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Reseña literaria sobre el poemario de Cecilio Olivero Muñoz Prosimetrap- Por Juan A. Herdi

Cecilio Olivero Muñoz

Prosimetrap

Universo de letras

 

Montaigne escribió en el prólogo a sus Ensayos que él mismo era la materia de su libro. Habrá quien afirme que cualquier autor-persona está siempre presente en su obra, que ésta se constituye irremediablemente en su espejo. Así es como se ha estudiado al fin y al cabo la literatura, partiendo del propio autor, de su biografía y de sus traumas, aunque ahora hay nuevas perspectivas. La literatura se convierte de este modo en el testimonio de una vida. Entiéndase vida también como el cúmulo de emociones y sentimientos. Por otro lado, si entendemos la escritura como diálogo entre un escritor y un lector, ambos en su más absoluta soledad, sin que importe que entre ellos haya distancia física o vivan incluso en tiempos distintos, entonces qué duda cabe que el autor y sus fantasmas se constituyen en el tema de la conversación, aunque aquí el interés estriba también en cómo interpreta el lector lo que le comunica el escritor y cómo aquel lo asume y adopta en su experiencia vital propia.

Todo esto resulta tal vez más evidente en la poesía, prosa poética incluida. La poesía, nos dice Cecilio Olivero, «se diluye entre tiempo y sueño». Por tanto, el testimonio queda a merced del tiempo –el sentimiento es emoción madurada por el pasar de los años– y el sueño, parafraseando (mal) a Goya, contribuye a que los fantasmas propios se vuelvan monstruos. Aunque monstruos compartidos.

Haber comenzado con Montaigne pudiera indicar que esto de la literatura del yo o literatura testimonial tampoco es algo nuevo, ni lo sería la autoficción, nuevas etiquetas inútiles más allá de las meras referencias académicas. La literatura es sobre todo mestizaje, más en estos tiempos extraños. Pero al fin nada es nuevo y la originalidad supone también volver una y otra vez al origen, que es a lo que se refiere strictus sensus la palabra. Todo ello nos lleva a reconocer que estamos ante un libro de análisis de la identidad propia, de exploración íntima, con una voluntad de revelar y exhibir lo que uno arrastra, en este caso lo que arrastra el autor, y confrontarse a lo que uno es. Esto es, mirarse a sí mismo y compartir esa mirada. No es casual que el libro se cierre con un apartado titulado Los espejos. El autor nos expone a golpe de verso y de prosa los fantasmas propios, pero que también son colectivos, aun cuando cada cual los viva a su manera.

Nos encontraremos con temas eternos, como la soledad, el miedo, la conciencia de sí mismo, la fragilidad y las dudas, las relaciones interpersonales o el desamor. Todos estos temas aparecen hilados por un sentimiento profundo de malestar, que sin duda a muchos lectores va a perturbar, que es función también de la literatura. Todo ello pasado por la experiencia personal e intransferible de Cecilio Olivero. También hay una reflexión sobre la escritura o la literatura y sus funciones. La escritura deviene no pocas veces en pura necesidad, por tanto no está tan clara la línea que separa la literatura y la vida.

El libro se divide entre poemas concisos –«un poema debe ser concreto», nos aclara el autor– y prosas poéticas que no son tan concisas, se alargan por derroteros un poco más amplios. No se plantean disyuntivas, hay una unidad entre ellas, pero sin duda el lector podrá acomodarse en cualquier de las dos formas literarias, al fin y al cabo son piezas sueltas, con sentido por sí mismas. Por eso mismo el lector puede decantarse por unas o por otras, y quien suscribe se decanta sobre todo más por los poemas que por las prosas, es una opción.

El libro, por lo demás, no da pie a mucha esperanza, –«La esperanza es una acacia imposible»–, aunque tal vez no tenga mucha importancia, la poesía se nos presenta al fin y al cabo como el único ámbito posible de vida.

La noche esencial

Efluvios de noche azul me subían por la piel. Un corazón que no es de nadie, tampoco debe serlo para tener compañera. La luna tan blanca, tan resplandeciente me enseñó una mirada, pensamiento, y lluvia fina de mar durmiente. Yo no creo en las casualidades. Pero es casual recorrer el mundo sin improvisar simulacros ni auroras protocolarías. Hay un mundo viejo que nadie puede cambiar, por más que se lo propongan, todo es inútil. En las ciudades cercanas al mar y a los ríos hay un aire que te ofrece el crepúsculo. Ese crepúsculo embriagador de sutilezas y mundos como el resplandor. Se oscurece la noche de verano y todo el fragmento de suerte se queda solo en la calle. Como un despertar triste. Solitario ya nadie quiere conocerle. El miedo es muy mal consejero. El miedo abarca el espejo frente a otro espejo. Y la imagen es infinita. Cuando la noche emite un vapor a jazmín y albahaca será el momento preciso para saber y pensar que estás en tierra de indio. Indio que sabe a pulpa hecha carne. A indio que es miel afrutada, y ají panca. Si vas al Océano Pacífico verás una batalla en sus olas. Dizque no eres feliz, que has visto por ahí raya de espuma blanca en el agua y en la Tierra una cicatriz. Dicen que ya no sueñas. Que duermes desvelada. Dicen cualquier cosa por que hablar fácilmente se habla. Eres el final del verano indio. Aquel que empieza en enero y en su hemisferio tenlo presente. No habrá más verdad que la de tu patria. Soñar es gratuito, yo he soñado que de mi ausente. Flor del fermento de chicha jora, mazamorra, picarones, las matinée no son lo mismo sin las risas de colibríes en la garganta.

Maldito dinero

La mentira nace del dinero. Que tal y como viene, después se va, pero no germina ya que es eterno campo en barbecho. El dinero ni se cosecha ni se siembra entre lo verdadero. El dinero está maldito. Separa familias, todo el mundo se mueve entre su sesgo, el dinero lo quiere el banquero, el obrero, el basurero, el enfermo, el panadero. Todo el mundo quiere dinero, hace avaro al usurero, los miserables se mueven en la mísera noche y en el preámbulo intercambio incierto. El dinero es volátil, ni perdura y siempre perecedero, ni se pudre pero todo lo pudre. La podredumbre es no tenerlo, tenerlo es un mérito, quienes lo tienen quieren herederos, el dinero es plástico, es fertilizante y veneno. Herederos que mueren y viven entre vigilia y oropel del sueño. El dinero es sucio. Es sinónimo de un Dios pétreo. ¿De qué te servirá el dinero una vez muerto? —Si no lo quieres dámelo a mí, comenta el tonto por ciento. Interés variable. Impuesto. Peaje. Ni es un regalo, ni es sagrado, ni es tan valioso como un “te quiero”. El dinero sigue la inercia de los que desean poseerlo. Pero a nadie pertenece. Pertenece al que no fructifica en sudor. No es humillante coger un céntimo del suelo, lo que es humillante es ver niños en el vertedero. El niño que va feliz al mercado del centro. El chatarrero que recoge lo inservible, lo nefasto; el dinero hace amigos y los separa luego. Y es pura mentira, mercadeo y postureo, autobombo y majaderos, Dioses de porcelana y barro; regala, obsequia, dona, invéntate otras reglas del juego. Dale la vuelta al tablero. Es el yugo del esclavo. Es el pan necesario que se tiñe de siniestro. El fermento putrefacto del deceso. El más rico del cementerio. Cuando yo muera se quedarán mis ilusiones, mis desvelos, mis deseos, mis anhelos, y yo me iré y sólo dejaré objetos que servirán de escarnio y retroceso. El dinero, es malo, es sólo dinero. Que hace cautivos a un hombre y una mujer pero lo cuidamos, lo vigilamos, vivimos como y para ello. Luchamos por tenerlo. Si no lo tienes nadie te quiere, si lo quieres eres un interesado y un ingenuo. No es tontería, es algo demasiado serio. Tan serio que deja cadáveres en su duelo postrero. Es perspicaz, es un périto del tedio. Sin él no vives. Con él enemigos tendrás con recelo. El maldito dinero.

El invento del amor

Hay quienes dan el braguetazo y lo llaman su primer negocio. En nombre del amor hay demasiados intereses. Hay quienes opinan que el amor es un invento para pasar las largas tardes de domingo. El amor verdadero es la cosa más maravillosa que existe, aunque nunca diré que el amor nos hace tontos y pesados. El amor da lugar a entender de alguna manera especial cómo amar y ser amado, resulta algo casi imposible. Hay parejas que tienen una complicidad y una forma de entenderse que sólo les basta mirarse. En todas las parejas hay discusiones, pero lo mejor es que la mujer diga y no llevarle la contra. Tampoco se puede ser celoso, ni con los hijos ni con parejas del pasado. El jugo del amor es un invento perpetrado por los hombres para no estar tan solos. Aunque con respecto a la soledad, el amor a veces te deja solo mientras tienes pareja. A veces el amor o el matrimonio es un contrato mercantil. Lo que ocurra cuando te casas en ese lugar debe estar. Estar casado es un fuerte compromiso. Hay hombres calzonazos y también mujeres sumisas. Pero el invento del amor es más que sexo. Es gozar de plena confianza. Yo he tenido desengaños amorosos pero eso ya no importa. El amor cuando es amor correspondido es el mejor invento en la humanidad. Cada pareja tiene su manera de amarse. Aunque también dicen que dos que duermen en el mismo colchón son de la misma condición. Amar es compartir, respetarse, confianza plena, y mucha, mucha ayuda con respecto a las mujeres. No puede llevar toda la carga del hogar la mujer. También el hombre debe aportar su grano de arena. Amor, quien lo probó lo sabe, decía sabiamente Don Lope de Vega.

Somos andando

Si algo he aprendido durante estos veinte años es a no meterme en la vida de nadie, a no juzgar y agradecer la buena vibra de la buena gente. He aprendido que si utilizas una bitácora como esta para expresarte, cuanto menos sepan de ti mejor. Y si algo he aprendido de un amigo mío es a escribir sobre temas de interés y no exponerse o no exhibirse porque te hace vulnerable. La libertad de expresión hay gente que no la concibe. Expresarte con libertad es casi imposible. No creo en la libertad, y mucho menos en el libertinaje. Voy a dejar de dar mi opinión en este medio. Hablaré de temas que interesen, pero sin faltarle el respeto a nadie. Exponerse es peligroso, ya que sabe la gente más de ti que tú de ella. No hay verdadera libertad de pensamiento. Con el tiempo la inmensa caterva de amistades que tenías desaparece. Y sólo quedan un reducto de dos o tres, pero son amigos de verdad. Desde este post hasta los siguientes escribiré menos. Seguiré fiel a la realidad que se siembra mediante la palabra, pero hablaré, no ya de mí, sino de nadie. Ni con indirectas ni mensajes subliminales. Iré directo al grano pero sin hablar de mi estado de ánimo, mis preocupaciones y demás historias. Sabe más la concurrencia de mí que yo de ellos. Yo soy un ciego ante un mundo observador. No quiero dar la brasa con mi día a día, así que escribiré poesía y temas que interesen. No pueden o no debieran censurarme. Pero la censura, la lapidación, el fascismo anda merodeando por todas partes. No sé si los fascistas son ellos o son otros los fascistas. No puedo señalar a nadie ni quiero. Es una gran cabronada pesada la vida.

Proyectos futuros

Tengo un proyecto en el que estoy muy involucrado. Es una novela. Pero esta novela tiene mucho de ficción debido a mi gran imaginación. Me alegra ver cómo avanza de mica en mica (de poco a poco). Es una novela con cuatro partes. No creo que tenga más de 200 pp. Tengo la ayuda de un amigo que conoce novelas a porrillo. Él me corrige y me aconseja. No puedo hablar sobre ella, pero ya tengo un listado de editoriales a las que mandar el manuscrito. Estoy muy adelantado y veo como coge forma. Ya me cansé de la autoficción. No tiene demasiado interés mi vida mundana. Además de que escribir sobre tu vida te perjudica bastante. Puedes contar una historia desde la imaginación sin pedantería ni demasiado ego masturbador. Lo mío es escribir, aunque lo haga mal, pero quiero luchar por ello. No pretendo ni fama ni gloria, pero cuidaré mi lenguaje por aquellos lectores timoratos que se puedan ofender. Tengo ilusión en este proyecto futuro. Tardaré, escribiré pacientemente, sin esas ganas locas que tenía por publicar. Publicar es una alegría y también una decepción. No se puede escribir por escribir. Debes dejar reposar la historia antes.

Falsa Alarma

Cuando se repartían una pareja de ingenuos el Remigio de doble baraja hubo un silencio antes de una falsa alarma. Pobre de Publio y Rogelio sin prepararse una coartada. Tenían el maligno vicio de jugar a la escalada, se divertían con papel de aluminio siguiendo una gota con amoniaco depurada. Nada son los pregones, vanas las palabras, ni todo el monte es orégano ni en trigales hay amapolas tan coloradas. Todo era una falsa alarma, eso decían mientras le daban mortaja tendido en su cama. ¿Por qué querrán silenciar tu custodia sin guardar raya? Será porque tienes el vicio de pensar mal lo que hablas. El teléfono te odia, te odia el cigarrillo, también se cansan. Muerte en Cifuentes todos comentaban, los abuelos tomando sol de media mañana. Al menos murió en su cama, eso decían los que tuvieron una vida mala, tan solo, tan solo estaba, que la soledad se abría camino en el miedo y la casa cerrada. Montepío impío de toda forma sagrada, Montepío de la manera que quiso el mundo partirte cien veces las ramas. Ramas de un antiguo olivero que bellotas mojadas tomaba. Madrugadas solitarias que suben para abrirte bien las ventanas. ¿Fue un impacto de bala, o una puñalada? Todos en el barrio se preguntaban. Fue traición al hombre cautivo de tierna mirada esclava. Un Juan decía: —Te echaremos mucho de menos, aunque jamás te veíamos la cara. Ya se lo llevan, los pies por delante, todavía puesto el pijama. De veras son las mentiras y las verdades no valen nada. Mientras la noticia corría comentaban la jugada, vecinos que no sabían de sinsabores por esas madrugadas. Desnudos por sorpresa comentaban la jugada, pues esa noche ganó la copa del Rey el Madrid y la liga el Barça ganaba. Comentaron la jugada.

El fin del mundo

Si se nos muere el sol también morimos los amantes de la mañana. ¿Y el azul celeste del cielo? No seríamos ni primavera ni verano. Todo sería un invierno opaco. ¿Si se nos muere el sol donde irán los abuelos? Nos pensamos invencibles. Pero todo en la vida es temporal. La luna, ¿quién tendrá como luz que parece tan suya? Sin sol ni luna, el mundo será un oscuro paisaje que no apetece vivir. Del fin del mundo llevan milenios hablando de él. El sol, ese soberano del día y soñador de la luna y las estrellas. Imposible será ya hacer poesía. Todo el trabajo de escritores y poetas relegados a un recuerdo. El sol desnudo y la luna también son símbolo de la luz y protagonistas de tanta tinta en un papel. Seamos optimistas. No podemos crear un sol artificial. El Show de Truman está y vive en Sabadell. No es vanidad por mi parte. Cambiamos un sol de oro, por linternas de cromado oropel. Somos culpables de tanta inseguridad, de tantos mundos en la Tierra, dejemos en paz la guerra, demos cobijo, el sol será como un limón en las tragaperras. Yo no sé. Un sol no se inventa. Es naturaleza a flor de piel. Hubo un rey Sol y un emperador Sol también. Luis XIV e Hiroito se llamaban los que como Nerón incendiaron Roma por arte, dijo aquel. Si se nos muere el sol ya no habrá ni cómos ni porqués. ¿Qué podemos hacer? La justicia será un Seven Eleven y una gasolinera, quizá los ingleses no teman perder la elegancia de la electricidad gratuita que nos pone cachondos. Sírvanse. Que digan eso los amos del mundo. Los resignados con el verbo perder. ¿Qué sentido tiene la vida si el mundo se oscurece y nos encontramos esclavos del querer y no poder?

Hacer burbujas con saliva

A veces hago burbujas con mi propia saliva. No para jugar como un niño tonto. Sino porque saliva es lo que me sobra. No se imaginan lo que es tomar un fármaco que te eleve el flujo salivar. Mis glándulas salivares la producen demasiado. No quiero decir con esto que se me caiga la baba. Dios no lo quiera. Pero un fármaco, cualquiera que éste sea, tiene efectos secundarios. No pretendo frivolidad con el asunto, pero hago burbujas pequeñas con mi saliva. Esto me lleva a recordar a mi infancia. En mi infancia las hacía con los labios. Ahora las hago en el interior de la boca. Sobre esto hay una historia un poco desagradable que recuerdo en mi adolescencia. En mi clase de EGB se crearon varias parejas de medio noviazgo. Y una chica, al besarse con su chico, le dio una sobredosis de saliva en un beso de tornillo que se estaban dando. Como consecuencia el chico comenzó a gritar exageradamente ¡me ha escupido! ¡Me ha escupido! Y nos partíamos de la risa. La chica es atractiva. O al menos lo era. Hace años que no la veo. Era verdaderamente atractiva, me reí bastante.

Locura (PROSIMETRUM)

La locura te persigue adentro y persiste afuera. Un hombre loco con la locura sin esperanza ni Dios. Un hombre está solo, tan sólo, con su condición. Un hombre puede ser estorbo, un ogro y un depredador. Un hombre que está solo si es bueno a la oscuridad no teme, ni le asalta sinsabor. Un hombre loco dejó su alma en su corazón, el corazón se lo robó el destino, el corazón bombea sangre en la hemorragia del lento dolor. Hay hombres tontos que te perturban sin ninguna razón, hay hombres listos que te hacen el avión. Los hombres son la misma cosa, las mujeres una bendición, el amor es todas las cosas hermosas que das sin interés sin mala intención. La locura a veces se cura, la imbecilidad no. Hay hombres buenos en el mundo, esos son los que quiero yo. Que te dejan la paz en lo profundo y se entregan a la amistad sin ningún temor. Hay teoría más práctica que ver la televisión. Existe el cine, la poesía y el amor, están los hombres buscando lo que ya han encontrado, los libros, la escritura, el milagro. La risa como música, respirar a pleno pulmón. Yo no creo en la locura, tengo una sola voz. Esa que oigo yo solo, la que templa y me da vigor. Dormir, comer y follar son placeres de sueño, sabor, y orgasmo como colofón. Saturan las hienas que parecen reír y llorar, que son carroña, eso son. Hubo una vez un loco que le preguntó a Dios, señor, devuélveme mi paraíso y perdió la razón. Un hombre se consuela con aquello que pidió perdón, aunque puedo intuirlo, aunque tenga mi solitaria voz. Yo soy ciudadano del mundo, soy lo que quiso el Señor. La desdicha es para el desdichado, y para el pecador la tentación. Soy mi callada penúltima canción.

Cerca de la gran verdad

Vivir cerca de la gran verdad es un paisaje por mí descubierto hace muchos años, pero no imaginaba que tenía este río más caudales. Somos lo que aprendemos y para eso hay que caminar, caminar despacio, sin prisas. Con la prisa vegetal de tu naturaleza de asfalto y cemento. La gran verdad no se esconde, se encuentra. Tú la encuentras a ella y ella no te espera, sigue su senda como una piedra en mitad de la carretera. La gran verdad, al principio, sorprende. Pero conforme vas andando a paso lento todo recobra sentido. Una de las cosas que he aprendido es a tener empatía. Tener conmiseración. Es el punto de encuentro donde la verdad parece que se vista de mentiras, pero es tan verdadera que ésta te dará lugar a verla siempre desnuda. Es más, la verdad camina desnuda y sin ninguna vergüenza. Pues es tan fuerte como el acero inoxidable. Así debe ser la poesía. La poesía debe contener la maravilla de la verdad desnuda, sin miedo, con valentía. Una verdad dice más cosas que mil mentiras. Sobre la gran verdad no me corresponde a mí hablar de ella. Ella habla de sí misma. Una mentira tiene un aliciente que no tiene una verdad. La verdad sólo tiene un camino. Sin embargo, el enemigo que destapa una mentira es el olvido y la contradicción. Nada sabe mejor que una verdad dicha con el corazón en la mano. Muchos periodistas de ahora tendrían que olvidarse de egolatrías y ampliar su zona de pudor y rigor. Tanto en la forma como en el contenido. Las Fake News son una excusa para políticos ineptos y periodistas que les siguen la comparsa. Todo es como un carnaval o un baile de máscaras. Ponte una máscara y te reconocerán por lo que ocultas. La mentira se oculta, se disfraza con máscaras y ficción debilucha. Cuando mentimos estando la mentira vestida con las ropas de la apariencia no vemos el momento oportuno, y todo aquel que se avergüenza de decir una mentira, será un amante de la realidad, la que cada uno lleva impregnada en su impronta. Cuando ya has visto todos los títeres la mentira que oyes causa vergüenza ajena. O propia. La verdad, la gran verdad del mundo duerme en las entrañas de la Tierra. No existe mejor camino que la verdad, y a muchos les asusta ser inconscientes.

Una injusta opinión

Dicen algunos que Borges opinó que Federico García Lorca en su visita a Buenos Aires, era un andaluz profesional. Eso da a lugar para entender de que Federico no fingía ser andaluz. Hablar como hablan los andaluces no sólo es enriquecer o romper el idioma, con jerga o dejos singulares de la Andalucía, que no por esa razón deja de ser culta. La opinión de Borges no sólo quedó ahí. También dijo que era un poeta menor. A mi parecer es síntoma de envidia e inquina, como también de ignorancia. El hecho de que García Lorca hablase con su acento granadino, no es por fingir, o una pose frente al público. El hecho es que Lorca era auténtico. Ser auténtico y no sesear lleva a que la gente piense que es una sobreactuación, y es solamente la auténtica manera de hablar de los andaluces, aunque en las ocho provincias haya en cada una de ellas un acento diferente. No es el mismo andaluz el de Almería que el acento de Sevilla. Yo no puedo decir que Borges era un poeta menor, tampoco un escritor menor, pero creo que se caracterizaba por su falsa humildad y su egolatría modesta. Ni tanto ni tan poco. El hecho de ser andaluz es hablar otro tipo de idioma sin nacionalismos ni patrias putas. Los andaluces han sido los olvidados de España entre guerras y posguerras. Ahora viven mejor los andaluces que los catalanes incluso. Ya que en Catalunya estamos todos en apartamentos y pisos, debido a la especulación. Muchos pueblos de Andalucía han donado sus ayuntamientos el terreno y los propios dueños se han hecho una maravilla de casas. No es que reniegue de catalanidad, además soy charnego. Eso me hace libre de pertenecer a un trozo de terruño.