Goma de borrar

Yo solo me encamino hacia las sombras. Sin nadie que me acompañe, en el error del pasado caigo yo solo al barro. En el barro donde salgo manchado hasta las cejas. He perdido yo tanto que ya no siento ni el dolor. Lloro como los cocodrilos. Me caigo entre mis propios límites. He llegado a la conclusión que escribir poesía es una tontería, pues aburres con lugares que para muchos son inexistentes. La agonía de los poetas no tiene sentido para ser valiente. Pues somos tan efímeramente caducos que ya no tiene sentido escribir un poema, pues ningún poema es igual, ni se parece, a llorar de la risa. La poesía y la literatura está ya escrita la mayoría. Solo nos queda acercarnos a las sombras para morir de cansancio. Ahora lo que hacemos escritores/as y poetas es suscribir. Redundamos en lo ya dicho. Sin nada más que objetar. Y añadiendo palabras a lo ya conocido. Escribe y borra. Copia y pega. La verdad es que ya no hay ni una pizca de inmortalidad. No vamos a perdurar ninguno. Solamente están los lectores como receptores que saben que todo está dicho. La gloria ya no existe.

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