In Memoriam, José Muñoz Ramos.
No lloraré más tu muerte
Porque sé que tu reguero de vida
Es de libélulas brillantes de azules y amarillos naturales,
Sé que tu reguero de vida ha amamantado
De luces de alegría las viñas de mi sangre,
Los lugares por donde tú pasaste
Me hacen arrastrarme frente paredes
De manera verticalísima,
No lloraré tus zapatos nuevos, y tus cassettes
Me seguirán ante esta batalla blanda,
El hombre no es hombre sin su muerte,
La canción que nutren las auroras
Vendrán a recogerte con sus sábanas limpias,
Será, como doblar la ropa de cama,
Aunque morías en una camilla ante la solemnidad
Del oxígeno y el técnico tensiómetro,
Qué feos son todos los ataúdes,
Lleven cruz o estrella de David,
Con lo bonito que es ver la acequia en su chapoteo de mujeres bebiendo del licor que traen los autobuses
De otros pueblos, de no sé qué lindes,
El páramo donde lo sudaste es un secarral ahora,
Te diré, que los aviones traerán la partitura de tu suspiro, traerán los camiones grandes la anestesia de tu sueño a media tarde,
No lloraré más tu corazón destrozado, un infarto, es un infarto, toda la familia convulsiona tu hora, a la hora de tu hora, amén.