Hay tanto perro abandonado que van en manada hurgando en la basura. Pobres perros que desde el reciclaje no pueden merodear y comer de la basura. A veces hay un alma caritativa que les da cobijo y alimento. Yo no sé qué quieren o piensan hacer con estos chuchos. La mayoría sin pedigrí. Si algún vecino les da pienso o un fiambre se sienten agradecidos. Mueven sus rabos y se ponen muy contentos. Todavía hay refugios para estos canes abandonados. Yo no sé qué buscan en la ciudad, en el extrarradio, en las afueras. Buscarán tal vez el calor de las farolas, pues éstos recorren la noche como abandonados que son debido a un simple capricho o un regalo de cumpleaños. De pequeños son peluches, de grandes molestan. Son carne de ciudad y en la noche recorren las calles, las lamentables calles del verano en las madrugadas. Son perros chuscos que no quiere nadie. Pero nadie; ponen excusas que si las garrapatas, que el veterinario, son criaturas vagabundas. Van en manada perros grandes y pequeños buscando el calor de la ciudad desnuda. La noche no tiene paredes. Ellos olfatean abandonados sin familias que los quieran. Pobres perros callejeros…