
En una idea aproximada de la locura podemos entender que ésta está originada por el desequilibrio. Aunque los inicios de la locura vayan implícitos por vestigios entre los sueños (y de lo que ellos se pueda interpretar) y los pensamientos automáticos. Los pensamientos automáticos, a mi parecer, guardan su origen en pensamientos en contrapunto de lo conocido como cordura, o lucidez. Y digo contrapunto porque van a contracorriente de lo llamado “normal” y de la sugestión externa que el enfermo pueda tener, dentro de esa “normalidad o sugestión externa” el enfermo antepone los pensamientos automáticos tratando así de intercambiarse por los pensamientos invasores, o pensamientos asociacionistas. Y a mí parecer, estos pensamientos automáticos van segregando en el enfermo ciertas endorfinas (placenteras), y paulatinamente van en aumento, hasta que el enfermo pierde el equilibrio y lo contrarresta con pensamientos automáticos, debido a la endorfina que de éstos substraen acaban gozando de su propio desequilibrio paranoico. Esto ocurre en según qué esquizofrenias y en perfiles psicóticos maniacos depresivos. También pueden ir a más en trastornos obsesivos convulsivos, y en las depresiones nerviosas. Éstos son en parte los trazos que van componiendo el esquema sintomático de la percepción del enfermo. Es mi opinión, no sé sí certera.