Todos los escritores se empeñan en aparentar precocidad en la escritura. Todos pretenden ser Mozart metidos a poetas. Todos los escritores fingen ser vocacionales a edad temprana, y si no lo son, mienten con conocimiento de causa, y si no mienten, envidian a los que sí lo son. Yo empecé a una edad tardía. Empecé casi con 24 años, y por tanto, envidio a los poetas/artistas/escritores que empezaron jóvenes en su vocación. He tenido que cambiar muchas veces de piel para escribir medianamente aceptable, he tenido que leer libros pesados para encontrar y mejorar mi estilo, he viciado y redundado siempre en un mismo tema, he borrado y he tachado mucho poema malo, he reescrito muchas veces para que nadie me publique. Escribir es un oficio tan severamente difícil que si lo llego a saber me hubiera dedicado a ser aficionado al fútbol, o aficionado a las quinielas, los juegos de azar, y loterías ocasionales. Que a nadie se le ocurra pensar que si escribe mal vendrá el azar a decirnos lo bien que escribimos, este oficio/afición no acepta azar alguno. O se es buen escritor o malo, y los escritores malos tienen que aprender de los buenos, pero también aprender de los malos. Es importante tener humildad. En este oficio/afición hay mucha gente que por que ha visto la llama del éxito creen que van a perdurar, pero ignoran, que ni los grandes escritores perduran. Hay también algunos escritores que lo hacen para hacerse ricos. Cuentan una historia medio buena y la autopublican cansados de recibir negativas de editoriales grandes e importantes, incluso la traducen al inglés (están brotando editoriales ahora especializadas en sacarle el dinero a este tipo de escritores, sobretodo americanas), incluso buscan la manera de que su libro tenga un título atrayente, pero nada, es un esfuerzo infructuoso. Yo creo que ser escritor/poeta es una carrera de fondo. La meta está a tu alcance, pero debes ser constante y evitar obstáculos, debes ser intuitivo, pero también debes aguantar el desafío. Escribir conlleva todo un sin fin de tragedias por las que pasar, escribir no te hace millonario, escribir no te da ningún respeto, pero es bonito ser escritor. Es, de algún modo, un atractivo como de poetas románticos. Es una aventura que muchos pretenden intentar vivir, y por eso es oficio/afición de valientes perdedores y solitarios consentidos. La soledad de un escritor pasa por muchos momentos de desesperación, por muchos momentos de trabajo duro y solitaria tarea, y es por ello que es bello, por el esfuerzo gratuito que supone escribir. ¿Digo esfuerzo o también pudiera decir «sufrimiento»? Después de haber llegado el éxito, no supone ninguna victoria hecha de fuente de estrellas y paseos por Hollywood. No supone que aquella gente, la cual te odiaba, ahora te quiera con todo su corazón, no supone que te aporte una infinita cantidad de dinero por tu actitud comprometida y tus sufrimientos pasados. Es como un destello de fuego fatuo que se apaga tan pronto como vino. Y eso es por que al escritor en su insatisfacción impagada toda victoria le sabe como un trabajo mal pagado, como una victoria pero con aires de derrota. Por que toda su vida se la ha pasado atado a las palabras, y no hay que olvidar que esas palabras se las lleva el viento.