La otra manera de escribir

No estoy en contra de los culturalistas y aquellos que suelen decir: —como decía fulano o mengano, bla, bla, bla…yo a veces lo he hecho. Y no soy nada culto. Pero luego están aquellos que imitan a escritores del pasado. Eso no es ser epígono. Es de no tener pensamiento y criterio propio. Como por ejemplo están los Machadianos, que recurren demasiado en lo de la España de charanga y pandereta. O el de las dos Españas. Luego están los que imitan a Lorca, no lo veo mal, yo antes lo hice. Pero leyendo se dispersa tu poesía, tu criterio y encuentras tu propia voz. Los lorquianos somos muchos, pero luego están los imitadores de Miguel Hernández, que son verdaderos poetas sencillos la mayoría, cosa que les honra. No sé si por sus vidas sufridoras o porqué motivo estos son los poetas que más imitadores tienen. Luego hay ecos de Vicente Alexandre, de Leopoldo María Panero. Incluso hay poetas con sonidos y metáforas flamencas. Como argentinos especialistas en Borges. Una vez en una entrevista dije que Rimbaud me parecía hermético. Y es que hay mucho pureta que son poetas envidiosos de los nuevos poetas jovencísimos emergentes, sus premios los avalan. Ante la manera de escribir cada escritor tiene la suya, su propio estilo, su personalidad. Poco se habla de Jorge Guillen, Emilio Prados, y Manuel Altolaguirre. En Chile se proclaman todos como buenos poetas y escritores. Y no hay imitadores, ¿o sí? No lo creo. Una vez me dijeron que los poetas latinoamericanos tienen los pies en el barro. El mayor enemigo de la poesía es la envidia. Y eso que no ganas ningún dinero. Yo me considero un poeta normal, sin muchas aspiraciones, pero mi poesía es rimada en gran parte. Bendita rima.

Así en Internet como en la vida

El otro día una tal Kate en una red social me pidió mi email, yo creía que era porque le había caído en gracia, y lo que ocurrió tras darle el email, primero era saludarme. Después yo contesté con un ¿cómo estás? Y así la chica se aseguraba del email era verídico. Después me contesta, ¿has recibido la carta? Y yo contesté, ¿qué carta? Después ella eliminó el perfil de su red social.

Son varias cosas las que pueden hacer con tu email. Por ejemplo Phishing, también solicitar créditos a través de tus datos (esto puede que sea delito). Pero yo el único dato que tengo de la chica es su nombre y seguramente sea ficticio.. Yo creyendo ingenuamente que se interesaba por mí y la verdadera intención era la estafa. No me estafó, pero tengo un correo electrónico suyo también. Tengan cuidado a quienes se les da el email. Pueden hacerse pasar por ti, apoderarse de tus cuentas, y varias cosas más pero siempre desde la estafa y las malas intenciones. Aconsejo no dar el email a cualquiera. Son estafadores profesionales.

Que yo me fiará es ingenuidad, pero la mala fe de algunas personas hacen que Internet sea tan asqueroso como vivir.

Madrid, en Barcelona se piensa mucho en ti

Cuando vayas a Madrid comerás migas con chocolate, porras para desayunar en casi todos los bares, te meterás en el lodo de la farlopa siempre con garraspera. La plaza de Neptuno con su tridente no busca ni mares ni perlas. Comerás montaditos de lomo, y bocatas de calamares. ¿Y tú de Madrid qué coño sabes? Si no conoces Lavapiés, un cocidito madrileño es un tentempié. Colmenares, Salamanca, Puerta de Hierro. La M-30, si entras Dios te salve. La Cibeles con diarreas mentales. La biblioteca es hemeroteca, depósito legal y los famosos incunables. La residencia de estudiantes, Masiel se emborracha con jarabe, y a la Movida la asesinó Ramoncín y Perales. Belén Esteban sin San Blas, Alcobendas. Francisco Umbral, Javier Marías, y Almudena Grandes. Las Meninas, el Cristo de Velázquez, las majas de Goya, los desastres de la guerra. Garitos donde las almas en pena curiosean con cochambre, Atocha, Casa Patas, palacio de Liria, Chueca, Las Ventas, Malasaña, el Retiro, La Zarzuela, el Congreso, brindis al sol, la Cañada Real, Kapital, Galapagar, José Tomás, el Rastro, Alcalá de Henares. Don Miguel de Cervantes. la RAE, la SGAE, los fantasmas del Palacio de Linares.

Infancia analógica

Antes se jugaba en la calle. Los que se quedaban a mecanografía presumían de teclear en un teclado Qwerty doscientas pulsaciones por minuto. En el colegio aprendíamos francés y no inglés. Eran tiempos en que el general la había palmado y en 1977 hubo las primeras elecciones de la historia después del golpe de estado en 1936 al gobierno legítimo de la República. Pero esa historia ya la saben. Lo que no saben cómo era el misterio de revelar en el cuarto oscuro una fotografía de papel emulsionado. Papel fotográfico. Como el revelado en un tanque el carrete de treinta y seis fotografías. Era una magia que ahora nos causará risa. Pero todo eso era la vida desde los años 50 hasta los años 2000. No habéis conocido las cassettes, los discos de vinilo, los libros amarillentos lo constatan. Los cartuchos de 8 pistas. Los pantalones de campana. El estreno de Taxi Driver. Las camisas estampadas. Los bares decorados en los setenta. No digo que este mundo no sea magnífico. Pero no se imaginan lo que era ver una película en un vídeo VHS. Había otros formatos que no cuajaron. La pornografía gráfica. El cine porno en los anaqueles donde los niños no podían estar. Rambo, Rocky, Regreso al futuro, E. T. el extraterrestre. Toro Salvaje, Karate Kid, los Goonies, los Gremlins, la cometa blanca, Verano Azul, Curro Jiménez, y muchas cosas más. La música Heavy, los Chichos, los Chunguitos, una infancia feliz, como la mía y la de mis primos. Los Madelman, los airgamboys, los clip de playmobil. El cinquillo, la brisca, el siete y medio, el Torete, el Vaquilla, el Pico, en fin cultura pop. Cultura EGB. Yo hacía atletismo. Me daba miedo jugar al fútbol porque me dieron un fuerte balonazo. Tiempos de nostalgia analógica.

Pasan los días

…y en esta vida tendrás días mejores y otros peores. Y no quiero hablar de libertad, porque a veces ser libre es escoger con libertad tu cautiverio. La libertad es a veces olvido de la realidad y otras es un breviario condenado al sutil manifiesto. Se manifiesta de pensamiento pesado. Es lugar de derrotas y aciertos. Pasan los días, todo pasa, de mientras, entre días festivos y laborables, vas perdiendo fuerza, pasión y amor por la vida. La vida es durmiendo sueño de amor, despierto es un pesado y contradictorio esperpento en que se vive amando lo pequeño, las cosas sencillas, se convierten en pequeños reductos de felices momentos. Esta vida está llena de contradicciones y certezas sin fundamento, algunas. Otras tienen la verdad que te deja sin resuello. La vida obliga a vivir cada momento según el ánimo, la compañía y según nos vaya con las cosas en silencio. Pasan los años, y cuando te das cuenta tus padres son ancianos y tú empiezas a ser viejo. Pronto, muy pronto, seremos mugre y esqueleto. El egoísmo rechaza el sufrimiento, pero la empatía es cosa de seres buenos. Absurdo es el cabizbajo arrepentimiento. Absurdo es lo que no se goza en su preciso momento. Porque todo tiene su tiempo. Las maravillas del vivir es el amor, el sueño del amor, y el sexo. Con el tiempo te vas dando cuenta que vivir es algo serio. Te puedes sentir vivo con fundamento, pero la tristeza hace el camino de tedio, lento, muy lento. Demasiado. Las palabras no se las lleva el viento. Se almacenan como espinas y eliges serlo o no serlo. A jugar con la voluntad de la inercia del luego. Luego vienen los momentos malos, como llagas que anidan en el pensamiento, eclosionando luego lo bueno…

¿Por qué proliferan las editoriales de autopublicación?

¿POR QUÉ PROLIFERAN LAS EDITORIALES DE AUTOPUBLICACIÓN?

En Facebook y en Instagram se anuncia las editoriales de autopublicación. Que muchos las califican de imprentas y hacen servicios adicionales, como corrección ortotipográfica, maquetación, y diseño de portadas. También otros más servicios. Pero estos son los más importantes y más punteros. La autopublicación, si la distribución es buena, vale la pena. Yo he probado en muchas editoriales de autopublicación, pero he fracasado en las que no distribuyen lo suficiente. Y si distribuyen lo hacen de una manera más precaria y a veces carecen de rigor editorial. Según Los demasiados libros de Gabriel Zaid se publican en el mundo, nada más que en el 2010 se publicaron 60 millones de libros, que muchos no los quieren ni regalados. El hecho de que un libro esté en una plataforma como gratuito tiene dos opciones, o no tiene credibilidad por el hecho de estar gratis, o en el caso contrario, no lo quieren o lo descargan para acapararlo. El motivo de que hayan proliferado las editoriales de autopublicación es herencia de Amazon. Se ha expandido el mercado. La gente quiere publicar a toda costa. Poco le importa vender o no. Tampoco le importa que le publiquen gratis tan sólo por el hecho de ser publicados. Ponen como reclamo comercial Finalista del premio tal, y luego compruebas que no es para tanto. Muchos critican a los poetas jóvenes por el hecho de que son publicados en editoriales importantes, no diré nombres, pero hay cierta envidia. En eso coincido con Javier Cercas de que los escritores somos muy envidiosos unos de otros. He oído comentarios, como por ejemplo, de que Arthur Rimbaud ya ha habido uno, envidiando así a escritores noveles demasiado jóvenes y sorprendentes. Pero la realidad es que hay más poetas y escritores que desean ser publicados que se gastan sus ahorros, incluso son capaces de solicitar un préstamo personal. Con escritores así, las editoriales de autopublicación tienen el futuro garantizado. Según Arturo Pérez-Reverte el futuro de la edición está en la autopublicación, y en eso tienen cierta influencia las editoriales como Universo de Letras y otras, de las que no puedo opinar. Pero un consejo les doy, desconfíen de las editoriales que ofrecen sus servicios con precios no demasiado caros, ya que carecen de una importantísima distribución y no tienen las regalías que deben pagarse religiosamente. O sea, que la pela es la pela.

Al final

Todo tiene un final que nos acompaña como el esqueleto fiel que nos hace de carne y hueso. Cuando dicen ha muerto de viejo. Se equivocan en los tėrminos. Hay hombres de noventa años con treinta, y chicos con cuarenta de ochenta años. Al final de la vida nos curamos con la muerte. Si el trabajo dignifica, si es importante aparentar, si se es más cabezudo que gigante. Si amontonamos rencor sólo logramos precaria vida miserable. Siempre he odiado a los que te ponen a prueba, y a los que te juzgan sin equilibrar y pensar por un momento que todos tenemos nuestro peso que portear. Se dice que el miedo es tu carcelero, y es verdad, además de ser tu carcelero es el secuestro de la voluntad. El miedo es muchas veces un lastre que nos pesa. El miedo ni es libre ni es fácil quitárselo de encima. Siempre provocado por una razón que callamos por miedo a la risa ajena. Ya de viejo es casi una tontería estar acuciado por el pánico. Pero se tienen o se portean otros lastres. Lastres que es imposible sacarlos de ti. Al final de la vida todo es una misma cosa. Lo más perjudicial para una hoguera en tu honor donde tú eres el que te quemas. Es la rabia ciega. Es culpabilizar tus problemas a los que insinúan en voz baja una mentira creciente como una luna en las noches. Al final todos pecamos de lo mismo, y acabamos con la sentencia amarrada a nuestro final asegurado. Al final las fluctuaciones que alimentan a los rencores son nada más que culpabilizar a aquello que es fácil señalar. Es como marcar ganado con un hierro candente. Todo es parte de lo que uno diga y lo que el otro entienda. La verdad no tiene valor, aunque desnuda, es agraciadamente ligera.

La poesía me ha hecho un canalla

Quizá sí pero no, quizá no pero también. La poesía me ha hecho un canalla, algo diletante, malpensado, una molestia aparte, o sea, un desgraciado. Pero también he hecho milagros con peces podridos, también he provocado gemidos aunque fueran fingidos. También he torturado a reos de la égloga telefónica. Soy un sin remedio. Pero nunca traicionaré, convertiré, si puedo, tu alegría en mi alegría. Tengo una pelea con los ojos vendados con la gente que de verdad me quiere y me aprecia. Disimulo el error con mentiras que cuento desde la psicosis de los que hacen la dieta del ayuno. Hago porquerías de las que nadie se sentiría orgulloso de mí. No son tontos los que buscan el reconocimiento de los reyes de Suecia. Los que sí son cretinos los que buscan en las huellas de golondrina el rastro marino de la gaviota. Una vez sentí que decían…bueno, mejor callar, he sentido demasiadas estupideces en los lugares donde reina la gloria insípida de los ególatras del porvenir. No me gustan las comedias románticas, porque son mentiras empalagosas. No me gustan los delatores. No me gustan los problemas, aunque en eso sea un maestro que trabaja sin sueldo. Quiero triunfar, sí, no como la Coca- Cola, como el arroz salvaje, como una hamburguesa con queso, como la pizza carbonara. Me molesta molestar, y molesto porque soy un funambulista que pierde el equilibrio y se cae en la pista circense como un higo chumbo. No estoy para chuminadas, aunque me gusten los buenos chuminos sugerentes. El amor me hizo un borracho pendenciero, pero la poesía un total canalla, un discípulo de la flamencología, de los veranos en casa. Os doy las gracias por soportar mi ineptitud, no es de idiotas equivocarse, lo que es de idiotas es las carencias de calma de los iracundos. Cuida de los buenos amigos, yo estoy retirado de la fiesta. Pero disfruto con tres cervezas. No echo de menos a los que no me quieren, aunque yo también los quiera. Lo que es triste es la extorsión de los malvados, lo que es triste es la soledad de los hospitales, lo que es triste es mejor ni recordarlo. Más vale pájaros volando por tu alma que un pájaro enjaulado. La mala leche la tienen los funcionarios de la prepotencia. Los calabozos con mantas que pican y huelen a chotillo. La mala leche la tienen los asesinos, los que levantan la voz más de la cuenta. Hablamos mejor de la leche de soja y la leche de los orgasmos. La mala leche se la daremos a los idiotas del tonto por cierto. A los que matan a las mujeres, a los que no sufren ni una mijina, a los asesinos de Ciudad Juárez, a los que no les perjudica el sufrimiento en la Tierra. Esto último me ha quedado muy John Lennon. Pobretico, con lo bien que componía. Me estoy yendo por las ramas porque en Úbeda no hay cerros, como tampoco hay miseria en el barrio Salamanca ni en Pedralbes. No quiero confundir la lentitud de las tardes de domingo. Me declaro ausente, pero la soledad es una mula mansa que ni preña ni la preñan. Chungo lo tienen los mamporreros con vocación. Aunque lo curioso es que un burro sí monte a una jaca altanera. Pero nacerá el mulo, y romperá la canción. A la comunidad LGTB les diría que tener hijos no consuelan ni les importa la soledad. Que ser hijo es una responsabilidad y un problema, los padres dicen que los hijos tienen que dar satisfacciones. Yo pocas he dado. Por eso lo de canalla.