
Verdaderamente no soy un pico de oro. Mi oralidad es tan pésima que dejé hace años de hacer recitales. Hice el vídeo de la presentación porque así me lo pidió el editor, pero no soy muy dado a los discursos y hacer locuciones con demasiada retórica, por no llamarlo verborrea. Debido a que nadie me toma en serio como poeta he decidido escribir en este blog y no publicar durante un largo tiempo. No tengo mucho futuro como poeta, pero bueno, tampoco me condeno al yugo de escritor como si fuera parte de una esclavitud. Escribo cuando me apetece. Pero en este post diré que estoy más preparado para escribir que para hablar en público, o en sociedad, vamos, que carezco de palique. A veces es mejor no hablar demasiado. De esta manera no se incurre en el error que muchos amantes de la charla llevan a cabo. Por ejemplo, en decir tonterías, como aquellos que son propensos a la bebida y que están adoctrinados desde el franquismo más rancio del que no se avergüenzan. Es más, lo llevan con orgullo. Se dicen tonterías, yo a veces he dicho alguna escribiendo, pero donde más tonterías se dicen es en la televisión. ¿No se han dado cuenta que en televisión (pública o privada) no hay ni un solo programa dedicado a los libros? Si, está Página 2 pero este programa no habla de editoriales pequeñas, hablan, o de Bestsellers o de editoriales grandes. Ya no hay programas como A Fondo de Joaquin Soler Serrano. O incluso, el negacionista Sánchez Dragó haciendo entrevistas a Sabina. O Nostromo, ese programa tan interesante. Entre los canales de Latinoamérica y algunos españoles antiguos que están en YouTube, o la Televisión a la carta de RTVE también están bien, aunque no todo el mundo tiene acceso. Rompamos una lanza por la radio, la magia de la radio, o ahora, los Podcast mi último descubrimiento, todo un hallazgo para las mentes inquietas.