Pasan los días

…y en esta vida tendrás días mejores y otros peores. Y no quiero hablar de libertad, porque a veces ser libre es escoger con libertad tu cautiverio. La libertad es a veces olvido de la realidad y otras es un breviario condenado al sutil manifiesto. Se manifiesta de pensamiento pesado. Es lugar de derrotas y aciertos. Pasan los días, todo pasa, de mientras, entre días festivos y laborables, vas perdiendo fuerza, pasión y amor por la vida. La vida es durmiendo sueño de amor, despierto es un pesado y contradictorio esperpento en que se vive amando lo pequeño, las cosas sencillas, se convierten en pequeños reductos de felices momentos. Esta vida está llena de contradicciones y certezas sin fundamento, algunas. Otras tienen la verdad que te deja sin resuello. La vida obliga a vivir cada momento según el ánimo, la compañía y según nos vaya con las cosas en silencio. Pasan los años, y cuando te das cuenta tus padres son ancianos y tú empiezas a ser viejo. Pronto, muy pronto, seremos mugre y esqueleto. El egoísmo rechaza el sufrimiento, pero la empatía es cosa de seres buenos. Absurdo es el cabizbajo arrepentimiento. Absurdo es lo que no se goza en su preciso momento. Porque todo tiene su tiempo. Las maravillas del vivir es el amor, el sueño del amor, y el sexo. Con el tiempo te vas dando cuenta que vivir es algo serio. Te puedes sentir vivo con fundamento, pero la tristeza hace el camino de tedio, lento, muy lento. Demasiado. Las palabras no se las lleva el viento. Se almacenan como espinas y eliges serlo o no serlo. A jugar con la voluntad de la inercia del luego. Luego vienen los momentos malos, como llagas que anidan en el pensamiento, eclosionando luego lo bueno…

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