Se escribe y se escribirá mucho sobre los abogados, y de más está decir que es una profesión de usureros, al igual que la de banquero, pero sobre estos desgranaré algunas claves que no dejan de ser curiosas e interesantes. De todos los abogados a los que he entregado mi dinero, estos, cuando haces la entrega de tu dinero, lo meten en un portafolios, o en una carpeta. Lo hacen como no dando importancia al vil metal, cosa en estos comprensible, ya que en realidad no dan al dinero importancia, por que lo ganan empleando un mínimo esfuerzo, a través de sus argucias y sus artimañas. Aunque en realidad, estos, dan mucha importancia al dinero, tanto que son tan caros que cuando accedes a un abogado de oficio entonces comprendes el apego que estos que tienen al dinero. Desconfiad de aquel abogado que os intenta convencer para que contratéis sus servicios. Desconfiad del abogado aquel que expone un decálogo del abogado en la sala de espera de su despacho. Este abogado está tieso, y te suplica ser tu abogado y expone su decálogo polvoriento por que tiene una cartera tan pobre en clientes como pobre en cifras y honorarios en efectivo, este expone el decálogo como prueba innegable de su honradez y honorabilidad. También desconfiad del abogado que os dice que os dejará pagar en cómodas mensualidades o plazos, este, al igual que el abogado tieso, también está tieso e intenta persuadirte y embaucarte con el pago a plazos (por que semos pobres, señores, no nos engañemos) pero en realidad lo que hará es que cuando estés en mitad del proceso te pedirá una cantidad descomunal, ya que si dejas el proceso en la mitad ya habrás pagado y si no lo dejas tendrás que pagarle la cantidad que te pide. Con los abogados y los banqueros todo por escrito y de antemano. Los abogados saben muchos trucos para ganar dinero. Están acostumbrados a mentir, a putear, a los trucos de trilero, y siempre se parapetan tras una secretaria. Cuidaos amigos de los abogados.

Pero también hacedlo de sus secretarias. Todo abogado usurero lleva consigo una tenaz secretaria asqueada de su trabajo. El abogado, como es de comprender, le paga una miseria, esta, se pasa horas y horas tratando con la clientela, la clientela está enfadada con el abogado, y ¿con quién pagan sus decepciones? Pues con la secretaria, ¿con quién más? Esta, con los años ha aprendido a tratar con todo tipo de gentes, y es la mediadora entre abogado y cliente, así que boicotea todo lo que puede entre el contacto de abogado/cliente. Esta, puede ser más mentirosa, más jugadora de Poker, más mezquina, más sutil que el abogado. Ella o él (según los casos) pueden hacer que pierdas los nervios por mero disfrute. Pero en definitiva, el abogado y su secretaria en realidad son tal para cual, desconfiad de los dos y así podréis estar bajo cubierto en tan tremenda tormenta entre arpías y demonios. Estáis avisados, y quien avisa no es abogado, digo, traidor.