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Capplannetta y el reloj alado

Tengo y guardo gratos recuerdos de mis abuelos maternos. Mi madre trabajaba en una pequeña fábrica textil mientras que yo en su casa veía los dibujos animados en blanco y negro. Recuerdo a mi abuelo fumando Celtas con filtro y a mi abuela darnos bocadillos de pan, tomate, aceite y sal, aunque cuando podían compraban un tarro de Nocilla de dos colores. Mi abuelo veía poco, pero con lo poco que veía nadie podía engañarle, lo recuerdo al encontrármelo camino de su casa con sus zapatos relucientes y una risa fresca y cariñosa. Mi abuela estaba en esa época ágil y activa, ya que cuando hacíamos caracoladas era ella la que cocinaba. En aquella época, años duros y precarios, tenían teléfono. Mi abuelo venía de una familia con grandes tierras con árboles frutales y mi abuela también. Por eso, en la post Guerra no pasaron hambre. Eran tiempos duros para ellos pero lograron llegar a una edad longeva y con lo necesario para vivir, aunque, como mucha gente, tuvieran necesidad de algunas cosas materiales. Cuando vivía mi abuelo éramos una familia unida, pero al morirse, nos fuimos alejando tíos y primos. Mi abuela no pasó una mala vejez tampoco, pero algún disgusto sí le daban nietos e hijos. Ahora que recuerdo, pobres de mis abuelos, eran buenos y generosos. Te daban lo que no tenían y recuerdo aquella época escuchando a Manolo Escobar y a Antonio Molina. Yo conservo las cassettes que mi abuelo usaba. Mi abuelo era muy ordenado y le gustaba ir arreglado y limpio cuando había que salir a la calle. Mi abuela también. Mis abuelos votaban a los socialistas, ya que en aquellos años Felipe González prometió pensiones para todos los mayores. Mi abuelo y mi abuela vendieron las tierras y se establecieron en Cataluña. Se hicieron unas viviendas y allí vivieron hasta que murieron ambos. Escribo ahora esto porque los echo de menos, a los dos. Eran un matrimonio de los de antes. Mi abuelo, un caballero, y mi abuela, una dama con principios. La muerte de mi abuelo fue el inicio de que mi familia materna se fragmentara. Una vez muerto mi abuelo se fue todo al garete. Recuerdo las migas de mi abuela. Recuerdos los cinco duros de mi abuelo. Los quiero y los querré. Ellos son mi infancia y mi tiempo de más felicidad. A ellos homenajeo.