
Esta noche será larga, la más larga de tu vida. Sufres y sufrirás el desprecio y la ira. Esta noche será larga, si tu casa no es tu casa y el camino del hogar es del todo una mentira. Yo quise venir a este lugar sin miedo al cancionero, la sentencia, la injusta purga, sin miedo al abismo, es una cuerda que se muere de disculpa. Esta noche será larga, más largas son mis dudas. Yo no tengo culpa alguna, si mi noche no es de paz, la mañana será cruda. Será un arenque vomitivo, un espantajo que estornuda, será un sol de invierno rancio, el resquicio de cárcel y tumba. Yo no vocifero, ni marco la temperatura. Esta es la palanca del miedo, la vida hiriente, que te ataca sin consuelo entregado a la penumbra. Nadie ha visto mi rabia en la paciencia impoluta. Paciencia debo tener, ante esta prepotencia absurda. He visto herir a hombres que no tuvieron nombre ni cura, les señalaba con un dedo inquisitivo que dominaba su locura. Yo resisto de sol, y me arruino la esperanza con sabor a niebla y bruma. Esta noche será larga, más larga aún que la vida dura, prehistoria y prematura soledad, ambidiestra negrura ¿por qué debe ser tan ruda? ¿Por qué es tan miserable esta herida que supura? Yo no quiero mirar, no quiero llorar, volar, olvidar, no quiero guerra alguna. Dejadme vivir en paz, dejadme que viva entre mi duda. Yo no sé de mordedura ni canción que como el hielo no perdura. Yo quiero levantarme con mi paz completa y pura. Cuando en el horizonte la diferencia es tan lejana y nula. Avisadme para morir despierto y no quiero apariencia ninguna. Que me desangre esta noche negra, que pervive tras una tísica angostura. No quiero telegramas, ni emails, que nadie sepa cuando mi sombra muda se apropie de mi silencio en esta noche repleta de furia, que desprecia mi callo y mi envoltura, mi entreacto en este potro de tortura. Que me avisen de que muero, cien veces muero, porque mi alma de frío suda, de calor es tu vida oscura. Cojan rastro en Internet, cojan la acuciante lisura, de manteca y patria seca, de esperanza en la mixtura.