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Locura (PROSIMETRUM)

La locura te persigue adentro y persiste afuera. Un hombre loco con la locura sin esperanza ni Dios. Un hombre está solo, tan sólo, con su condición. Un hombre puede ser estorbo, un ogro y un depredador. Un hombre que está solo si es bueno a la oscuridad no teme, ni le asalta sinsabor. Un hombre loco dejó su alma en su corazón, el corazón se lo robó el destino, el corazón bombea sangre en la hemorragia del lento dolor. Hay hombres tontos que te perturban sin ninguna razón, hay hombres listos que te hacen el avión. Los hombres son la misma cosa, las mujeres una bendición, el amor es todas las cosas hermosas que das sin interés sin mala intención. La locura a veces se cura, la imbecilidad no. Hay hombres buenos en el mundo, esos son los que quiero yo. Que te dejan la paz en lo profundo y se entregan a la amistad sin ningún temor. Hay teoría más práctica que ver la televisión. Existe el cine, la poesía y el amor, están los hombres buscando lo que ya han encontrado, los libros, la escritura, el milagro. La risa como música, respirar a pleno pulmón. Yo no creo en la locura, tengo una sola voz. Esa que oigo yo solo, la que templa y me da vigor. Dormir, comer y follar son placeres de sueño, sabor, y orgasmo como colofón. Saturan las hienas que parecen reír y llorar, que son carroña, eso son. Hubo una vez un loco que le preguntó a Dios, señor, devuélveme mi paraíso y perdió la razón. Un hombre se consuela con aquello que pidió perdón, aunque puedo intuirlo, aunque tenga mi solitaria voz. Yo soy ciudadano del mundo, soy lo que quiso el Señor. La desdicha es para el desdichado, y para el pecador la tentación. Soy mi callada penúltima canción.

locura

No poder escapar de las entrañas del sueño, mover los labios entre la voz que intuyo, humedecer la cama de orina mientras duermes, escuchar voces que jamás existieron, tener la certeza absoluta de que de ti hablan, es como huir de sí mismo cuando los demás ríen, estar estigmatizado porque te tachan de esquizofrénico eso es por el desprecio humillante de la ignorancia ceporra, esa de la cual le faltan casi todas las piezas dentales, y beben para olvidar, y abusan de su modorra, tener alas para volar ya no es exclusivo del aire, la droga propicia un incendio en el útero de la soledad, cuarenta cigarrillos al día no resultan bastante, quince cafés diarios son mera rutina, los hombres sagrados no saben llorar, por eso se inventan lamentos desde sus plegarias redondas y hablan para un tiempo futuro anunciando un mañana, es difícil vivir como Buster Keaton, nadie lo ha visto reír en miles de kilómetros a la redonda, se sabe que ríe en las zonas comunes, siempre y cuando no haya nadie, lo hace para no ser descubierto por los fanáticos de la felicidad.