El arte es robo

Hay personas que me llaman loco deliberadamente. A mí mientras me quieran los correspondientes amigos y familiares lo demás me la trae al pairo. Soy un enfermo, no me gusta hablar de diagnóstico, pero me siento a veces libre y otras veces cautivo de sombras y noches sin luna. En realidad soy un solitario, que no da ruido, que no molesta, que no lamenta. Cuando llegó mi vida madura llegó también lo que todos estaban esperando. Estoy orgulloso de mis escritos y de mis mixturas de Píxel. Son lo único que alivia mis penas. La familia también, pero mis hermanos van a la suya. Yo no puedo reprocharles nada, pues tienen obligaciones. El orgullo de mi legado es como bien dijo Picasso “El Arte es Robo”. En ese aspecto tienen razón de sí mis mixturas, ya que soy apropiacionista. Pero en mi obra literaria (y no quiero ser pedante) influye bastante la autenticidad. Hay momentos que te apetece crear una imagen y en otros momentos te apetece escribir. Aunque no se debe forzar la escritura. Es contraproducente. Yo quisiera saber dibujar, gastarme un dineral que no tengo en tecnología para diseñar mis creaciones. Una cosa que no puedo negar que robo alguna imagen, pero esa imagen, una vez insertada en mi programa o software la manipulo de tal manera que es imperceptible a vistas y a riesgos pueda correr. No es pirateo. Pues en cada imagen retocada pongo que la sustraje de Pinterest. Es así la cosa. He hecho dos exposiciones en toda mi vida. Y solamente he vendido un cuadro. Hay gente que considera lo que yo hago como intrusismo. ¿Acaso no se inspiró Picasso en el arte africano? ¿Acaso Dalí extrajo de varias disciplinas para crear sus imágenes? ¿Andy Warhol no copió de fotografías icónicas para realizar sus serigrafías? Todos copiamos. Es la inspiración la que nos ayuda a sustraer del elemento y de la impronta que dejan tras de sí nuestros patriarcas y matriarcas en el mundo del arte contemporáneo. Desde el siglo XX.

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