La gran verdad del amor

Y yo que creía que el amor era otra cosa. Creía en mi inocente juventud que el amor era confianza, fe ciega, y ser algo más que amigos. Así de simple. Pero no, el amor es más complicado y aún más potente que todo lo que yo creía. El amor es entregarte por entero, caminar desnudos entre mar y tierra, ser realmente bueno, ser cómplice, amar y ser amado, tener la mente clara. Pero por supuesto que el amor es confianza, fe ciega y ser algo más que verdaderamente amigos. La gran verdad de la vida es difícil para las almas cándidas. Si tu madre no te enseña a desconfiar de la gente mala, la vida te lo enseñará con creces. La confianza se otorga al que lo demuestra noche y día. El amor, amor a la familia, amor por los amigos, pero el amor de pareja no es una comedia romántica. Es algo serio. Que conlleva sacrificio, orden en el caos, la esperanza, la alegría, nos hace tontos pero qué bueno es querer y compartir. Que te quieran para que recíprocamente se disfrute de los postres del buen amor. El amor es la entrega absoluta. Es una ruleta. A veces se gana y otras se pierde. Lo que se debe procurar no perder la cabeza. Si amas demasiado puede ser arriesgado, pero el amor es asunto de valientes. Aunque a veces temblemos de miedo comprensible. El amor es bonito. Dos personas que se aman son una persona que camina el uno junto al otro. Amor, quien lo probó lo sabe, decía Lope de Vega. Y es cierto. No hay nada incomparable porque esa gente que dicen que es la inercia y el motor del mundo tienen razón.

Sobre “Alguien voló sobre el nido del cuco”

En la película basada en la novela homónima de Ken Kesey Alguien voló sobre el nido del cuco, en inglés, One Flew Over the Cuckook’s Nest (1975). En la escena anterior de cuando van a realizarles un electro-shock descubre Jack Nicholson que el Indio gigante puede hablar, que no es mudo, tampoco sordo, tal y como finge ser en el Hospital Psiquiátrico de Oregon. Entre ellos mantienen un diálogo mientras esperan el reseteado, y el indio le dice a McMurphy: —(…) mi padre bebía y no era él quien bebía de la botella, era la botella quien bebía de él (…) y en otra parte del diálogo dice: …no lo dejaban tranquilo… Esa suele ser el motivo de los hechos que muchos hombres se tiran a la bebida, o se vuelven locos, o se tiran a la droga, y en algunos casos al tren. Es mejor dejar vivir y que te dejen en paz. Es una esclavitud en cubierta. Es todo un mensaje a los señores del abismo interior. El indio (no quiero hacer spoiler) resuelve la situación respecto a McMurphy. Muchos pacientes del psiquiátrico se alegran de la actitud del indio. Esta película es esencial para esa gente que ha estado ingresada en psiquiátricos. Es la vida loca.

Vida Caprichosa

Es tan caprichosa la vida como la inercia del humo, o como el azar del bingo. La vida me ha enseñado que la paciencia es la primera regla del escritor, y que las cosas no ocurren cuando uno lo desea. La vida tiene sus porqués y es como un sueño que no aflora del todo o se esteriliza como una semilla hueca, que no germina, y por supuesto, muchas veces no hay cosecha. Sí deseas algo, no esperes, olvídate y deja que ocurra sin pretenderlo. El deseo es un polvo insatisfecho, en el que no hay orgasmo si no muestras interés y predisposición. Nadie tiene las claves ni el secreto de la vida. La vida es un misterio y ese misterio es muchas veces una causa fallida. No hay nada nuevo bajo el sol. En el Eclesiastés se explica bien la cosa. No hay nada nuevo. Estamos acomodados a la vida de confort que ofrecen en los medios. Vida oropelada de bazofia sentimental y telebasura. A algunas personas nos ocurre que buscamos algo más. Que cada día aprendemos y necesitamos seguir alimentando el aprendizaje de nuestra propia identidad. La vida es como un capricho que apetece casi siempre.

Humanos

¿Qué tendremos los humanos, qué tenemos los humanos? Pues a pesar de lo que nos pesa andamos y andamos, andamos y tropezamos, aprendemos mientras caminamos, nos miramos, nos vemos y nos amamos. Nos emocionamos, una balada cantamos en este baile de vida y muerte bailando. Los humanos duramos mientras sonamos. Los humanos somos fuente, peregrinos y adoramos a alguien que no conocemos, por escritos, pergaminos y legajos sabemos que lo sagrado es un hecho cuando estamos bien acompañados, ¿qué tendremos los humanos, qué tendremos los humanos? Que somos tan diferentes y a la vez somos primos y casi hermanos, en este mundo hay payos, negros, árabes, gitanos, indios y asiáticos. En este mundo hay conocidos y extraños, ¿qué tendremos los humanos, qué tendremos los humanos? Pues sabemos lo que queremos pero a veces no lo logramos. Los humanos somos budistas, hebreos, musulmanes y cristianos. Todos bajo un mismo Dios a veces en la vida luchamos mientras sudamos, sudamos y respiramos, hidrógeno y oxígeno, ¡qué somos seres humanos! Hay buenos y malos. Poco importa la raza, la religión o si pecamos, poco importa la baza, la canción y el simulacro. Pues la vida es milagro en ensayo. Un ensayo general que ataviados. Hasta el día del estreno, en el secreto nos amamantamos. Pues la gloria no sabe a nada, gozamos también lloramos, amar es vivir y pasar buenos ratos, la vida puede ser un lastre, una puñalada en el costado, puede ser que los humanos la mayoría desnudos estamos. ¿Qué tendremos los humanos, qué tenemos los humanos? Vamos besando manos, porque lo malo en vida pagamos, vamos caminando y amamos, porque el amor es lo más puro que en los días atravesamos. ¿Qué tendremos los humanos, qué tenemos los humanos? Pues somos raíz, también tallo, somos flor, polen y afloramos. De estar vivos nos alegramos mientras todos soñamos. Somos andando.

Camarón y Chispa

El séptimo hijo tiene algo que no tienen sus hermanos. El séptimo hijo es grande, es leyenda, es duende y es un mito. El séptimo hijo gitano debe ser rubio, es algo especial, llamado Camarón de la Isla, como nombre artístico, su nombre era José Monge Cruz, es la voz flamenca por antonomasia. Pasó de la fragua a ser el mejor cantaor de todos los tiempos. Camarón era andaluz, cosa que no es óbice para ser cantaor, o guitarrista, o bailaor. Camarón como leyenda no nos decepciona. Es inspiración, es un deleite para los oídos. Camarón era y seguirá siendo el Rey del Flamenco. Recibió la medalla de las artes de Andalucía póstumamente a los tres años de su fallecimiento. Murió en Barcelona y cuentan que después de un concierto Mick Jagger (líder de los Rolling Stones) le pidió unos calzoncillos para ver si le pegaba algo aquel hombre menudo, rubio y flamenco. Grabó un disco llamado La leyenda del tiempo en años de flamenco ortodoxo y fue decepción en sus comienzos, pero es uno de los mejores discos del panorama actual flamenco. Y en mi opinión es uno de los mejores discos más innovadores y, lo más importante de todo, es un disco mítico y apoteósico. Su esposa era y será siempre María Dolores Montoya (La Chispa). Chispa era una adolescente cuando conoció a José. Chispa es de La Línea de la Concepción. Gaditana como Camarón. Gitana como José. Sin duda dos almas nacidas el uno para el otro. El duende que tenía Camarón de la Isla es proveniente de lo especial que es el séptimo hijo. Hay un disco de Iron Maiden llamado Seventh Son of a Seventh Son. Camarón dejó como heredero a su hijo rapero Mancloy. Sin duda el rap es futuro puro.