Mis libros en Bibliotecas

Ya tengo mis libros en, al menos, dos bibliotecas de mi ciudad. Mis libros Cibernética Esperanza y Poemas con Nocturnidad. Estoy muy contento. La opción socialista será mi voto en las elecciones municipales. Desde hace años hasta que tomaron la alcaldía los socialistas no ha habido tanto progreso y políticas coherentes en mi ciudad. También estoy contento de otras cosas que no quiero decir aquí. Pero bueno, somos pobres pero honrados. No es una indirecta. Es mi pensamiento hoy por hoy. Mi situación ha pasado por muchos baches y ahora intento reflotar este barco medio hundido. Antes del naufragio quiero ver una película. Tan solo por verla a ella. Es Anna Magnani y la película Mamma Roma. Me encanta el monólogo con el traveling marcha atrás. Es una película maravillosa de Pier Paolo Pasolini. Es mi Diva la Magnani. La admiro muchísimo. Es una mujer fatal y, a la vez, una heroína del neorrealismo italiano. Hoy ha sido un gran día. No me puedo quejar. Sin lugar a dudas no puedo dejar de escribir. De cualquier cosa. Pero que tenga cierto interés. Tengo mis libros en bibliotecas, y estoy contento. Es algo que deseaba hace tiempo.

¡Os escupo en la cara!

Esta es la sentencia de Lorca en Poeta en Nueva York. En el poema sentencia diciendo lo que muchos haríamos a Wall Street y los secuaces del dinero. También al banco mundial. Nacionalizar la banca es un imposible impuesto por las grandes fortunas del mundo. Soy socialdemócrata, pero en este ideal no todo el monte es orégano. Algunos opinan que el capitalismo está muerto; yo no lo creo. Ahora es neoliberalismo la cuestión y ejemplo de sandía. Los pobres son la cáscara de la sandía (expuesta y esclavizada para vivir) y en la pulpa las clases medias-altas y las grandes riquezas (elitismo y fundamentalismo económico). Lorca en 1931 ya vio la clase de ralea que es Wall Street. Primero conquistaremos Manhattan y después conquistaremos Berlín, como decía Leonard Cohen. La riqueza se evapora, por eso la voluntad de los ricos es acaparar e invertir. Eso que dicen que es más rico el que menos necesita es cierto. La humanidad es una verdadera hipocresía. Salvar el planeta es algo que no hacen las grandes potencias. Aunque es prioritario y fundamental comprobarán ellos mismos que el dinero ni se come y resulta volátil como los buenos tiempos.