Resignarse

Cuando aceptas la vida tal y como te viene, tal y como te la ha asignado la naturaleza. Cuando aceptas la soledad no tienes por qué calentarle la cabeza a nadie. Aceptarla sin más. Sin ponerte pesado, sin dar la barrila. Intentas acerte la vida agradable. Sin molestar. Te aceptas y te vuelves egoísta. A eso lo llaman hacerte selectivo. Confraternizas con el que te ayuda obsequiándole con alegría. Cuando son las cosas de esta manera es que has madurado, has madurado y te haces un favor. Porque dar la brasa no lo quiere nadie. Está bien desearle a la gente tus mejores deseos. Cuando aceptas estar solo contigo es aceptar una vida como lo que aconsejan para soportar la muerte de un ser querido, aconsejan resignación, la resignación es la mejor compañía. Resignarse o revelarse. Revelarse es ridículo. Porque ¿contra qué te revelas? ¿Contigo mismo? ¿Contra Dios? Revelarse contra los hombres es estúpido. Es revelarse o suicidarse psicológicamente. Acudes al calor humano. Como los perros en el invierno. Se acurrucan cerca de ti y lo mismo ocurre con las personas. Buscamos conmiseración. Madurar es dar conmiseración y resignarse. Pero todo esto es teoría, las personas somos más complicadas.

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