Capplannetta y las extrañezas

La gente se horroriza viendo a una pareja de enamorados besándose en plena calle, se ríen de los perros copulando en plena calle, sin embargo, la pornografía es un tabú y algo aberrante que sólo ven los depravados. La gente critica al que se fuma un porro, se toma una raya de coca, sin embargo, a pesar de que lo llaman química, beben alcohol y como diría Frank T “lubricante social”. Ríete del que presuma de amistades, ríete del que presuma de amores y ríete a carcajadas de los machos alfa. La gente mira apenada a un harapiento que te pide comida, sin embargo, no les importa tirar comida a la basura por si está en mal estado. La extrañeza de las personas se mide por la distancia que toman al criticarte y señalarte con el dedo. La extrañeza de las personas depende de que o en que se basa su grado de locura y por ende de incapacidad. Nos reímos del hombre adulto que no sabe leer ni escribir, sin embargo no decimos nada cuando aquel que sabe escribir y sabe leer presume de no haberse leído un libro en su vida. Si dices la verdad tendrás enemigos, si dices mentiras se reirán de ti, pero si tienes dinero te reirán las gracias insípidas y tendrás muchos amigos. Brindar es un concepto que no puedo juzgar, es una buena costumbre, pero muchas veces brindamos con personas que tienen el brindis mitificado. El físico es algo tan efímero como las promesas de gente de poca palabra. Cuando estás gordo te dicen que estás enfermo, cuando estás muy delgado también. El mayor enemigo es el que te envidia, porque tienes algo de lo que él carece.

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