Bombas psicológicas

Una psicóloga de Rubí me aconsejó que no bebiera si tomaba medicación psiquiátrica. Me dijo: —No bebas alcohol mientras te medicas, es una bomba. Y el caso es que, sí tengo pocos amigos o poca gente de mi familia está a mi lado, es porque estallo de bombas psicológicas. Bombas psicológicas para la confianza de un ciego. Mal sonido para la fecundidad del placer y acomodo. Mal sonido para la fractura del hielo, es como apagar fuego con agua. El fuego engulle naturaleza, yo engullo conocimiento. Porque al pensar mal estoy poniendo a prueba para afianzar mi zona de confort. Estallaré mil veces, un millón, pero eso solo trae ostracismo y es la primera semilla de la psicosis y los ataques de pánico. Yo me considero alguien inteligente, que era alegre y vivía tranquilo, pero ahora, después de mi crisis nerviosa, he resucitado por fin de mi muerte existencial. Ser una partícula de nitroglicerina es la verdadera naturaleza de los libres pensadores y de la gente que pretende cambiar de postura para su comodidad. Soy una especie rara en extinción. Aunque cuando al viejo no se le quiere tampoco se quiere al nuevo, somos culpables de su cautiverio.

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