Capplannetta tenía un amigo con el que ensayaba flamenco-fusión. Este amigo estaba con una chica pianista de jazz, el amigo se llamaba Xavi, su novia, Gemma, a Gemma una noche le tocó hacer un bolo (pequeña actuación) en Barcelona, en un piano bar en el centro de la ciudad. Gemma tocaba el piano (divinamente) en un trío de voz, contrabajo y piano, esa noche tuvieron que ir a buscar con el coche de Gemma a la contrabajista Txell, una chica seria pero muy guapetona, allí en el piano bar se encontrarían con la cantante, la cantante, una excelente intérprete con influencias tipo Ella Fitzgerald, Billie Holiday, Etta James, etcétera, era catalana, aunque cantaba en un inglés fluido. El contrabajo es un instrumento que no suena muy fuerte pero de grandes dimensiones, y en el Dos Caballos de Gemma no cabía tremendo trasto, se le ocurrió a Txell que alguien fuese con ella en su moto y que aquel que fuera de “paquete” tenía también que portear al gigantesco armatoste; Xavi se fue en el ridículo coche con Gemma, ¿a quién le tocó la pejiguera? A nuestro amigo Capplannetta, por supuesto, ya ven a Txell y a Capplannetta sorteando el tráfico con el contrabajo dichoso y todo Dios mirándoles. Era un espectáculo aquello. Capplannetta se acordó de Charles Mingus, de Avishai Cohen, y se dijo: -cómo sabe Marcus Miller, que eligió el bajo en lugar del contrabajo. Txell tocaba el contrabajo mejor que conducía, y Capplannetta estaba compungido por el miedo, más bien aterrorizado. Sentía que si tuvieran un accidente la parte peor iba a ser para él, así que trató de guardar la calma e intentar de llegar a su destino. Al final tuvieron una velada que estuvo muy bien, hicieron un buen concierto, luego había que volver pero el alcohol que bebieron les dio valentía y predisposición. Txell le dio las gracias dándole un beso en la mejilla, Capplannetta iba a pedirle el teléfono pero tenía novio. Nunca más, se dijo Capplannetta. Después del trabajo arriesgado que le dio esa noche el ataúd por contrabajo que poseía la gran artista de Txell, Capplannetta no se comió un rosco. Cosas que tiene el jazz, vives peligrosamente, el vértigo de esa noche lo hizo inolvidable.
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pulp pop
Dicen que Karl Marx era un tirano con sus criadas, también dicen que la nieta de Marx vestía pret a porter por los tugurios más chic de Barcelona, a Ella Fitzgerald no la dejaron cantar en la sala donde iban todos los de Hollywood hasta que Marilyn tomó cartas en el asunto, esto ocurrió en una sala de fiestas que estaba de moda donde no permitían que cantaran gente negra, pero desde que Marilyn le dijo al dueño que dejaría de ir a la sala si no dejaba cantar a Ella y a otros más, el dueño, por supuesto, cedió por no perder a tan tremendísima cliente, Marilyn tenía en el local un sitio en primera fila, me gusta el término pulp, que proviene del término que le solían poner a unas novelas con características muy diferentes de lo que vimos en la película de Tarantino, cuentan que Travolta fue espectador del despegue del Apolo 1 y cuentan que todos estos mitos no son parte de un azar, yo les he inyectado cierto aire Afterpop, todo esto mezclado en una coctelera y sabiendo que algunas chicas hoy día están enamoradas de la moda rococó en Japón, y que María Antonieta hoy día y gracias a la película de Sofía Coppola también es un personaje Afterpop. Si no que se lo pregunten a un tal Eloy, sí, ese ensayista que ha dejado claro cuales son las bases de este término tan peculiar que él ha desgranado.