Ley de vida

Reniego de la ley de vida. Porque mueren los jóvenes hermosos mientras que los malos son longevos y llevan al cadalso a criaturas repletas de juventud. Reniego de la ley de vida, porque no hay cosa más injusta que la ley de vida. Nos acompaña mientras vivimos y con el dolor en nuestras carnes vemos a ancianos morirse en la ley de vida, aunque sé que la vida duele, pero la ley de vida es sólo muerte. Porque esa ley sólo tiene un camino. El silencio de los cementerios, aquellos que causan una pena reverente, porque todos pasamos por eso. Es ley de vida. Esperamos el milagro que nos dará la resurrección en el embustero cielo que nadie ha visto, y nunca nadie ha regresado. Cuando muere alguien el vacío es inmenso. La solemnidad triste es el silencio del cementerio que nos espera, cada uno en nicho, cada panteón familiar ocupado. Pero no todo es tragedía. Está el calor de las alegres compañías, los bares en ocasiones de opulencia económica. Están las vacaciones, las navidades, los cumpleaños. Pero siempre nos quejamos de la trivialidad de todo eso. A todo le ponemos pegas. La vida es estupendamente magnífica.

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