Elementhal

Me tapo los ojos con la mano derecha sin éxito alguno. Me condecoro como libre pensador. Me hago pesado como un péndulo de plomo. Me trago negrísimas flores de óbito y la gente que lo sabe, me quita la palabra como si tuviera dueño una palabra mal dicha o un pensamiento mal trecho, que crea una llaga en el interior, y se aferra como una garrapata maldita en la oreja de un perro.. Y lo que tiene es para mí cientos de pájaros y peces de Fletcher blancos y negros, que vuelan, y bucean, y son otra cosa en cualquier momento. Los elementos son la esencia viva de la vida. El fuego es el elemento tardío y se descubrió cuando el hombre empezó a creer en un Dios, y en un Adán de arcilla marrón. Porque el hombre era marrón y también fue barro de arena fina y blanquecina. La libertad intelectual es más necesaria que cualquier mal hábito que atrape al hombre. En Andalucía las abuelas hacen ganchillo, o por lo menos antes los hacían. Recuerdo en mi casa tapetes de encaje de ganchillo, es tan andaluz como el gazpacho. Las abuelas, ay, las abuelas. Recuerdo a mi abuela con su hábito de la Virgen del Carmen, y su moño de pelo negro. Porque entonces mi abuela no tenía canas. Mi otra abuela, también de Andalucía, jamás llevó moño y no usaba hábito. La verdad que mis abuelos maternos no eran muy religiosos. Tampoco mi abuelo paterno, al que no conocí. Y lo sé por las historias de mi tite Antonio. Como tengas la mala suerte de nacer homosexual en Andalucía tendrás unas ganas tremendas de salir de allí zumbando. Es lo que le ocurrió al pintor Ocaña, y a un familiar lejano mío, y a Lorca, y a tantos… pero no es tan terrible, Andalucía es el gran seminario de Europa. Hay más curas y obispos andaluces como hermandades de Semana Santa. Y a muchos demonios de España los llevaban bajo palio. Estoy viendo la película El Palomo cojo, de Jaime de Armiñán. Basada en una novela de Eduardo Mendicutti. Me recuerda tanto a esa Andalucía que yo veía de niño a lo lejos mientras servía la hermana de mi abuela Carmen….se llamaba Mercedes. Recuerdo el pueblo de Sarteras. De las casas con baldosas pecualiares y típicas allí en la Andalucía beata.. Elementhal, mi querido Watson.

Deja un comentario