
Sí, soy ya un viejo. Pronto cumpliré 49 años y he vivido tan deprisa mediante la velocidad azul que ya he sentado la cabeza. Me alejé de las calles. Me propuse no salir, la calle es la mórbida flema del asco. Vivir he vivido. Pero ahora quiero vivir tranquilo. En soledad pero tranquilo. No busco la soledad por cuestiones antisociales. La busco porque me he acabado desengañando de que todo es siempre lo mismo. Que la juventud es empezar por el postre, al principio tienes amigos y todo el mundo te quiere. Pero pasan los años y te das cuenta quienes valen la pena y quienes no. Sobre lo de viejo prematuro es una exageración, lo verdadero es que la vida pasa deprisa aunque se haga largo el tiempo en las salas de espera. Solo estoy sí, pero tengo una dignidad a prueba de bomba. Al igual que nadie te puede ayudar, yo tampoco estoy capacitado. Pero si no lo intentamos nunca sabremos lo que nos depara el destino. Quizá nuevas amistades. Quizá amores inolvidables, tal vez todo lo contrario. Soledad y más soledad. La única riqueza que tienes es lo que aprendes a diario. La familia, los amigos que valen la pena, todo eso es riqueza. No tengo aires de grandeza. Soy un cazador de imágenes en Internet con las que hago mis mixturas. He sido publicado en Venezuela con mi Cuaderno de Píxel que de Internet surgió y en Internet de manera gratuita lo devolví. Es mejor luchar por algo en la vida antes que vivir de ilusiones. La ilusión es un momento. Pero la lucha es darle, darle y darle fuego a las pasiones y sangre fría a los miedos. Yo he llegado a un punto en el que cuando menos moleste mejor. Por eso la soledad. Pero la soledad de ahora no es la misma que la de antaño. Antes valía la pena socializarse y confraternizar con la buena gente, pero ya es tarde. He vivido mi juventud deprisa. No estoy muerto de milagro. Y no soy un erudito, o un intelectual, o un pedante. Estoy solo pero no busco compañía. Busco la felicidad, que no existe, pero sí existe la plenitud. El hecho de estar vacío es el peor de los sentimientos. La realidad te empuja y sin escribir con miedo todo va sobre ruedas. La aventura de vivir es lo mejor.