Capplannetta public enemy

No sé si soy mi propio enemigo o soy un enemigo para los demås. Pero yo, siempre me he dejado llevar por mi naturaleza. Aunque mi naturaleza sea rara, insólita y contradictoria, no pretendo hacer daño a nadie. Nunca he sido mala persona. Ahora, justo ahora. Hago acopio de ciertas respuestas que la vida me entrega, como capas de cáscara y rastros donde yo por ahí he pasado. He pasado muchas veces. Escucho una canción que me habla. Me cuenta cosas acerca de su naturaleza. Las palabras son eso, palabras. Estoy amarrado a ellas. Catalogan mi poesía como radical. Pero yo no considero mi poesía radical. Yo creo que es un salmo verdadero. Es la verdad inmaculada. Un ruido suena en mi entorno. Yo no puedo satisfacer a todos los seres de la tierra. Quizá sea eso. Enemigo de mí mismo. No voy a suplicar la libertad. Hubo un tiempo en que era furgonetero. Con una R4 me recorría toda Barcelona.

Iba a publicar en Facebook esta fotografía, que no es mía, y me he echado para atrås. Pienso que para ser enemigo de mí mismo no basta sólo con pensar. También basta con hacerse pesado y presumir ante tuttilimundi. Que conste. No critico a todo aquel que se prodigue en cualquier red social. Pero pienso que para presumir de algo se tiene que carecer de aquello por lo que se presume. No quiero hacer hincapié en que mis compañeros publiciten su trabajo, merecido y meritorio lo es. Tampoco me molesta que la gente se divierta. Lo bueno sería derrochar alegría para todos. Pero yo seguiré siendo mi enemigo. Cuando la vida te cambia, también cambia a tu entorno. Solamente conozco a cuatro personas que no han cambiado un ápice desde que mi vida cambió para siempre. Ellas ya sabrán quienes son. También puedo añadir a otras personas. Pero bueno, me quedo con los buenos momentos. Sí es verdad lo que dicen. Estoy en tratamiento de los nervios. Eso parece ser un repelente fabuloso. No quiero ir de víctima. Tan sólo digo que gracias a mis padres, hermanos y la gente que me quiere todavía sobrevivo. No soy enemigo de mí mismo cuando digo la verdad. Pues antes mentía y jugaba a las marionetas como en un teatrito. Gracias. Me he enemistado conmigo mismo, pero con nadie más. He decidido optar por la verdad. La pura verdad.