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Reseña Literaria (Cecilio Olivero Muñoz)

Pablo Méndez Jaque

Cenicientas o Madrastras

Ilustraciones: Eugenio Rivera

ED. Nuevo Círculo de Lectores, 2022

Nada más lejos de todo tópico afirmar que este libro está bien escrito. Lo está. Pero sobre todo repara en la mujer como protagonista y portadora de secretos desentrañados a través de la grafología. Huelga decir que Pablo Méndez es un gran conocedor de esta práctica, además de un gran conversador.

Es un libro para todos los lectores, hombres o mujeres, que habla de mujeres con cierta relevancia. A través del estudio exhaustivo y pormenorizado de la letra escrita a mano, tanto de firmas como de la escritura de textos, el autor lleva a cabo un análisis desgranando cada virtud, cada defecto, cada característica de su personalidad. Siempre con mucho rigor y respeto. Aunque este libro sea un homenaje a la mujer tanto del siglo XX como del XXI, es un libro que se aparta de cualquier amarillismo cutre e irreverente. No está de más señalar que no es lisonjero ni adulador, son retratos de mujeres emancipadas y liberadas de patrones machistas o conservadores. Es decir, mujeres de nuestra época. Porque eso es este libro de Pablo, un retrato configurado con la palabra, con la grafología y con la agudeza del pintor retratista Eugenio Rivera. Imposible no añadir que se trata de un trabajo redondo.

El libro en cuestión tiene tres partes (o portadillas) la primera: El sitio del corazón; la segunda: La robusta debilidad; y la tercera y última: Un poco más cerca, donde culmina la obra entrevistando a Margarita Salas y a Cristina Almeida. Es importante decir que hace énfasis en dos personas ya fallecidas: Margarita Salas y Almudena Grandes.

El libro es un testimonio gráfico y literario que no dejará al lector indiferente. Pues habla de mujeres importantes, un compendio de mujeres fundamentales pero no infalibles, como cualquier persona. Aunque sí de un interés que del que prefiero no adelantar mucho más, salvo la variedad de personajes femeninos de los que se puede dilucidar mucho.

Capplannetta y las editoriales necesarias

Acabo de leer una entrevista realizada a Elena Medel (que guía el rumbo de la editorial La Bella Varsovia) y el otro día vi el documental sobre mujeres poetas Se dice poeta (21 poetas nacidas entre 1974 y 1990) y me parece fenomenal que las mujeres publiquen poesía buena. Voces como Raúl Quinto, Unai Velasco y el jovencísimo poeta Mario Obrero van a publicar o están ya publicados en La bella Varsovia. También Luna Miguel y Marta Sanz. Considero que esta editorial ha realizado una cosa estupenda dentro del gran abanico de la poesía contemporánea española. Editoriales como .Visor, Aguilar, y Calambur y otras editoriales más han ejercido un liderazgo que define o pone en tela de juicio el poco riesgo para publicar a poetas de cualquier edad o género, incluso nada conocidos. La adquisición de La bella Varsovia por el poderoso sello Anagrama anticipa el buen estado de salud que tiene la poesía española. Anagrama que ha publicado en su catálogo narrativa y ensayo, vemos ahora que apuesta por la poesía. Esto a mí me parece excepcional. Pero existen editoriales como Ediciones Vitruvio o El Gallo de oro que tienen un catálogo atractivo. En Ediciones Vitruvio, que lleva publicando poesía desde 1995, siendo una editorial seria y que no guarda ningún atisbo de temor a la hora de publicar a diferentes voces del panorama poético actual, al igual que El Gallo de Oro, que también publica a escritores noveles. En Ediciones Vitruvio hay autores de poesía jóvenes y no tan jóvenes. Incluso se publican clásicos de la poesía internacional. Pablo Méndez (editor y poeta) ha estado siempre vinculado al nuevo presente poético, ya que como Elena Medel, y otros editores han optado por la poesía fresca y novedosa. En el catálogo de Vitruvio encontramos a Alfonso Berrocal, a Manuel Lacarta, a Eugenio Rivera, y autores conocidos como Luis A. De Villena, Carmen Conde, Justo Jorge Padrón, Nicolás Guillén, Antonio Gala y Jimmy Giménez Arnau. Pero es en mujeres donde debe ser rico un catálogo. Y el de Vitruvio lo es publicando a poetas como Ana Vidal Lagares o Isa Pérez Rod, Rosa María Echeverría y a poetas actuales ya adultos como Pedro Alcarria y Javier Olalde, entre otros. Cabe destacar que han ampliado el catálogo a la narrativa y al ensayo con gran entusiasmo. Y debido al COVID han hecho presentaciones de libros de poesía mediante videoconferencia al que se han apuntado la mayoría de editoriales. La pandemia ha incrementado las ventas de libros y esto quiere decir que las editoriales especializadas en poesía han visto mercado atractivo en Latinoamérica. También en otros países del continente europeo. Para mí es un motivo de alegría que la poesía vuelva a tener la relevancia que merece. No creo que llegue a términos como la narrativa o el ensayo, pero podemos albergar esperanzas en que el lector se declina por la poesía, y lo más maravilloso es que las mujeres tengan el merecido reconocimiento que ellas merecen actualmente.

Capplannetta y los amigos verdaderos

He tenido suerte en la vida con respecto a las amistades. Soy hombre de pocos amigos, pero mis amigos empezando por el señor de Bidaxune y siguiendo con Juan Herrada Sabio, tengo un amigo al que no veo, le llamamos Ferretero, ya que tuvo una ferretería pequeña y allí íbamos a hacerle compañía. Después está mi amigo Pablo Méndez, que es amigo, mi editor y un poeta excelente. La vida pone en tu destino alguna china en el zapato, de la cual, si sigues andando te tropezarás. Pero si optas por la soledad y las amistades verdaderas siempre agradecerás al azar como parte de una certeza que ha sido beneficiosa para tu camino. Tengo amigos con los que estaría toda una vida, incluso les invitaría a mi mejor güisqui. Pero existen conocidos que no invitaría ni a un café. Yo puedo resultar tóxico, pero lo que me conmueve es que no es que yo haya elegido a estos amigos verdaderos, sino que ellos también me aceptaron como parte de su vida de infortunios, desventuras y también para los momentos buenos. Tengo amigos con la cabeza tan bien amoblada que tienen hijos con padres orgullosos, ese, es el caso de mi amigo Juan Herrada Sabio. Es gran padre, un buen hijo, y aunque no seamos aficionados al mismo equipo y diferimos en ideales políticos, somos amigos nada interesados. Dedicar un libro es una cosa seria. Yo he dedicado libros y portadillas a amigos de verdad, otros, quizá, no lo merezcan tanto, pero siempre puedo llamarles para lo bueno como para lo malo. Los mejores amigos son aquellos que pasas un rato agradable, que saben encajar cualquier embate, y son amigos para siempre. Esto me recuerda a la banda sonora de los Juegos Olímpicos en Barcelona 1992. La canción rumbera del grupo Los Manolos, Amics per sempre.

Capplannetta es enemigo de sí mismo

Pocas personas me han hablado con la sinceridad y la valentía hacia mí persona como lo ha hecho estos días Pablo Méndez (el editor). Me soltó, así, de sopetón: yo creo que el peor enemigo que tienes eres tú mismo. Y tiene razón. Me ha demostrado Pablo que es bueno para elogiarte si lo has hecho bien, aunque también es bueno para decirte verdades como puños. Sí, soy mi peor enemigo. Y es que he aprendido de las constantes de esta vida sin experiencia alguna, nadie nace sabiendo. Todo me ha sobrevenido de golpe. Sin nadie que me aconseje, con muchos referentes a los que seguir o imitar, pero yo soy así, mal o bien me quiero, pero me tengo a mí mismo como mi principal enemigo que me hace cagarla en situaciones que pudieran ser mejores. O tal vez distintas. Pablo me ha hablado claro, conciso y no puedo enfadarme. Me tengo que conformar. Porque es una realidad. En las relaciones personales, que son las reales motricidades de esta vida, es donde tengo mis peores flaquezas, mis debilidades, y mi autoestima la pisoteo yo mismo sin pensar en ello. La verdad, es que no tengo demasiados enemigos, y sí por alguna razón tuviera alguno, no tendría noticias de mi existencia, es decir, que mi reacción sería ignorarle. Me gusta la gente sincera, que te dice las cosas a la cara sin esconderse. Pablo lo ha hecho. Y me parece un tío con una integridad como persona realmente excelente. Aunque mi lucha, mi verdadera lucha sea el tratarme con equilibrio y luchar contra mis miedos, la gente como me ha hablado Pablo es la gente que vale. Luego está la otra parte. Que es el tipo de perspectiva que tienen de ti gente como Pablo, o otra gente válida como persona, que prefieren otra cosa. Desde ahí radica mi soledad, no puedo culpar a nadie de su ostracismo hacia mí mismo, no puedo porque mi peor enemigo está claro que soy yo. Y tienen razón cuando prefieren otras amistades. Yo, mientras tanto, vivo en una soledad que muchas veces no es total por la bondad y la buena fe de la gente. La pregunta no es si el mundo ha sido bueno conmigo. La pregunta sería si he hecho bien las cosas en este mundo para que mis semejantes me quieran. Y no encuentro la respuesta. Porque me da miedo encontrarla, pero yo la sé. La respuesta es que no soy justo. Que no tengo empatía alguna con mis semejantes. Párate Capplannetta y ponte de una vez en el corazón del otro, pero lo intento, y persisto, pero no puedo. Y no puedo porque mi corazón pretende elegir la misma canción en la Juke Box para que la disfruten otros, y está claro que nadie disfruta, aguantan y resisten porque te quieren. Y está muy feo hacerles pasar por ese sufrimiento como árbol sin fruto. Por eso, lo mejor es hacer del olvido un olvido perpetuo, un olvido vacío,  y nada más. 

Capplannetta y Cibernética esperanza-2021-II

Ya he mandado al editor un archivo con todas las correcciones y él me ha enviado portada y contraportada, y puedo ahora avisarles de que va a ser un libro bonito. Cibernética esperanza es un libro complicado, pero yo creo en la gran inteligencia del lector. El editor me ha dicho que para la semana que viene estará en imprenta. Parece que sea el primer libro que publico, pero ya lo he dicho anteriormente, es un libro especial. Me lo publican en la colección PoesíaTatto. Ya le he advertido a Pablo que hará la presentación mi hermana. Yo no soy el típico escritor que los lectores esperan. Digamos que soy un escritor que debuta ahora, aunque haya publicado otros poemarios y otras cosas. No soy culto, pero mi cultura está focalizada entre varias causas, algunas perdidas, otras con victoria. El libro se lo dedico a mis padres. Tengo que agradecer a Pablo Méndez por abrirme las puertas de su casa. La verdad, quisiera conocerlo en persona. Lo conozco de llamadas y a veces he visto que es serio cuando debe serlo. Me gusta porque no es de ese tipo de gente que bromea y bromea y no te dice nada en serio, yo desconfío de este tipo de gente. Son gente que se ponen una máscara para parecer más cercanos y accesibles y después te putean. Me esperan vivir momentos de gratitud, de plenitud y de cosechar aquello que una vez sembré. No quiero adelantarme, pero va a quedar un libro precioso. Y literariamente es especial (repito). Tengo ganas de que me lleguen ejemplares y promocionarlo un poco. Pero para eso, creo, que mi hermana me ayudará. Está claro que yo sólo diré cosas buenas del libro, es obvio. Ya les iré avisando en sucesivas entregas. Pronto podremos disfrutarlo. Estoy contento, un trabajo excelente. 

Capplannetta y su editor

Pablo Méndez es un excelente poeta, además de un editor intuitivo y valiente, y no digo esto porque sea mi editor y amigo. Pablo me ha demostrado una integridad como persona y una honradez como editor de las que muchos debieran aprender. En realidad sólo lo conozco de haber hablado muchas veces por teléfono o vía email, pero hablo con él desde junio del 2020, y ya ahí me pareció un chico agradable y debo decir que lo puse en un compromiso, pues le propuse que llamara a mi madre, ya que mis padres siempre han dudado de mí relación con la poesía. Este logo que ven en este post se lo hice como agradecimiento tras lidiar con él otros momentos posteriores a aquel día de junio y también para que tuviera un logo Ediciones Vitruvio, aunque él es sencillo y rehuye de extravagancias y de sofisticados delirios de grandeza, aunque es un hombre sensible y moderno. Él es un clásico en lo particular, tiene buen gusto, aunque ese gusto es propiamente sencillo, pero eso no quita que no sea buen escritor, ya que te puede escribir sobre grafología (es un gran conocedor de la materia), como te puede escribir libros a cuatro manos con ilustraciones, libros sobre la pandemia vivida en Madrid con una prosa poética con ternura y con verosimilitud, y tiene libros de poesía que son joyas, verdaderas obras maestras. Este hombre sencillo y amante de la poesía ha conocido y conoce a grandes poetas que, como él, son grandes lectores y admiradores de clásicos de la literatura hispanoparlante. Pero Pablo además los publica. Ha publicado a clásicos y a poetas que están empezando. Y yo tengo el privilegio que me ha publicado un poemario y me publicará una novela poética dentro de poco. Es un excelente orador. Trabajador incansable y leal a sus poetas, tengan estos las edades y realidades que tengan. He dicho anteriormente que le diseñé el logotipo que muestro, aunque en realidad le diseñé unos seis tipos diferentes. Al otro día, día después de habérselo enviado por email, le dije: -Pablo, ¿te han gustado los logos? Y me contestó: Sí, gracias, los tengo en el archivo, algún día los usaré. Y le aclaré: -Bueno, los hice para distraerme y tal, y Pablo me contestó conciso: -Tú lo que tienes que hacer es escribir. Y a mí que me dijera Pablo Méndez, poeta y editor de Vitruvio, que me pusiera a escribir me gustó, más bien me halagó. Porque debo decir que Pablo es un gran lector. Y yo, pobrecito de mí, me sentí halagado y orgulloso de que él me lo dijera. Y aquí me tienen, escribiendo este post. No para hacerle la pelota, dicho de una manera vulgar, sino porque sí, porque lo dijo Pablo. Así, sin más. Debo decir que desde que publico en Ediciones Vitruvio estoy como un niño con zapatos nuevos. Contento y orgulloso de pertenecer a este parnaso de poetas maravillosos que es Vitruvio. Chapó por Pablo Méndez.