Siete notas, siete colores

La música. La música es sin duda el mejor invento desde tiempos remotos. Tan remotos como antes del fuego. O como la pintura en las cavernas. La música, ¿qué bálsamo es deleitarte con música? ¿De dónde viene tal creación de un arte que a todo el mundo enamora de una manera u otra? La música. Tu amiga especial. La música contiene la proeza de sensibilizarnos y hacernos más humanos. Recuerden a Nietzsche contra Wagner, Humano, demasiado Humano. Recuerden a Jim Morrison cuando decía que era nuestra amiga especial. La música está en todas partes. Estilos y géneros distintos pero dentro de un goce que nos invita a la inspiración. Sin música no sería un mundo tampoco con color. La música es la variedad, el sonido de la matemática, la cábala de la melodía. La música es nuestra seña de identidad. La hemos hecho sonar hasta en el espacio sideral. La tenemos en nuestro ADN. En los genes. Recuerden las sagas de músicos. Las diferentes melodías. Es atractiva desde la música clásica a la música de un espectáculo. Es compañera de excepcición en las discotecas. Con la música las personas se conectan y crean una telúrica forma como si fuese un sistema nervioso. Desde la música sefardita hasta las cantinelas castellanas. Desde la música árabe a la música tribal de los indios shipibos. Desde el movimiento Hip-Hop hasta el Heavy-Metal. Desde el Rock al Jazz. Desde el Flamenco a la música electrónica. Cada nota, cada arpegio, cada falseta, cada floritura, cada composición la hace patrimonio de la humanidad. De la humanidad al completo. La música es divinidad y la untuosidad unidas y conectadas entre la simbiosis y la yuxtaposición de los sonidos. Con la música no necesitas compañía. Ella sola inspira al hecho de estar menos solo.

Bajo la influencia

Intentar suicidarse con aspirinas infantiles. Ver crecer la hierba. Conseguir quitarte del tabaco. La propia resistencia del cactus y su autodefensa. La halitosis de los leones, las hienas. El infierno de los poetas por querer subir a los cielos. El amor de conuco. Plantar árboles. Escribir cuando es preciso. La ruina que tenemos muchos y solamente están ahí tus padres. La locura es una especie de incoherencia que consiste en ser coherente. El paraíso de la soledad. Entregarse al momento del orgasmo como un cúmulo de deseo insaciable. La soledad en los bares oscuros. Exiliarse de los lavabos. La primera raya de cocaina. El secreto que se llevan algunos a la tumba. Entender la gran verdad es síntoma de haber madurado. Escritores hay muchos, demasiados, y libros, cada escritor tiene un promedio de veinte. Los grandes lectores tienen paciencia y publican cuando es preciso. No es mejor escritor el que escribe más libros. El buen escritor es el que dice lo necesario y sabe cuándo retirarse. Un poema que se parezca a otro no es epigonía, es suscribir algo que te gusta recordar, te gustaría que fuese tuyo exclusivamente, pero la poesía viene cuando no la llamas.