De pequeño jugaba boca abajo, siempre boca abajo con los cromos de mis primas y con otros juguetes. Ustedes los recordarán, ¿se acuerdan de aquellos cromos con una estampa a un lado y por detrás eran blancos? Las chicas, mis primas, les daban una palmada con las manos y si se daban la vuelta ganaban y si se quedaban en blanco la cosa quedaba como había empezado. Recuerdo que aquellos cromos contenían estampados de niños y niñas a lo vintage, como también adornos infantiles naif, o algunos tenían imágenes de animales y otras cosas, ahí empecé a hacer mis primeros collages. Mis sueños de pegatina y efervescencia cobraban forma física y mucho después yo los retomaría sin sospecharlo apenas. Pues bien, estos son algunos resultados en este presente tardío.