Emperador del azul

El secreto que haya entre cielo y tierra poco debe importarme. Porque hay que resistir la soledad, ya que eres impuro, impío, e insolvente. No soy poeta epígono, tampoco soy poeta culto. Soy emperador del azul. Un emperador del azul es el que nace para ser la justicia y se juega la vida por una causa no resuelta. Cuando Dios se pinta de azul es el momento preciso. Hasta que llega el día de la ira y el emperador del azul se traga su propia flema. No da asco tragar flemas que son tuyas. Yo no he realizado ninguna hazaña. Llegué en el momento preciso y me removieron las costillas a puñetazos. Me duró dos meses de enfermedad y tres semanas de convalecencia. El emperador del azul es menospreciado por la élite suprema de los hombres conectados. El emperador del azul siempre es del abril, al abril pertenece. Ya quisieran muchos que me volviera loco pero lo que sí seré un viejo triste. El emperador del azul tiene su sosia reciente en alguna parte de este mundo. Heredero del azul también será emperador. Pero tiene que pasar por la mugre y la suciedad de las calles, los desengaños amorosos, pasar por el reproche de los despechados. Nos quitan el derecho de creer en el azul cobalto de la noche. También del charol brillante de las auroras nuevas. Los tiempos de antes eran mejores que los de ahora. Ruego a Dios que el heredero del azul no se vuelva loco. Pero tiene que comprender que la vida nos escoge y que cuando la intentamos escoger nosotros se escurre como una trucha ungida de vaselina. Es mejor tener esperanza que dar clases de moral, de contar historias con moraleja. De creer que todo es misantropía, muere siempre el crepúsculo.

El tiempo y los libros

El tiempo y los libros me han hecho comprender tantas cosas que comprendo el sentido o el sinsentido de la vida. La vida me ha dado una lección que agradezco. He descubierto gente sana y tan inteligente que te hacen dudar sobre tu propia existencia. Si puedo hacer el favor de ayudar con mis textos me siento privilegiado y contento. Hay gente que las que un día hablas durante dos horas y otra gente en la que entablas una conversación de cinco minutos. Lo que es triste es el resentimiento. Pero eso es producto de nuestra incomunicación. Tengo un libro llamado Prosimetrap que no creo que venda. Pero yo sigo con la ilusión de hacer todo aquello que me guste. La conexión del mundo: Internet y las cosas como los teléfonos smartphones, la Inteligencia artificial, la revolución que está por venir, son motivo de preocupaciones aunque también de satisfacciones. No creo en el hombre como un ser noble y con férrea voluntad sagrada. Creo que todo es producto de nuestra imaginación. A mí el tiempo y los libros me han salvado de la estigmatización y del ostracismo, tan sólo porque la gente quiere confort y comodidad. No hacen nada por nadie, pero ¿acaso eso es una novedad? ¿Tiene importancia dar tu vida por una amistad? La gente no es mala, lo que ocurre que hay distorsión en sus vidas con dotes entre prerrogativas e influencias negativas. Con el tiempo te das cuenta que el cine es un cincuenta por ciento de mentira y otro cincuenta de realidad. Pero la vida, la verdadera es una mentira asquerosa. La conectividad es un hecho que no disipa dudas, la información es lo verdaderamente importante. La comunicación rechaza aquellos hijos de la inocencia para el buen provecho saciado equivocadamente.

Sobre Al Pacino en Abogado del Diablo

El actor coprotagonista de Abogado del Diablo Al Pacino tuvo que pasárselo muy bien haciendo el papel del diablo. Keanu Reeves está perfecto. Pero Al Pacino está soberbio. Es un personaje curioso el que interpreta el actor. Es divertido como trágico. Es el personaje que todo actor con personalidad y con madera de protagonista quisiera interpretar. Los Rolling Stones en Simpathy for the Devil dice en inglés: …cuida tus modales, pon todo el empeño, cuida todos los modales que hayas aprendido… Eso hace Al Pacino. Hace bien el papel demoníaco de Milton. En ellas podemos ver lo divino y lo satánico. Los abogados son una profesión de cínicos y manipuladores, aman el dinero, y les gusta —como a todos— vivir bien. Me recuerda al Mephistofeles de Fausto de Goethe. Manipulador y astuto. Aunque este diablo usa el metro como medio de transporte por la ciudad sin Dios, o sea, New York. Dice cosas como por ejemplo: —sé un hombre corriente, infravalorado, un pobre don nadie. Debe de cambiar de registro de dramático, a tipo enrollado, y a veces estalla en asombrosa ira. Mephistofeles sin embargo no es tan atractivo y resulta más cómico. La vanidad es sin duda mi pecado favorito. Dice retomando la vía del hombre que sabe todas las lenguas y es un camaleón camuflado como también un ángel caído. El caso es que está metido en toda clase de artimañas como un buen diablo debe ser. Comprendo el matrimonio del cielo y del infierno. Ser abogado del diablo es lo que mucha gente realiza a lo largo de un debate, o un diálogo entre dos personas con carisma y personalidad, ya que los dos son de gran personalidad. Kevin Lomax es un personaje con mucha variedad, también, de registros interpretativos.