Escritor amateur

Se disfruta mucho de la escritura. Sin lugar a dudas es una terapia excelente contra las insatisfacciones de la mente. Yo disfruto escribiendo, pero me cuesta más corregir debido a que tengo que leer lo que escribo, y muchas veces me hace daño. Me causa pereza releer, corregir y, aun así, cometo errores ortográficos. Se escribe primero como aficionado, después como escritor amateur (aunque sea pagando), después como profesional. Aunque yo de profesional tengo poco, yo me considero escritor amateur. Pero para escribir, y en eso no me equivoco, se debe leer a los clásicos, tanto latinos como griegos, después el siglo de oro, y después a los contemporáneos, aunque también a escritores y poetas como los del siglo XIX, y el XX. Yo llevo un tiempo que me estoy quitando de un ansiolítico muy fuerte, con lo que no me puedo concentrar. Y leo menos de lo que quisiera. Ante todo, leo ensayo y ficción, autoficción, realismo, ya sea mágico o sucio, por qué no, también el realismo riguroso. Pero lo que más leo es poesía. A veces me canso al escribir sobre la misma cosa, me parece obsesivo y redundante. No, no soy un resentido. Escribo para ambos mundos. Esos mundos en simultánea decadencia que llevan a lugares como malentendidos y dudas existenciales. Me gusta escribir. Ya está todo escrito, ahora toca reescribir y maniobrar con algo que resulte novedoso. Aunque es muy fácil hacer epigonía o plagio. Eso, en el caso de la IA. El escritor tiene un compromiso con el lector, y es necesario no repetirse, no ser demasiado hipersensible, y tampoco ser un resentido. Éstas son las bases para una buena escritura. En fin, el oficio de escritor sin vocación es mejor porque supone talento, y el talento es para unos pocos. Es así la historia.

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