Cuando persiste el agobio

Hay momentos que son de un tedio angustioso del que solamente podemos hacer frente con paciencia y resignación. La vida ofrece toda clase de variedades de sensaciones y desequilibrios repletos de momentos lentos y aburridos. Las personas somos como monigotes a la deriva de los momentos infelices y los momentos verdaderamente satisfactorios. Hay tres placeres verdaderos en la vida, luego están las cosas sencillas de las que también se goza. Estos placeres son el sexo, dormir y comer. Pienso sinceramente que el universo debiera tener acceso, si no al sexo, al menos a los otros dos. A veces te sueles enfrentar a un agobio producido por frustraciones, ya sean económicas, amorosas, o de salud. No es agobio, qué digo, es una derrota tan severamente angustiante que pasas por contagiar al personal. El verdadero sufrimiento en la vida es la muerte de un ser querido. Para eso no hay consuelo, aunque te den calor las amistades y la familia. Pero los verdaderos momentos de tedio son algo por lo que todos frecuentamos de alguna manera. A veces más y otras en menor medida, pero es algo impreso en el ADN existencial. No todo son alegrías y celebraciones.

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