adiós, amigos adiós

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Adiós, amigos adiós, me iré con mi jaula de cuervos gravitatorios por la senda oscura del desmayo, adiós, amigos adiós, no quiero que vengáis a mis funerales donde el llanto es un limón que se olvida en el frigorífico, por supuesto, podrido, adiós, amigos adiós, que no me queráis no es gracia de bien nacidos, ni de mal nacidos tampoco, es de la oportunidad vacía de las sonrisas que huyen, adiós, amigos adiós, las fotografías en blanco y negro serán extranjeras en el límite ciego de los tiempos en boga, adiós, amigos adiós, quise ser un poeta de la madrugada pero tengo que conformarme con la luz precaria de mi linterna, adiós, amigos adiós, llevo una rosa púrpura entre mis dedos mojada de escarcha, adiós, amigos adiós, la luna me amenaza con abandonarme y dejarme con un kilo de suspiros sin resolver, adiós, amigos adiós, cuando en New York pongan el árbol de Navidad yo me quedaré buscando en los nidos del pasado cuál fue la razón de que me abandonarais, adiós, amigos adiós, yo solamente me he comportado con la naturaleza de los relojes y he movido la cabecita como un autómata, adiós, amigos adiós, no os vayáis, temo por la salud de mis huesos precarios de azúcar, adiós, amigos adiós, el barro trazará una frontera para que el cemento y el musgo sepan de la soledad, adiós, amigos adiós. Ahora alegraos los malditos, compadecedme los que me queréis de verdad.

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