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Adiós, Mariquitas lindas

Si no has visto o conocido un hombre en situación crítica yo me puedo poner como un ejemplo. Conozco y he conocido a hombres amputados del derecho al rosa. Dicen que los homosexuales tienen el don de la belleza, ya que son masculinamente femeninos. Hay homosexuales con más cojones que muchos heterosexuales. También hay homosexuales en soledad absoluta. No pretendo fingir una pose frente a la homosexualidad. Pero eso de que son sensiblemente superiores en el empeño de la belleza, puedo decir, que al menos tres, y muchos más que no puedo abarcar, son de una verdadera sensibilidad que trasforman lo duro de la vida en un arte hecho a medida para todos. Tengo como referente a un homosexual cubano. Es Reinaldo Arenas. Hombre de gran talento y represaliado como ser sufrido nada más por su condición sexual. Les recomiendo cualquier libro suyo. Casi todos tienen una simplicidad unida a la belleza y con una sensibilidad que te deja boquiabierto. También quisiera nombrar a otro gran escritor homosexual. Es Pedro Lemebel, entre sus performances y sus crónicas es el homosexual más valiente y revolucionario que nació en Chile. Pedro Lemebel es puro. Su escritura es la visión del mundo sin esfuerzo aparente pero con un realismo crudo. Fumaba mucho, y lo pagó caro. Como Reinaldo, murió joven, como deben morir los mitos. Pero daré un dato para que lo descubran en YouTube. Hizo radio, cronista valiente y muy sagaz. Elegante cuando debe serlo y crudo como la vida misma. No podría acabar este post sin nuestro poeta más leído, tanto en occidente como en oriente. Ese es Federico García Lorca. Un poeta como uno de los anteriores; represaliado y sentenciado a muerte. Lo mataron a él, pero no a su legado. Un legado repleto de música, imágenes y metáforas luminosas. Lean lo que les apetezca, pero estos tres merecen una atención especial. No por ser homosexuales, sino porque han sabido trasmitir lo que el origen de la palabra escrita representa mediante todas las verdades en una sola. La poesía cuando es un “bien” prohibido y represaliado acerca más al interés del lector. No sé si por morbo, porque la destrucción y el tocar fondo aporta interés. Lo que sí es cierto que cualquier poeta es bueno sin la categoría de homosexualidad y de espaldas al resentimiento. La belleza es un valor en alza. Pocas veces surgen cosas bellas en la poesía. Luminosa poesía. Necesitamos belleza y compromiso.

adiós, amigos adiós

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Adiós, amigos adiós, me iré con mi jaula de cuervos gravitatorios por la senda oscura del desmayo, adiós, amigos adiós, no quiero que vengáis a mis funerales donde el llanto es un limón que se olvida en el frigorífico, por supuesto, podrido, adiós, amigos adiós, que no me queráis no es gracia de bien nacidos, ni de mal nacidos tampoco, es de la oportunidad vacía de las sonrisas que huyen, adiós, amigos adiós, las fotografías en blanco y negro serán extranjeras en el límite ciego de los tiempos en boga, adiós, amigos adiós, quise ser un poeta de la madrugada pero tengo que conformarme con la luz precaria de mi linterna, adiós, amigos adiós, llevo una rosa púrpura entre mis dedos mojada de escarcha, adiós, amigos adiós, la luna me amenaza con abandonarme y dejarme con un kilo de suspiros sin resolver, adiós, amigos adiós, cuando en New York pongan el árbol de Navidad yo me quedaré buscando en los nidos del pasado cuál fue la razón de que me abandonarais, adiós, amigos adiós, yo solamente me he comportado con la naturaleza de los relojes y he movido la cabecita como un autómata, adiós, amigos adiós, no os vayáis, temo por la salud de mis huesos precarios de azúcar, adiós, amigos adiós, el barro trazará una frontera para que el cemento y el musgo sepan de la soledad, adiós, amigos adiós. Ahora alegraos los malditos, compadecedme los que me queréis de verdad.