. Me interesaban las historias pero con mis miniaturas donde yo dejaba llevar mi imaginación. Ahora todo es diferente, pues me divierte escribir, aunque a veces lo haga mal o de manera anodina. Ahora uso mi tablet. Sin duda el progreso ha venido bien a, quien como yo, pretende o anhela ser artista. Yo ahora he resuelto mi problema con el teclado Qwerty, el cual, me ha llevado un tiempo que no diré. No por vergüenza, aunque tenga sentido del ridículo, tengo la práctica en el teclado superada y aprendida. Escribir ahora es un disfrute. Justamente ahora puedo decir que escribo textos en poco tiempo. Pero bueno, escribir hoy en día sí tiene verdadero sentido, tanto si eres publicado como si no. Ha llegado una revolución en muchos aspectos de nuestra vida. Gracias al avance de las tecnologías. Diviértanse escribiendo, ya sea en un blog, o donde lo prefieran. Pero sobre todo escriban.

Posmodernidad

La unión de la radio y el audio libro parieron el podcast. El píxel a mayor cantidad de píxeles mayor es la definición. El laboratorio de la alta cocina, el laboratorio de la investigación biorobótica. El mundo se está convirtiendo en un lugar frío pero con el peso nulo del algoritmo, aunque los algoritmos lleguen a conocer todo lo que somos. Bitcoins, Cúbits, la soledad de los ancianos. La Inteligencia Artificial es la cosa más estúpidamente donde nos hace inútiles como si nos dieran la papilla o el Babyfood una máquina que habrá que cargar, reiniciar y la capacidad de imaginación, pensamiento, y lo verdaderamente importante quede relegado a lo que nuestros juguetes han sido programados. El algoritmo y las cookies conspiran contra nuestro gusto o interés. Las sociedades capitalistas ahora son neoliberales, y dice un amigo mío, que habrá que degollar a ese monstruo de dinero y divisa. La computación cuántica parece que viene y no viene, pero llegará, a la banca le interesa. El planeta B, el yugo del Internet de las cosas, la Banca Online, la burocracia digital. TENET. El híper palíndromo que serán la lógica del cómputo, del derecho a ser un hombre de campo. Huertos ecológicos en un planeta enfermo. En fin, la séptima revolución que está por llegar. 

Con lo valiente que yo era…

En este texto quiero dar prioridad a que si en algo soy valiente es en el mundo literario. Aunque piense muy bien lo que voy a decir y cómo lo voy a decir. No pretendo ser ni pedante ni déspota. Pero en mi juventud tardía recuerdo acontecimientos en los que fui muy valiente. Fui al Festival Doctor Music solo dos años consecutivos. También fui a los San Fermines solo, y en Perú me casé solo. Ha habido de todo en mi vida de crápula. Pero no es tampoco para tirar cohetes. Digamos que es una manera de resaltar la enemistad positiva para utilizarla a tu favor, y en ese aspecto ir a tu bola, sin que nadie te diga dónde y en qué momento tienes que hacer las cosas. Ahora no soy el valiente que yo era, pero tampoco soy el cobarde que puedan intuir que soy ahora los demás. . A través de X se pueden decir muchas barbaridades. Estamos hoy en el 23 de abril del 2024 y mis editoriales no exponen en lugares donde los escritores dedican sus libros a los lectores, primero, tengo libros publicados en Almería, Madrid y Sevilla, también en Úbeda. Pero lo que quiero recalcar es que no quiero firmar libros, no tengo esa vanidad habitual entre los escritores consagrados. En cuestión de un año y medio he publicado cuatro libros, y el próximo un poemario en Ediciones Vitruvio. Con lo cual estoy feliz, rara es la vez que expongo mi cara en algún video de presentación. Prefiero que lean mis libros antes de que se me conozca como persona. El tiempo me ha hecho tímido. Pero la valentía no sólo se tiene viajando solo, también en la escritura, y en cómo te comportas. Prefiero mejor quitarme protagonismo y ofrecérselo a mis libros. Hablo de todo esto por mi miedo escénico que me impide recitar poemas, a parte de que soy un mal rapsoda. Yo era valiente, pero mi valentía ha estado encomendada a lo divino. Es lo que los árabes llaman “Baraka”. En fin, que el hecho de que no salga no es que me convierta en cobarde. Es un miedo que tenemos los que seremos jóvenes para siempre.

Malamente bien

Cada vez  me cansa más la vida. No le encuentro la punta a los alfileres. Es decir, para mí la vida no tiene ningún sentido. A partir de ahora cuando me digan, ¿cómo estás? ¿Qué tal? Yo les contestaré con un “Malamente bien”. Pues para mí el despertar es alegre pero poco a poco, mientras que acabo de asimilar la vida mi corazón al unísono a la mente se apropian de lo que no es suyo y nunca lo será, pues yo soy ahora otro muy distinto a lo que fui antaño. Para no abrir la caja de los truenos tienes que mantenerte en silencio, ya que si no es así, acabas por odiarte a ti mismo. De alguna manera se busca así la venganza bajo el influjo de La ley del talión y es así como la gente se ciñe a joderte la vida. Pero nosotros no somos del todo inocentes. También traicionamos, y aún más a nosotros mismos. Todo transcurre “malamente bien”. Hace tiempo que no acabo de hacer cábalas donde pueda soñar despierto y darle a la gente aquello que pasa de un estado verde, a maduro, y después la putrefacción. Todos los pobres estamos Malamente bien, otros, incluso, están peor todavía. Duermo y me despierto con la realidad del mundo. Soñar es puro amor. Lo maravilloso que es la vida, y aún más, la adolescencia. Aveces quisiera haber muerto al nacer. Pero aquí estoy, y espero no molestar a nadie con pensamientos fuera de lugar. Intento sin éxito que mis padres sean felices. Pero soy un cero a la izquierda. Pierdo el tiempo pero cada día aprendo.

Poema del insomnio

….y el Papa, el Papa de Roma, ese rey franciscano, tendría que poner el oído y escuchar el canto negro de los abetos, y todos los reyes del mundo, deberían cantar el mismo perdón a las Ofelias que arrodilladas en la premisa del imperio aletargaran su sueño pulpa y vistieran la misma patraña reducida a escombros. Culpa tienen las personas de ser misioneras del diablo, pero más culpa tienen aquellos profetas que sibilinos y trasnochados dejaron sus parábolas y sus fatuas en la región oculta de los ombligos. Y hoy es primavera y aquí se canta porque yo lo digo, yo, que soy un emisario de las palabras intoxicadas, esas que ya no saben si dicen la verdad o ríen de zafia mentira de laureles y medallones de tres metales. Pues yo no soy amo del parnaso, pero tampoco me dejo engañar por los chascarrillos de cristianas a huevo postergado. Yo no quiero llenar mis codos de esquinas y palabras en las sienes. Yo quiero ser un prefacio de lo que nunca vendrá. Y no vendrá porque se lo notan los apuntalados te quieros que ya no sirven de medicina y ruegan ante un alacrán idéntico a la venganza de los harapieles untados en mantequilla. Yo quiero ser protagonista desde mi ceguera blanda. Yo quiero ser un romántico y profanado traspiés que cae en las fosas vacías de los cementerios. Yo quiero ser relámpago de luz amarillenta y no un sol que se arrepiente. Mañana será domingo, y todos iremos al casto poema de los imbéciles que les gusta aquello que critican sin memoria…

Posfotografía conversacional

Hace años atrás, en los años noventa, me metí con un amigo en un supermercado con una cámara analógica. Lleguemos a la sección de droguería, y le dije que se fuese al fondo del pasillo para hacerle una fotografía junto el colorido de cubos de fregar, bidones de pintura, y demás colorido de plástico. Vinieron dos gorilas disfrazados de guardias de seguridad junto con un encargado (imaginé). Me dijeron que les diera el carrete. Por supuesto me negué. Nos pidieron el DNI, por aquella época la fotografía podía tener cierto poder en cada imagen. Temían el espionaje comercial.

Ahora la fotografía, también llamada como Posfotografía, se ha convertido en un medio comunicativo. En un medio conversacional. Puedes llevar tu móvil a un supermercado y hacer fotografías de manera que puedas mostrar un producto u otro, según sea lo que deseas realmente o el interesado desde casa. Se hacen selfies, se hacen fotos de brindis, los cuerpos se posturean en las redes sociales. Ahora la fotografía ha perdido la magia del cuarto oscuro, y ha sido sustituida por filtros y demás efectos en pleno auge de la fotografía digital. A la que llaman Posfotografía. Ahora la fotografía se muestra para mostrar lo bello, lo feo, lo gracioso, la fanfarronería, y un larguísimo etcétera. El arte fotográfico ha pasado a ser parte de la tecnología del algoritmo y puedes hacer efectos que antes costaban un trabajo laboriosamente arduo. La Posfotografía se ha convertido en conversacional. Y ahora los proyectores de cine son digitales. Las cámaras en el cine son digitales. Eso, y el avance actual del cryptoarte, es como un comienzo de banalidad para tiempos futuros en el que fotografiar es algo normal. Un medio comunicativo. Como la poesía, y la literatura en general. O el hecho de comunicarse por mediación de whatsapp o ser un grabador de vídeos reels, o una bitácora visual como instagramer.

Pangeista por Naturaleza

Escribir es una cosa maravillosa aunque vivamos en un infierno ignorado y solitario. Cuando el mundo se desprenda de la lucha y la competitividad entre potencias mundiales, cuando el mundo deje de vomitar emisiones de monóxido de carbono hacia la capa de ozono, cuando las enfermedades psíquicas dejen de estar estigmatizadas. Cuando ocurra eso, y algunas cosas más, la humanidad comprobará cambios que no imaginan, está por llegar la computación cuántica., la IA ya se ha hecho un espacio entre algoritmos y ha revolucionado muchas cosas. Pero el hecho más preocupante es la literatura carente de la posibilidad de imaginar, debido a esto la IA, es la derrota del pensamiento creativo y literario. Me considero Pangeista, no sólo virtualmente, también en cuyo acto en el que el mundo se una para erradicar la pobreza, hacer hincapié en la ecología, y la prioridad de ser una única humanidad, sin duda, sin naciones, religiones o razas/etnias. Pero eso es un sueño idílico qué no será posible. El hecho de que la IA, , te cree un manuscrito como un collage/mixtura sin un ápice, de humanidad y una mente pensante de verdadero origen de la utopía de un mundo feliz por antonomasia. Según dicen los expertos las enfermedades psíquicas estarán a la orden del día. Yo ya me he vuelto loco, se ha esfumado mi equilibrio y mi sueño, pero ahora tenemos la palabra nosotros, descendientes de lo analógico, dejemos a los milenials que no cometan los errores que sus padres cometieron, seguirá la especie humana abriéndose camino. Pero todo esto es pura quimera. Una ilusión momentánea. La dualidad en la computación cuántica lo llevarán a cabo creativos y la banca. Pero no me refiero a la dualidad entre creatividad y banca global. Yo soy en parte un loco y un cuerdo, pero soy consciente de que soy yo y mis circunstancias. Ella y yo seremos un recuerdo o un olvido, ya que la humanidad milenial desconocerá la lucha para conseguir el proceso creativo en la programación y otras vertientes biomédicas dentro de la vanguardia importantísima, este post es un homenaje para aquellos que llegaron tarde a la informática y cometen errores. Se debe tener mucha paciencia con ellos. Estoy escribiendo el libro entre pasado, presente y futuro. Estamos ante una revolución industrial donde los avances serán notables.

Postverdad

Todo es falso. Todo es mentira. Una cortina de humo se hace dueña del oxígeno. No sabemos la verdad y no sabemos siquiera que ignoramos esa verdad. Ahora dan culto a la postverdad. Fútbol, espectáculo, y somnolencia difuminada con los gases del clorhidrato de cocaína. Me gusta cuando mientes porque todo está totalmente ausente. La niebla, los muros y las fronteras. Todo miente. Miente sin saberlo la beata que va los domingos a misa de nueve. Miente sin saberlo aquel funcionario que sella en la oficina certificados de defunción o altas en las pensiones que nos esclavizan tras el envoltorio del hogar, dos coches, una bonita foto de familia. No nos hablan claro porque ni ellos lo saben. Han mutado periodismo por postverdad. Los milenials tienen que saber de esto antes de los algoritmos, la IA, el postureo, y la computación cuántica. No pueden alienar a las personas inteligentes. A pesar de que esas personas callan ante la estupidez sobrehumana. Los anuncios, la hipnosis televisiva, la imposición de las pantallas, el apropiacionismo dentro del apropiacionismo. Ahora la quimera del oro parece una tontería justo ahora que nos engañan y nos alienan. El mundo no sabe del Informe Petras hasta el infinito y más allá. Los cúbits son una gran masa de dinero o criptomoneda que se hace grande y enorme como una bola de nieve al unísono de una avalancha. Nos mean encima y nos dicen que llueve. Se mean en la sopa de los pobres a diario. Y esos pobres codician la propiedad privada del vecino, y el vecino también es pobre. Gente sin casa y casas sin gente. Todo es una sombra chinesca que pasa de ser una buena postverdad a ser un artificio. Narrar la locura a través de la ficción. Somos esclavos en un planeta caduco. Introspección, virus de laboratorio, y el mundo hace números en Walt Street. El New York Times usa el contrastado de información con un mundo paralelo que parece un parque temático. En fin, todo está podrido ya.