En guerra durante varias generaciones

Puede que sea por ignorancia por mi parte, ya que no he vivido ni la postguerra, ni los veinticinco años de paz, ni los NODO ni todo el envoltorio de paz fingida cuando la guerra civil perduró y perdurará en las tripas de todos durante varias generaciones. Eso es lo que creo. Es una cicatriz imborrable de nuestra historia, los que se fueron lo padecieron de una manera, y los que se quedaron vivían aguantando tropelías y lenocinios, no sé, yo lo digo por lo que cuenta mi tío en su libro “Tiempo de Nostalgias” (relatos y andanzas}. Pero más allá de cómo se viviera en la miseria de aquellos años y el sinsentido de los veinticinco años de paz, todo era una farsa, eso es evidente aún hoy. Se decía a los ricos ni tocarlos y por otro lado existía tal terrorismo psicológico de estado que algunos decían aquello de Usted no sabe con quién está hablando.  Yo lo sé por cosas que me han contado mis mayores y el libro de mi tío Antonio M. Oliveros es un calco reflejo de la precariedad en la que se vivía y el abuso de poder de los mandamases. Una cosa es cierta, aún ahora está tan viva la guerra civil que en aquellos años de dictadura, y es debido, creo yo, al tema de las dos Españas. Tan en boga en estos tiempos, proveniente aún más lejano que en los tiempos de António Machado.  Y que sirve como arma arrojadiza para unos y para otros es algo normal, o temporal, pero yo creo que no. Que en este país no se han cerrado las heridas y no han cicatrizado, o lo han hecho mal. Vivimos tiempos en los que, si te paras a analizar la diversidad de ideales, con los que, en estos tiempos, el fantasma de la guerra civil está aún más vivo (creo) que en otros momentos del pasado de la miserable posguerra. Basta con ver a “la clase política” y parece toda una broma en manos de la historia sin cicatrizar del pasado tenebroso y medroso. No soy analista político, ni me considero intelectual, tampoco soy de partidos extremistas, y tampoco comulgo con la iglesia ni ninguna doctrina recalcitrante. Parece que estemos en vísperas de algo que va a ocurrir no solo en España, en todo el mundo inclusive. No pretendo ser agorero, pero la prensa es parcial, la televisión y algunos medios bipartidistas o extremistas, hay excesiva información, las cosas no están claras. Esperemos que todo sea una lucha por la conquista de la audiencia televisiva y la prensa en general, antes que una bomba que nos estalle en la cara. Y ahí lo dejo. Hay demasiada tensión últimamente y la alegría y la fiesta de la democracia se está convirtiendo en un producto de consumo. Y es en ese acicate donde los poderosos tienen sometida a la población más vulnerable y debilitada por la telebasura, el fútbol y no quiero entrar en más polémica a puerta gayola. Somos víctimas de un conflicto el cual lo imponen los medios, entre silencio y demagogia. Y por ende el poder absolutista.

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