
El silencio de las bibliotecas contienen una charla entre los escritores de todos los tiempos en un presente de lectores fugaces. Que van y vienen acerca de una historia, de un poema, o una imagen. Las bibliotecas son la morada de la memoria del ser humano. El hecho de estar en una biblioteca implica silencio que nunca es del todo silencio. De los libros se puede extraer todas las cosas que se ignoraban y han mantenido la llama candorosa del vivo legado después de la vida efímera. Los libros son testimonio de que la absoluta verdad se puede encontrar escrita con una letra menuda y el papel, el divino papel ahora lacado y oloroso. El viejo papel amarillento. Sería un sacrilegio fumar en una biblioteca. Guantes blancos custodian los libros, los manuscritos, los legajos y en ellos hay secretos que el hombre entiende. Un libro es una fuente de ideas y un paseo por el conocimiento. Leer, leer, y leer, para después escribir. Se debe leer más que escribir, pero sin la lectura no habría escritura. Dicen que hay libros peligrosos. El único peligro que veo en los libros es que nadie engaña al ilustrado.