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palabra de outsider-cholo soy, y no me compadezcas

Han habido algunos escritores preocupados por el tema de los indígenas. Dicen que el subcomandante Marcos es un gran lector y tiene textos elaborados con muy buena pluma, se nota en su impronta cierta dominación del castellano en sus discursos, donde suele ser directo y reivindicativo. Decía el Ché Guevara que toda Latinoamérica se componía de mestizos y había que denominarla como la gran madre tierra, también la Pachamama. Me vienen a la cabeza escritores como José María Arguedas (peruano) y el gran Juan Rulfo (mexicano) como defensores de un indigenismo necesario y tan habitual como el oxigeno que respiramos. Me vienen a la memoria una canción popular peruana que se titula Cholo soy y añade la canción narrando el episodio del cruel asesinato de Atahualpa, emperador Inca por aquel entonces, que cayó en manos del cruel Pizarro. En Perú la canción es tan famosa como el himno a la patria. Recuerdo mis primeros encuentros con la América peruana, ya que me metí de lleno en el seno de una familia que me dio calor humano. Los cholos están en el extrarradio de Lima y el viejo Callao, en los “pueblos jóvenes” los llaman. Después andas por el centro, como por ejemplo, San Isidro, Miraflores, y un largo etcétera, que viven amurallados y allí como digas cholo a otra persona por muy cholo que sea se sentirá ofendido. Es algo que los peruanos deberían arreglarlo lo antes posible. Ser peruano de la sierra y llegar a Lima es como un masai en New York. Miren qué foto he encontrado en internet, es la foto de una cholita que para mí representa algo más que ternura e instinto paternal. Veo su ojo mirando a cámara y su timidez me producen vestigios de amor. Adoro esta foto. Muy representativa de la sierra peruana. Esa que nos dice: -Cholo soy, y no me compadezcas, esas son monedas que no valen nada y que dan los blancos como quien da plata. Tengo esa canción grabada en mi alma.  

Capplannetta en el extranjero

Salíamos Ella y yo a comprar en los mercados del Callao, en la zona de Estibadores. Había uno cercano pequeño, no muy concurrido, y el grande, al que accedíamos en Moto-Taxi. Pero normalmente íbamos a otro más cercano. Compramos lúcuma para hacer marcianos, compramos mangos, maracuyá, y compramos pollo. La señora que vendía el pollo era una señora rolliza y cortaba el pollo con gran habilidad, se notaba que llevaba tiempo haciendo esa labor. Le dice Ella: – Córtame la pechuga en filetes para hacer milanesas. Las milanesas las rebozaba con galletas de soda machacadas. No usaban pan rallado como en el hemisferio norte, en España para ser más concretos, la señora que nos vendía el pollo le preguntó a Ella: -¿De dónde es tu amigo? Y Ella contesta: -De España. La mujer del pollo me miró y me dijo: -Por culpa de los españoles es porque hay tanta pobreza acá. Y yo le repliqué: -No creo, señora, los españoles hace mucho que nos fuimos de estas tierras. Y dice la señora: – Sí señor, se llevaron nuestro oro, abusaron, asesinaron, hicieron destrozo por todas partes, eran malos. Yo le dije: -Bueno señora, yo no tengo nada que ver. Y la señora apunta: -Sí señor, son ocho soles. Yo le dije:-La culpa es de los políticos a quién vota la gente del pueblo, todos son ladrones corruptos y mafiosos, y la señora asentía, pero se notaba que tenía esa idea arraigada en sus pensamientos. Nos fuimos Ella y yo saludando a la señora. Ella me decía: – No tengas miedo, pero la gente de mi país tienen un mal concepto de los españoles. La mayoría son cholitos que vienen de la sierra a buscarse la vida a las ciudades grandes. Es mala la ignorancia, pero puede ser que aquella mujer no estuviera del todo equivocada. En las veces que nos reuníamos con los familiares el tono despreciativo eran apelativos como: cholazo, serranazo, incluso había por televisión una serie que se llamaba La Paisana Jacinta donde era objeto de burla la gente andina, la serie era de humor, vale. Pero se pasaban, el personaje de Jacinta era tonto, necio, metía la pata siempre, en fin, que era utilizada como burla y risa. A mí no me gustaba. Pero los sobrinos de Ella todos la veían y se partían de la risa. Incluso en la prensa chicha habló una congresista andina declarando que ellos no eran así. Ahora en la distancia comprendo que los mismos mestizos de la costa se ríen y se burlan de los mestizos de la sierra, y al fin y al cabo, todos son mestizos en definitiva. Me acordé de la canción que cantaba Amparo Ochoa que se llama La maldición de Malinche, en esa canción se hace alusión a que existe cierta hipocresía entre la gente blancona del centro, y los mestizos del lugar, es como una jerarquía racial. Tendrían que resolver ese problema primero y después todos los demás.

Capplannetta y El Callao

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Mi exmujer es del Perú, para más señas, de El Callao, o sea, chalaca (como lo dicen allá por esas latitudes) y se es chalaco porque su nostalgia es parte de su océano, la costa que da la cara a su Océano Pacífico es entre esperanza y rezo, se reza para que Neptuno aleje los tsunamis y los temblores de tierra. En El Callao he estado tres meses viviendo y esa localidad, que linda con Lima la Vieja, es un poliedro de virtudes. Yo vivía en la parte de Estibadores, había (recuerdo) un pequeño mercado junto al apartamento, pero el bueno es el de la parte de arriba, al que íbamos en moto-taxi, es un mercado con una variedad gastronómica asombrosa, es grande y bullicioso, no tanto como el que hay en Sáenz Peña, pero muy especial, allí se puede oler las especias, las frutas, el pescado, es una amalgama de olores. Recomiendo también una picantería en el antiguo Callao, la picantería se llama Mateo, es excelente, tiene variedad de cebiches y fritura variada, yo comí cebiche de conchas negras y chicharrón de calamar, platos exquisitos donde los haya. En Estibadores hay una buena pollería donde hacen buenísimos pollos a la brasa, también hay una buena panadería que hace esquina, y venden hasta pan árabe. El centro del Callao es Sáenz Peña y las calles colindantes. Se debe tener cuidado, en ningún lugar del mundo se puede bajar la guardia, pero esa zona es peligrosa para extranjeros, yo tenía que ir siempre acompañado, también a la salida y a la entrada del barrio de Guisse, allí los taxistas no querían ir, allí en Guisse, también conocido como El Barrio 5 he vivido momentos alegres, he reído, he bebido, he jugado a carnavales, es un barrio de gente sencilla, un barrio de pescadores antiguamente. El Callao tiene su propia banda de salsa La progresiva del Callao se llama, tengo alguno de sus CDS en algún sitio, recomiendo el tema Melao de Caña, en ese tema dicen que son chalacos, cosa que siendo de El Callao es motivo para sacar pecho con orgullo. Recuerden el tema de Juan Luis Guerra Woman del Callao, o también habla de él en sus cuentos Julio Ramón Ribeyro, y me gustaría, por último, hablar de sus gentes, ya que viniendo de un taxi de Lima me tocó un taxista admirador de Paquirri, el torero muerto por cornada de toro en la plaza cordobesa de Pozo Blanco, y éste hombre me habló de las mujeres del Callao, me dijo: la mujer chalaca es fiel por naturaleza, buena cocinera, mujer casera, buena hembra en la cama, pero como la engañes con otra mujer, ahí sí lo tienes todo perdido. Visiten El Callao, coman en Mateo, disfruten, beban, saboreen, disfruten del Perú, el Perú es sabor.

Capplannetta y el cumpleaños de Ella

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Ayer fue el cumpleaños de Ella y también el de mi ex suegra (que Dios la tenga en su Gloria). Yo, por cuestiones de la vida, no he podido estar con Ella ni con su hija y nieto, a su nieto no lo conozco, pero les deseo la mayor felicidad posible. Ella y su hija aún tienen trato con mis padres, aunque no conmigo. Recuerdo que me casé con Ella un 30 de enero (el matrimonio duró siete años), la boda fue fenomenal, recuerdo que bailando salsa Ella me dio un culazo con su trasero en mis partes bailando al compás que ofrecía la orquesta, Papá Augusto (su tío materno) y la abuela de Ella (Sara) -en paz descanse- se partían de la risa. La abuela de Ella le dijo a mi ex suegra por teléfono (ya que no pudo venir a la boda por cuestiones de trabajo) que era muy buen chico, que en la boda estuve beso y beso. Recuerdo que mandamos que pusieran nuestra canción: un tema de Los Chunguitos Me quedo contigo y en su lugar pusieron otro de los Chunguitos del mismo disco, yo estaba tan nervioso que no me atreví a pedir que lo cambiaran, también por pura timidez y los dos nos pusimos a bailar y Ella siempre estuvo a la altura. Ojalá le vaya todo muy bien. En estos días me vienen recuerdos de mis tres meses en Perú, en el viejo Callao. Ella es pura chalaca, desde muchas generaciones atrás y siempre ha vivido vinculada al barrio cinco y a Bellavista, recuerdo a mi compadre Santiago, a Sophy, a tía Mery, a tod@s, el peruano es un alma noble, nunca los podré olvidar, felicidades Ella, que tengáis mucha felicidad.

cibernética esperanza_Ella

Mujer Astronauta (cccp)

Como ya habré dicho en otros lugares, tanto en cenáculos improvisados, picnics familiares y en escritos varios, pusieron Internet en casa en el año 2002, en ese año yo padecía una época delicada, ya que, no sé si tardía o prematuramente, descubrí la soledad más absoluta que pudiera imaginar fuera posible, o tal vez fuere ostracismo, no es menester mío a quien confiera culpar tales desprecios del hombre contra el hombre, pero sí diré que debido a esa soledad, buscada o involuntaria, da lo mismo, soledad al fin y al cabo, soledad en la que nacieron en mí una ciega curiosidad por el medio digital, acompañada de mi ignorancia también frente al respectivo interés por entablar relaciones a través del Internet, cosa que ahora ni me pasaría por la cabeza, porque tras conocer yo los hechos ocurridos en esta experiencia personal, experiencia que me ha marcado profundamente, me es vergonzoso decir que pasaba hablando con la que fue mi esposa a través de Internet unas diez o doce horas diarias (exceptuando las horas dedicadas a otras labores y a las comidas del día) hablando de tonterías normalmente y ocupando el tiempo en compartir archivos en mp3 de una linde a otra linde, de allende a aquende. Me pregunto qué sería de haberla conocido a Ella en estos tiempos, en primer lugar me digo que tal inocencia no sería posible ya, pero si así fuera tendríamos la posibilidad de intercambiar gustos musicales a través de las cuentas correspondientes de cada uno en Spotify o en otros lares, me río al pensarlo, y disfruto de como ha cambiado todo desde entonces hasta ahora, el amor en tiempos de Spotify, seguramente titularía así algún texto escrito para Ella para y por sorprenderla, hecho que nunca se consumó, pues Ella era neófita y mostraba poco interés por mis poemas sobre Internet y nuestro amor a través de Él. Pero sí, la mayor de las veces eran diez horas, después ocurrió lo que tuvo que pasar, si quieren saberlo aquí les expongo enlace: http://www.ciberneticaesperanza.com.es/liooli  Ahora que ha pasado el tiempo la historia sea ya otra, recuerdo mi partida a Perú en el año 2004 a buscar algo que quizá fuese un espejismo, una alucinación en la que escarbé para encontrar y acabé encontrando, como aquél que la sigue y lo acaba encontrando, lo que se proponga, sea bueno o malo, no todo fue malo, hubo momentos repletos de felicidad, de eso se trata la búsqueda, de cruzar océanos y fronteras en busca de lo que nos permite sentirnos vivos.

suerte de naipes

doble cortina

Como en una suerte de naipes, Perú es una escalera de color, al cholito lo sentencia el mestizo, al mestizo lo sentencia el caucásico, y así, toda la amalgama de culturas, se sentencian alrededor de Miraflores y San Isidro, que viven amurallados ante los vestigios emigrados desde la selva, la sierra y los suburbios de la costa. Lima, sucia de huano de pelícano, Lima, con su playa de invierno podrido, se muestra altiva y prepotente por que la noche de cara al pacífico se eleva como una rosa náutica de lujo y despilfarro. Mozo, sírvame un pisco sour, Mozo, sírvame el jalón que me cure el soroche, Mozo, sírvame el bitute, que me quedé con hambre en el lonchecito, yo te doy mi dólar sudado y no es coima, sino propina. El aullido eterno de los 500 años, Pizarro descabezado y la sangre de Tupac Amaru, el último lamento de Atahualpa, búscame en el sol de mi Donuts de lúcuma, destápame que el huachimán ha encontrado ratones, ratones no, que son cucarachas, cucarachas no, que son hormigas rojas, séllame la boca con un huarique donde venden unos pollos asados de la puta madre, en Perú se come bien en todas partes, el único inconveniente es que no hay dinero en ninguna parte, vamos a Azángaro a falsificar documentos, vamos a Gamarra y compramos ropa cómoda, yo me voy a la Casa de España pues hecho de menos a la Madre Patria, pero eso no es malo, lo malo es que llevo deambulando entre el tráfico de Lima sólo hace una semana.