Hacer burbujas con saliva

A veces hago burbujas con mi propia saliva. No para jugar como un niño tonto. Sino porque saliva es lo que me sobra. No se imaginan lo que es tomar un fármaco que te eleve el flujo salivar. Mis glándulas salivares la producen demasiado. No quiero decir con esto que se me caiga la baba. Dios no lo quiera. Pero un fármaco, cualquiera que éste sea, tiene efectos secundarios. No pretendo frivolidad con el asunto, pero hago burbujas pequeñas con mi saliva. Esto me lleva a recordar a mi infancia. En mi infancia las hacía con los labios. Ahora las hago en el interior de la boca. Sobre esto hay una historia un poco desagradable que recuerdo en mi adolescencia. En mi clase de EGB se crearon varias parejas de medio noviazgo. Y una chica, al besarse con su chico, le dio una sobredosis de saliva en un beso de tornillo que se estaban dando. Como consecuencia el chico comenzó a gritar exageradamente ¡me ha escupido! ¡Me ha escupido! Y nos partíamos de la risa. La chica es atractiva. O al menos lo era. Hace años que no la veo. Era verdaderamente atractiva, me reí bastante.

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