La envidia nunca es sana

En este mundo literario hay muchas envidias. Algunos se atreven a decir que sienten Envidia Sana. Nada más lejos de la realidad. La envidia nunca es sana. Puede ser en mayor o en menor grado, pero no voy a hablar de nadie. Hablaré de mí mismo, desde mi perspectiva. Están las editoriales importantes, las editoriales buenas, y las editoriales pequeñas. Pero ahora están floreciendo las editoriales que cobran para publicarte. Algunas ni se leen el manuscrito y aceptan sin previsión; estas, además de ser malas, van a ganar dinero. Son empresas. Pero ese no es el tema que quiero aclarar. La cosa es que en el tema de las regalías las buenas pagan, aunque te cobren por publicar, pero después están las que con un hermetismo comprensible te dicen que no vendes y además te cobran por publicar. Yo, no es que sienta Envidia Sana de los que están en editoriales serias, que ni cobran y te pagan las regalías religiosamente. Yo por esas editoriales y la élite de escritores o poetas publicados cobran regalías generosas sí tengo ahí envidia. Yo he decidido publicar pagando. Pero en una editorial sería. Mi poesía no se vende o porque es muy mala o porque no encaja en el arquetipo editorial. Está feo que yo lo diga, pero sí siento envidia. Yo consumo literatura y quisiera que consumieran la mía. Puede que no sea lo mala que las editoriales serias te ponen la excusa de que no encajas, y es verdad, no encajas. Pero es porque lo que escribo es consuelo de nadies. Eso sin contar el nepotismo cutre que tienen muchas editoriales. Mi poesía se lee por el editor antes de ser publicada. No será tan mala mi poesía que —aunque pagando— me publican mis libros.

Sexo oral

El sexo oral es más placentero que el sexo tradicional. A veces en el sexo tradicional das, das y das pero eyacular es algo que debes de prefabricarte tú moviéndote a la par de la eyaculación. Lo mejor del sexo tradicional es correrse los dos simultáneamente. Pero en el sexo oral la cosa cambia. Cuando tú como tu pareja os dais el placer de acariciar el clitoris o en el caso del hombre el glande. Ofrecerle ese placer a tu pareja es un deleite. Todo un elixir para féminas que no llegan al clímax en el sexo tradicional. El sexo oral es un acto magnífico. Es sexo donde las parejas se entregan totalmente. Los dos. Pero cuando las caricias en las zonas erógenas como en el gran clitoris femenino, ya sean los labios inferiores o superiores. El hecho es que correrse en el sexo oral es un placer para verdaderos amantes del sexo. La vida sexual es un compendio de juegos, virtudes, y caricias sensuales. Cuando la mujer o el hombre te ponen, o mejor decir, te excitan, en el sexo oral es un colofón eyacular mientras tu pareja te da más, más y más. Es una maravilla.